Te Arreglaré. (#Fix You 1)✔️(Editando)

Capítulo 34: Date la oportunidad.

Capítulo dedicado a:

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Capítulo 34: Date la oportunidad.

Helena....

-Esta, sin duda alguna, es la obra que puedo nombrar como la mejor de mi carrera hasta estos momentos-dice Cristián adelantándose de nuevo a todos.-Y quiero agradecer a mi musa, a la chica que inspiro este cuadro; por estar presente aquí y honrarnos con su presencia. Por favor un aplauso para Helena Johnson.

Para este momento mi cara esta tan roja como un tomate y me siento bastante acalorada, mientras todos aplauden a mí alrededor.

-Quinientos por el cuadro-de repente se escucha una voz entre la multitud, lo que provoca que la ovación se detenga.

-Mil-de repente se eleva otra voz, provocando que los murmullos inicien.

-Dos mil-agrega una tercera voz, lo que provoca que mi boca se abra ligeramente por la cantidad tan exorbitante.

-Lamentos informarles que el cuadro no está en venta, puesto que ya cuenta con un dueño-dice Cristián elevando la voz para hacerse escuchar sobre el murmullo colectivo que se expande a mi alrededor.-Pero cualquier otro cuadro de los que se encuentran exhibidos pueden ser adquiridos. Y ahora los invitamos a que pasen al salón contiguo para disfrutar de un ligero almuerzo.

Con esto todas las personas comienzan a disiparse a mí alrededor, y no puedo ignorar las miradas que me lazan, acompañadas de halagos hacia la pintura de Cristián.

-¿No crees que mi hijo hizo un excelente trabajo con esa pintura?-me pregunta la señora Dana parándose a mi lado.

-Yo...-intento decir, pero los oídos están zumbándome demasiado. Además de que siento las mejillas extremadamente calientes, por lo que coloco mis manos en ellas para tratar de mitigar un poco el calor.

-Estas tan roja como un tomate-me señala Sierra mientras se ríe e intenta quitarme las manos del rostro.

-Sabes que odio ser el centro de atención-le recuerdo mordazmente mientras me giro lejos de ella, solo para terminar estampándome en el pecho de Cristián.

-¿Te gusto tu regalo?-me pregunta tratando de parecer inocente y quizás lo dice con un pequeño dejo de temor en su voz. Tiene miedo de haber sobrepasado alguna línea, y de hecho lo hizo. Pero no puedo negarme a mi misma que me siento, en algún lugar bajo toda la vergüenza, completamente alagada.

-Debiste avisarme que harías esto-le reprocho bajando la voz para que solo él puedo escuchar.

-Dios...lo arruine, ¿cierto?-me pregunta en el mismo tono de voz mientras se pasa una mano por su cabello en señal de desesperación. -Créeme que no pensé que fuera a molestarte. A veces soy un tonto egoísta que...

-Shhh-lo silencio atreviéndome a colocar un dedo en sus labios para acallarlo.-Dije que deberías haberme avisado, no que no me haya gustado.

Se queda un poco pasmado por un momento ante mis palabras y creo que yo también lo hago, debido a mi atrevimiento; pero de repente una gran sonrisa irrumpe en sus labios y antes de que pueda reaccionar me eleva en volandas, mientras suelta una gran carcajada.

-Eres algo realmente excepcional-me dice antes de que nuestros amigos y su mamá se aclaren la garganta para llamar nuestra atención.

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-Hace mucho que no veía esa mirada en tu rostro-me dice Sierra más tarde ese día, mientras me entrega una taza de té y sienta frente mío en el alféizar de su ventana.