Te Arreglaré. (#Fix You 1)✔️(Editando)

Capítulo 32: Prometo poner de mi parte.

Capítulo dedicado a:

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Capítulo 32: Prometo poner de mi parte.

Cristián...

No estoy orgulloso de decir esto, pero he besado a un buen numero de chicas antes... Pero con ninguna de ellas, ni siquiera cuando pensé estar enamorado, se sintió de esta forma. Los labios de Helena me dan una sensación de seguridad, de pertenencia, de felicidad que jamás creí posible experimentar.

-"Quisiera congelar este momento, quedarme con ella así entre mis brazos para siempre"-pienso cuando con urgencia comienzo a profundizar el beso un poco más, no contento con la cercanía que tenemos. Ella es como una droga para mi y definitivamente acabo de volverme adicto a ella.

Algún tiempo después, quizás minutos u horas. Ella es la primera en romper el beso y la escucho jadear en busca de aire mientras recargo mi frente en la suya. Su aliento roza mis mejillas mientras trato de normalizar mi propia respiración, y eso solo provoca que quiera besarla otra vez... Y estoy a punto de hacerlo, solo que de repente se separa bruscamente de mi, lo que provoca que una oleada de miedo y preocupación se apodere inmediatamente de mi.

-¿Hels?-la llamo con la voz temblorosa cuando me da la espalda.

-Hels, no hagas esto de nuevo-le ruego cuando no recibo respuesta de su parte.- Perdóname si esto te molesto, pero no pude evitar que sucediera. Créeme traté de controlarme pero me fue imposible. No vuelvas a alejarme de ti, por favor, esto no tiene porque repetirse; pero entiende que no soportaría tu trato silencioso de nuevo. En verdad que no lo soportaría.

Los segundos más largos de mi vida pasan mientras mentalmente comienzo a patearme por mi estupidez, jamas debí haberla besado. Pero ahí estoy abrazándola y acercándome mucho a ella, soy un tonto, y un estúpido, un imbéc....

-Yo...-dice rompiendo el silencio abruptamente.-No sé como lidear con estas cosas, no es algo con lo que este familiarizada y definitivamente hace mucho que no me sucedía esto.

-¿A què te refieres?-le pregunto un poco confundido .

-A esto... A ti-responde señalando el espacio entre nosotros.- Camile siempre a sido la perfecta, ella siempre fue quien llamaba la atención de nosotras dos. Todos los chicos la querían y muchos solo se acercaron a mi para llegar a ella. Paulatinamente me cansé de esto y comencé a ignorar a cualquiera que se acercará, y entonces conocí a Sebastian, ¿lo recuerdas, verdad?

-El chico de la tienda donde compramos las cosas de la fiesta, ¿cierto?

-El mismo-me responde y se gira a mirar por la ventana que da al patio, y cuando vuelve a hablar su voz a adquirido un tono lejano y nostálgico.-Mamá me envió a la tienda un día, necesitaba algunas cosas para trabajar. Así que fui yo, porque ella estaba ocupada, pero nunca imagine lo que me esperaba ahí. Cuando llegué a la tienda estaba desierta así que comencé a buscar lo que necesitaba comprar, pero no lo encontraba por ningún sitio; estaba por ir a buscar a alguien cuando una voz me pregunto que si necesitaba algo de ayuda. Inmediatamente me gire sobresaltada para ver de dónde provenía.

-Y entonces lo vi- continúa y puedo escuchar la sonrisa en su voz lo que provoca que los celos me invadan, pero los controlo para dejarla terminar. -Déjame decirte algo acerca de Sebastian, él no se parece en nada al chico que viste hace unos días. Estaba bastante delgado, utilizaba lentes y tenía un gran número de espinillas en su rostro; pero tenía una sonrisa tan sincera y una mirada tan noble que no pude evitar sonreírle y pedirle que me ayudara. Por supuesto estaba muy nerviosa a su alrededor; pero algo en él, de alguna manera, me tranquilizaba al mismo tiempo. Así que en realidad logré conversar con él de un par de cosas de la tienda por un momento y antes de marcharme me pregunto mi nombre con una sonrisa tímida... Luego de eso comencé a buscar cualquier pretexto para volver a la tienda, una vez incluso le escondí un par de cosas a mamá para que me enviara a comprarlas y lo mantuve como mi secreto, era algo que Camile no podía ensuciar.