You Got Something I Need. {YAOI, Español}. KEVEDD

No° 5. Grupo de dos.

 Cuando consiguió llegar a su casa, Doble D se encerró en su habitación, cosa que rara vez hacía. Pero ahora necesitaba descansar sin ser interrumpido, y pensar en todo lo que sucedió. Mientras regaba de forma automática y con agua mineral a Jim, su cactus, pensó en Kevin. En el trayecto hasta su hogar había podido pensar muy vagamente, ignorando los gritos de Eddy. Con sus rápidos razonamientos y monólogos del momento había llegado a una conclusión: tal vez sí le gustaba Kevin. Aunque indirectamente, de una manera inconsciente. Porque si no, ¿por qué se sonrojaba cada vez que lo tenía cerca? O, ¿por qué se preocupaba tanto por él? Y sobre todo, ¿por qué se sintió bien cuando él le besó?

Doble D se acostó en su cama en un suspiro. A pesar de que Kevin le hubiera besado no se sentía capaz de hablarle, siempre lo vencía su propia timidez. Por lo general se armaba de valor e intentaba hablar con las personas, pero siempre acababa igual: escondiéndose donde no lo pudieran encontrar. De modo que tendría que ser Kevin quien tomara la iniciativa para hablar, pero aun así... Doble D no se sentía capaz de hablar de eso. Estaba atemorizado; exceptuando los de Marie, ése había sido su primer beso. No sabía si el hecho de que fuera con otro hombre era normal o qué, pero estaba muy nervioso como para hablarlo con alguien.

Consideró la posibilidad de faltar mañana a clases, pero la descartó a los pocos segundos al recordar que tenía examen de matemáticas y que tenían que formar grupos para un trabajo en historia.

Resignado, entró al baño para darse una ducha. Al fin y al cabo, quizás Kevin no se presentara en clases como lo estuvo haciendo el resto de los días. Y si ese fuera el caso, no tendría nada que temer. Pero si sucedía lo contrario..., bueno, posiblemente andaría evitándolo, Doble D era experto en el arte de evitar personas.

...

Para su desgracia, Kev sí asistió a clases el día siguiente. Por esto, Doble D se sintió tanto aliviado como temeroso, pero se las ingenió para esconderse. Afortunadamente, Kevin tampoco hizo ademán de querer buscarle, puesto que se la pasó con su amigo Nathan, más de lo común, algo que intrigó a Edd bastante, pero no lo suficiente como para salir a preguntar. Varias veces algunos compañeros se acercaron a preguntarle por lo de la otra vez, y el hecho de que no le hubiera pegado a Doble D, pero Nathan los echó a todos; él, junto con Nazz, eran los únicos que no se reían de Kevin por esto.

El hecho de que Kevin no se hubiera preocupado por buscarle lo había hecho sentir un poco mal, de una forma irónica. Quizás esas palabras y ese beso fueron solo un arrebato de Kevin del momento, y en realidad él no se sentía verdaderamente atraído hacia Doble D.

Ahora estaba en el primer recreo, escondido detrás de una planta para no encontrarse con Kevin. Había dicho a Eddy que temía que éste le encontrase para darle la paliza pendiente, y él se había encargado de decir quién sabe qué a Ed, pero probablemente algo que solo su pequeño cerebro creería.

Entonces, podía ser que Kevin no pensara realmente así de él... Imaginaba tan lejana la situación a lo que había sucedido que por un momento llegó a pensar que nada de eso había realmente pasado.

Suspirando, Doble D se sentó en el pasto, abrazando sus rodillas, y diciéndose a sí mismo que jamás podría ver a Kevin a los ojos por la vergüenza.

Lo cierto era que Kevin le estaba dando su espacio.

Sin duda lo había tomado desprevenido esa otra tarde y no quería ser muy apremiante con él. Sabía que Doble D era una persona tímida e histérica, de modo que tenía que ser tranquilo en cuanto a esto y dejarlo reordenar sus ideas, porque sin duda estaba muerto de miedo.

Y sí, lo sabía, porque si no, ¿qué hacía ocultándose desde la mañana? Disimuló una rápida mirada hacia la planta que estaba a unos metros de Nathan y él. Ahí estaba, de seguro convencido de que no podían verlo.