Te Arreglaré. (#Fix You 1)✔️(Editando)

Capítulo 18: Su Papá.

Capítulo dedicado a:

*********

Capítulo 18: Su papá.

Helena...

Tengo un mal presentimiento, una extraña sensación que esta oprimiendo mi pecho desde que mamá se marcho con la señora Dana al centro comercial hace un rato.

No sé que sucede, nunca había sentido esto y sé que no se trata de mamá o de alguna de ellas porque ya me asegure de que estén bien. Tampoco es Sierra, ella esta divirtiéndose con Erick, así que no encuentro el porque de esto; quizás solo ya perdí la cordura después de todo.

Pensando en esto me dirijo a la cocina a prepararme algo de cenar, tal vez sea solo hambre lo que esta molestándome. Me preparo un sándwich al que solo logro darle una mordida que me trago difícilmente y que termino tirando a la basura porque no hay manera en que lo termine. La comida no me pasa, y la opresión se incrementa un poco más a cada minuto, entonces tomo mi celular y trato de llamar a Sierra, necesito alguien que me tranquilice y ella es la única que escucha mis locuras sin juzgarme o burlarse.

Trato un par de veces pero siempre consigo el buzón, así comienzo a caminar de un lado a otro para tratar de tranquilizarme.

No sé cuánto tiempo pasa, pero estoy tan distraída que un pequeño grito se me escapa debido a la sorpresa, cuando de repente tocan a mi puerta, interrumpiendo mi concentración. Me acercó a ella con sigilo y con el corazón latiendome a mil. Y entonces miro por el orificio y veo a Cristián parado fuera de mi puerta y al instante me tranquilizo, la sensación simplemente desaparece y me siento de nuevo en paz.

-Lamento molestarte-se disculpa en cuanto abro la puerta lo suficiente para que pueda verme.

-¿Qué sucede Cristián? ¿Paso algo?-le pregunto cuando miro su rostro e inmediatamente la opresión regresa y llena mi pecho por su dolida expresión.

-¿Podemos hablar por un momento?-me pide y la desesperación en su voz me alarma aún más.

-Seguro-le respondo con rapidez mientras abro totalmente la puerta.-¿Quieres pasar?

-No-me dice mientras niega con su cabeza, provocando que su cabello se mueva.-¿Podemos solo quedarnos aquí afuera?

-Claro-le respondo y lo sigo hasta que nos sentamos en el columpio de mi porche.

-Mi papá era el mejor hombre del mundo-me dice de repente luego de que nos quedamos por un tiempo en silencio.- Yo soñaba con ser como él cuando me volviera mayor...

Me quedo petrificada cuando me doy cuenta de lo que esta hablando, el jamás lo ha mencionado antes; solo sé lo que sucedió porque la señora Dana me lo contó una vez. Así que me doy cuenta de lo difícil que deber ser esto para él, por lo que sin dudar tomo su mano y le doy un firme apretón, para que sepa que estoy con él.

-Era el mejor papá que te pudieras imaginar: siempre jugaba conmigo, jamás me decía que estaba cansado. Me enseño a montar la bicicleta, intento enseñarme a jugar fútbol, aunque en eso falló miserablemente-dice y se ríe, pero el sonido se escucha hueco y sin humor.- Me ayudo a vestirme para mi primera cita; cuando fuí lo suficiente mayor me enseño a conducir, y sobretodo me apoyo cuando le dije que quería dedicarme a pintar en lugar de manejar por toda la vida la empresa.

-Y estuvo de acuerdo, siempre estuvo de acuerdo en todo lo que le decía y siempre me dio lo que le pedía, pero entonces me perdí, simplemente me perdí. Supongo que se debió a que nunca recibía un “no” por respuesta.
Imagínate, tan solo tenia 15 años cuando tuve mi primer auto y no era un auto cualquiera, era un BMW del año y creo que eso fue suficiente para hacerme perder el piso. Comencé entonces a volverme un presuntuoso, ya jamás estaba en casa, me la vivía de fiesta en fiesta, comencé a aplazar la escuela, a salir con una y otra y otra chica y me olvide por completo de mi familia, de mi papá... Ya nada de eso era importante para mí...Y entonces sucedió. Aquella noche salí de fiesta al igual que siempre, papá aun no llegaba a casa, así que ni siquiera pude despedirme de él. Se retraso en el trabajo por algunos pendientes y en el camino de regreso a casa un conductor ebrio lo impacto de frente.... Murió al instante -dice y escucho su voz quebrarse al tiempo que las lágrimas comienzan a resbala por mi rostro.-¿Y sabes qué es lo peor de todo? Que cada maldita noche yo regresaba conduciendo a casa así de ebrio, ¡cada maldita noche!