Quién lo hubiese pensado, el extraño ruido no era nada más y nada menos que de mi buen amigo el dragón con problemas intestinales...
R: -¡Hola!, veo que no arribaste muy lejos del castillo-
S: -Es u...u...¡Un-
A tiempo logré callar a Siesta poniendo mi mano en su boca, le susurré al oído unas palabras
R: -Tranquila, no te hará daño... Te voy a soltar pero no grites-
Solté a Siesta que estaba aún alterada y para rematar me puse a hablar con el dragón
R: -¿Y entonces cómo va todo?-
-Pues lo habitual: comer, dormir, dizque buscar al nuevo Rey de los Dragones-
R: -Espera, espera, espera... ¿Cuánto tiempo llevan sin Rey?-
-Unos 200 años-
¿Pero que garras acabo de oír?
S: -¿A caso enloqueciste?, es un dragón vivo, puede matarte en un sólo movimiento-
R: -Siesta, tranquila... Apenas anoche le salvé el estómago de una fuerte úlcera-
S: -¿De verdad eres tan idiota?-
R: -Bueno, entonces vámonos al castillo de una buena vez-
S: -Sí por favor-
R: -Oye ¿nos podrías llevar al castillo?-
-Por mi no habría problema pero mira a tu novia, está aterrada-
R: -No es mi novia, es una amiga del castillo y no te preocupes yo la convenzo-
-Seguro, lo que digas-
R: -Siesta, él dice que nos puede llevar al castillo-
Siesta sacudió la cabeza mientras repetía "No" una y otra vez muy rápido
S: -Viajar en dragón no está en mi lista de opciones para morir-
R: -Confía en mi, no nos va a pasar nada... Te lo aseguro-
S: -Mejor me voy caminando-
R: -Confía en mi, mientras estés conmigo te prometo que no te pasará nada-
S: -¿Lo prometes?-
R: -Sí, promesa de Caballero-
Siesta estaba aún dudosa de subir o no al dragón una vez que yo estaba arriba la tomé de la mano, la subí y la acomodé sentada frente a mi
S: -Si me caigo es tu culpa-
R: -No te caerás-
El dragón comenzó a elevarse del suelo y Siesta se aferraba cada vez más a mi cota
R: -Ya, relajate-
Por más que hice comentarios de que disfrutara el viaje ella mantenía cerrados los ojos... Mejor omitimos el viaje
R: -Siesta, ya estamos en tierra y frente al castillo-
S: -No me mientas-
R: -Abre los ojos-
Siesta abrió un ojo y vio que así era, ella y yo nos bajamos del dragón
R: -Gracias por el viaje-
-Todo sea por el portador de la espada, oye por cierto...¿No te gustaría ir al reino de los dragones? Puede que si le caes bien al actual mandatario que no es nuestro Rey puedas adoptar un dragón-
R: -Suena, pero primero arreglaré unas cosas aquí y ya después iré-
Dicho esto el dragón partió a su hogar y Siesta junto conmigo encaminamos al castillo
S: -Sabes, creo que no fue tan malo-
Mejor ya no digo nada... Una vez que llegamos al castillo recordé que también tenía algo que platicar con Siesta
R: -Oye...¿Qué tan raro se ve esto?-
Siesta volteó y vio mi mano izquierda encendida en el fuego negro, se sorprendió más de lo esperado
S: -¿¡Pero cómo es eso posible!?... ¿No serás un mago verdad?-
R: -La verdad no lo sé, en éste momento creo muchas cosas... Inclusive que hablo con dragones-
S: -Ahora entiendo porqué me dijiste que ese dragón no era malo.... Sabes deberías hablar de esto con el Rey, quizá el pueda ayudarte-
R: -Sí, tienes razón... Iré a hablar con él ahora mismo-
En eso apareció la Princesa Marian con Elena
E: -No tardaron mucho...-
R: -Es que volvimos en dragón-
M: -¿Qué volvieron en qué?... Debes estar bromeando... Pero esas fantasías no me importan... ¡Muéstramelo!-
Me le quedé viendo a Elena... ¿De qué rayos hablaron?
E: -El fuego-
Ahhhhh, fiuff menos mal, volví a encender mi mano izquierda y Marian de quedó atónita
M: -Bien, ahora te creo... Esto lo debe saber mi padre, en un rato ve al salón real-
Marian se retiró y Siesta se fue a hacer su quehacer
R: -¿Pero qué rayos le dijiste?-
E: -Olvidalo, cosas de chicas-
R: -Bueno como sea, Elena... Voy a ir al reino de los dragones-
E: -¡¿Qué!?, ¡¿A caso quieres morir?!-
R: -No, por primera vez quiero arriesgarme a vivir-
Tomé de la mano a Elena y le pedí que me acompañara al salón real
Continuará
ESTÁS LEYENDO
Caballeros, Magos y Dragones
FantasyHace ya mucho tiempo, cuando los dragones y la magia existían el mundo estaba divido en dos grandes tribus, los mortales que podían controlar la magia y los que nacían para pelear. No obstante los mortales con dominio de la magia eran llamados Arcan...