Capítulo 36: Llegaste tú.

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Capítulo dedicado a:

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Capítulo 36: Llegaste tú.

Helena...

Amada... Es así de simple y con una sola palabra es que puedo describir como me siento en este justo momento.

Cristián está frente a mí y está diciéndome algo muy animadamente, moviendo sus manos y todo de él, pero realmente mis oídos no están registrando lo que está diciendo. En su lugar estoy ocupada pensando en la forma en que este chico ha llegado a mi vida y ha cambiado poco a poco todas mis creencias... Y si, me hace sentir amada; me hace sentir como si no existiera otra persona en el mundo con la que preferiría estar ahora mismo y eso me aterra y me fascina al mismo tiempo.

Y es que es extraño; siempre he estado acostumbrada a que las personas se cansen de mi, se alejen sin explicación alguna y que me sustituyan por alguien más y es por eso tengo tanto miedo de dejar que él entre tan profundamente en mi corazón; aunque si soy sincera, en cierto modo ya está muy dentro de el...

-Siempre que haces eso, me cuestiono ¿a dónde te marchas?-me pregunta mientras me da un ligero toque en la nariz para llamar mi atención.

-¿Eh?-le pregunto mientras trato de enfocarlo bien.

-Por fin logro tenerte para mí solo y te marchas. ¿Qué es eso que esta robándome tu atención? -me pregunta mientras se recarga de nuevo en su silla y toma una papa del plato que tiene frente a él.-No será que hay algún chico por el estés cambiándome, ¿verdad?

-No creo que sea posible hacer eso, menos cuando te tengo frente a mi-le respondo automáticamente y de inmediato siento que me sonrojo al hacerme consiente de mis palabras.

-¿Alguna vez te he dicho que luces adorable cuando te pones así de sonrojada?-me pregunta tratando de sonar casual, pero su sonrisa casi abarca todo su rostro, así que sé que mi comentario acaba de inflar su ego.

-No, no lo habías mencionado y por cierto, que tu ego no se infle por lo que acabo de decir, solo fue un tonto comentario sin pensar-le respondo tratando de ignorar esa estúpida sonrisa que me encanta y que está haciendo que mi corazón se acelere a velocidades insospechadas.

-Los comentarios que hacemos "sin pensar" son los más sinceros que decimos ¿sabes? Porque nuestro cerebro no está procesando, ni cuidando cada palabra que sale de nuestra boca y es en esos breves momentos, que la mayoría del tiempo, terminamos mencionado lo que de verdad queríamos decir.

-Odio cuando te pones en ese modo sabelotodo ¿sabes?

-Lo amas, no lo niegues-me corrijiendo y me guiña un ojo de manera sexy, lo que provoca que mis rodillas se sientan más débiles aún, es una suerte que este sentada de lo contrario podría haber caído desde hace un rato.

-Pues lo niego rotundamente-le respondo mientras le doy un sorbo a mi malteada. Estamos en un restaurante vintage que ni siquiera sabía que estaba en la cuidad, me trajo aquí después de que salimos del cine y hemos estado platicando de cosas sin sentido desde hace unas dos horas. Y a pesar de que hemos hechos las cosas más comunes y corrientes, esta ha sido la mejor cita que he tenido nunca. Aunque claro solo es mi segunda cita en la vida, no es como si tuviera muchas para compararla.

Pero aún así estar con él es tan fácil que asusta... Porque es como si al estar a su lado no tuviera que preocuparme por aparentar ser algo que no soy. Como cuando estoy cerca de Camile y procuro no llamar la atención o como cuando estoy con papá y tengo que aparentar ser invisible o con mamá que tengo que hacerme la fuerte. Estar con él es de alguna forma como estar con Sierra, pero mejorado de alguna forma y diferente también.

Te Arreglaré. (#Fix You 1)✔️(Editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora