Te Arreglaré. (#Fix You 1)✔️(Editando)

Capítulo 15: Un secuestro.

Capítulo dedicado a:

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Capítulo 15: Un Secuestro.

Cristián...

-Tu cerebro va a quemarse si sigues pensando tanto-me advierte mi mamá mientras se acerca y deposita un beso en la cima de mi cabeza. -¿Qué es lo que tiene tan preocupado? Espera, no me lo digas, es Helena ¿cierto?

-Sí -le respondo mientras le doy un sorbo a mi café, que esta tan cargado como siempre.

-Lo sé, ha estado bastante rara últimamente...como ausente y muy triste, ¿sabés qué sucede con ella?

-No-le miento rápidamente.-No sé más de lo que tu sabes.

-Quisiera saber porque siempre tiene esa mirada tan triste-me dice mientras se sienta frente a mí y se ajusta su bata de dormir a su alrededor.

-Yo también quisiera saberlo, pero me gustaría más saber como hacer que desaparezca. ¿Es normal querer eso, mamá? ¿Es normal, que quiera tener el poder de desaparecer todo lo malo en su vida?

-Más normal de lo que puedas imaginar-me responde con una media sonrisa.

-¿Alguna vez lo experimentaste?

-Sí... Tu padre siempre fue un hombre al que no le gustaba mostrar sus emociones, un poco justo como tú-me responde con una sonrisa.- Yo solía llamarlo mi roble; porque nunca, ni en su día más difícil, lo veía decaído, siempre tenia una sonrisa en su rostro. Y siempre me decía que se mantenía de esa forma para no preocuparme; pero entonces murió tu abuela y vi a mi roble desmoronarse frente a mis ojos. Hasta ese momento de mi vida nunca había deseado algo con tanta fuerza, como deseé que volviera su sonrisa. Verlo de esa forma me lastimo enserio, sentí su dolor como si fuera el mio propio y me hice la promesa de que al menos intentaría sacarle una sonrisa cada día y entonces comencé a hacer un montón de cosas locas para lograrlo. Hasta llegué a aparecerme en su trabajo vestida de payaso.­

-¿Enserio?-le pregunto tratando de imaginar a mi dulce madre en un traje como ese, en la correcta oficina de papá.

-¡Sí!-me dice soltando una carcajada.-A tu padre casi le da un infarto, pero estuvo riendo por ello por varios días, así que valió totalmente la pena la vergüenza que pase.

-¿Y con eso intentas hacerme ver que?-le pregunto intentando desviar el tema de mi padre.

-¿Realmente tengo que ponerlo en palabras?-me pregunta con una mirada de complicidad en su rostro.

-No, supongo que no-le respondo mirando fijamente la taza en mi mano.

-Eres un chico muy inteligente; tal vez un poco necio y testarudo, pero después de todo tu padre hizo un maravilloso trabajo contigo.

-Mamá ya es bastante tarde, deberías ir a dormir ya-le digo eludiendo su comentario.

-De acuerdo, de acuerdo, ya entendí el mensaje-me dice poniéndose de pie y acercándose a mi de nuevo.- Buenas noches cariño.

-Buenas noches mamá-le digo de regreso y miro en silencio como se marcha de la cocina.

Me quedo ahí por unos minutos, luchando contra el nudo en mi garganta. Luego me levanto y apago las luces, antes de dirigirme hacia las escaleras, donde me quedo otro par de minutos en la oscuridad; sabiendo y temiendo lo que sé, con seguridad, escucharé cuando suba y pase por el cuarto de mi mamá.

Espero por lo que podrían ser horas, antes de reunir el coraje suficiente para hacer que mis pies suban por los escalones. Voy por la mitad cuando los sonidos comienzan a llenar a mis oídos, así que me apresuro y prácticamente corro hacia mi cama, donde me oculto bajo mis sabanas y con una almohada sobre mi cabeza, trato de ahogar el sonido de los sollozos de mi madre.