Caballeros, Magos y Dragones

El Caballero va... ¿De compras?

R: -Ñem, ñem-

Me comienzo a despertar y siento algo fino y suave en mi mano...

R: -¿Ya es de día?-

Abro los ojos y lo que sentí fue la mejilla de Elena, ella sigue dormida y acurrucada en mi pecho

R: -Elena... Ya es de día-

Elena comenzó a despertar

E: -Buenos... Días-

R: -¿Dormiste bien?-

E: -Shi-

Ay ternura, le di un beso en la frente y me senté al lado de la cama para ponerme los botines que estaban ahí con una nota "De parte de Siesta"

E: -Ey y tú ¿A dónde vas?-

Elena se me colgó del cuello y me jaló a la cama de nuevo

R: -Hey...-

E: -Anoche te me escapaste pero hoy no-

Siesta porfa interrumpe de nuevo... Tengo más hambre que ganas... De pronto llaman a la puerta

R: -Voy a abrir, y de paso voy a desayunar-

E: -Ushhh siempre en la mejor parte, pero bueno vamos-

Elena se alistó antes que yo y me ganó a abrir la puerta

E: -¿Si?-

Lamentablemente no era Siesta quien estaba detrás de la puerta

R: -P... Princesa Marian ¿Ocurre algo?-

Marian pensó lo que no pasó, su cara de enojo sonrojada la delató

M: -Necesito un favor, quiero que acompañes a Siesta al mercado... Y tú, Elena tengo que hablar contigo-

Elena se fue con Marian y yo busqué a Siesta por todo el castillo, finalmente la encontré lavando ropa, me acerqué sigilosamente por detrás de ella y...

R: -¡Hola Siesta!-

Ella brincó del susto y se tropezó al caer, por suerte la detuve de romperse toda la boca

R: -Con cuidado-

S: -Fue tu culpa, me asustaste-

R: -Ya lo se, perdón, me dijeron que te llevara al mercado-

S: -Entonces vamos, pero tengo algo que decirte sobre el mercado...-

Siesta y yo salimos del castillo platicando de puras tarugadas y una vez estábamos por entrar al mercado Siesta se aferró a mi brazo

S: -Verás, este mercado tiene de todo pero su seguridad es muy mala, aquí todos le roban a todos-

R: -Jumm, se oye divertido vamos-

Entramos al mercado y comenzamos a comprar de todo lo que Siesta traía en su pequeña listita, al poco rato nos percatamos que nos faltaba una sola cosa por comprar...

S: -Ya tenemos casi todo, sólo nos falta una raíz de árbol y lo curioso es que es lo que más cuesta-

Una vez el mercader nos mostró la raíz Siesta sacó una bolsita con monedas de oro, cuando iba a pagarle al mercader un sujeto pasó corriendo y las robó, inmediatamente comencé a perseguirle

R: -¡Espera aquí!-

El sujeto era muy rápido y me era prácticamente imposible alcanzarle, lo perseguía por todo el mercado sin lograr atraparle... Mierda, no soy lo suficientemente rápido... Vamos a poner aprueba la espada que siempre traigo conmigo desde que me echaron fuera de mi anterior casa

R: -A ver, no te cargo sólo para que me des más peso... ¡ayudame!-

Vino a mi mente el ojo de dragón que la espada tenía y esa chispa volvió a encenderse dentro de mi, poco a poco me sentía más ligero y mi velocidad aumentaba

R: -Gracias ojito-

Finalmente le logré dar alcance, lo derribé y le até las manos para entregárselo a el soldado que cuidaba el mercado... Que por cierto estaba dormido así que se lo deje amarrado con una nota de lo que hizo y regrese a donde estaba Siesta

R: -Aquí están las monedas...-

-Acabo de vender la raíz-

Tenía ganas de tirarme al suelo y hacer berrinche

S: -No te preocupes, aquí cerca hay bosque donde hay más de esas... ¿Vamos?-

Ñemmm ya me cansé... Pero bueno

R: -Con todo gusto-

Siesta y yo caminamos al dicho bosque y comenzamos a caminar en el

R: -¿La raíz tiene que ser igual o puede ser de todos estos árboles?-

Siesta se me acercó de sorpresa y me dio un beso en la mejilla

S: -Eso es por recuperar la bolsa de monedas-

R: -Emm yo...-

Me quedé mudo y aparentemente ruborizado ante tal acto, de pronto Siesta señaló una raíz de un árbol que se secaba lentamente

S: -Corta una de esas, de ese árbol son-

Hice lo que me dijo y al cortarlas escuché un ruido raro y de dudosa procedencia...

R: -Toma, iré a ver que es-

Siesta guardó la raíz

S: -Voy contigo-

R: -En silencio-

Caminamos entre la maleza para ver de dónde provenía el ruido...¡No puede ser!

Continuará