No° 7. Voy.

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Esa mañana, Doble D llegó más sonriente a la escuela que nunca. Atrajo varias miradas curiosas, en realidad tuvo mucha más atención encima que normalmente, y para sorpresa del resto no se vio avergonzado por ella. Algunos, entre ellos Rolf y Nazz, le preguntaron si algo le pasaba, pero evidentemente estaba aturdido, puesto que sus respuestas fueron poco entendibles, y en varias parecía no poder aguantar risitas nerviosas.

Pensaba que el día anterior había sido uno de los mejores de su vida. Estuvieron besándose con Kevin durante una hora completa, y le fue necesario decirle que ya terminaran el ensayo para que se detuviera, estaba seguro de que podrían haberse besado mucho más tiempo.

Por fortuna, acabaron exitosamente con el trabajo. Doble D quedó encantado con la buena disposición de Kevin y además su habilidad para aprender rápido.

Una vez acabado el ensayo, se dieron la libertad de continuar lo que habían tenido que interrumpir. Los besos continuaron, pero ahora se encontraban más cansados, de modo que no tardaron en quedarse ambos dormidos en el sillón.

Los padres de Kevin llegaron más tarde y los tuvieron que despertar, aunque no parecieron molestos ni nada por el estilo. De hecho, a Doble D le parecieron personas muy agradables. Se despidió de Kevin en la puerta, donde pudieron hablar un poco. Entre ambos, quedaron en que no harían pública su relación en la escuela, para evitar las burlas.

Y así pensaba hacerlo Doble D.

Ahora, parado en el pasillo junto a Eddy, buscaba a Kevin con la mirada, deseando que hubiera venido.

-Oye, Doble D. ¿Qué te pasa hoy?

-¿Qué? Ah, nada, Eddy –sonrió él-. No pasa nada.

-¡Claro que te pasa algo! ¿Qué estás mirando? –Eddy giró los ojos en la dirección que los de Doble D miraban, pero no encontró nada interesante, solo Johnny hablando de vuelta con Tablón.

-No es nada, Eddy –sonrió Doble D-. Solo estoy un poco emocionado.

-¿Y por qué? ¿Se puede saber?

-Pues... es que mañana hay una convención... y mi escritor favorito estará ahí...

-...

-Pues eso... estoy emocionado por verle.

-Ay, Doble D. ¿No haces nada interesante con tu tiempo?

Él se puso serio de pronto.

-Te recuerdo que muchas veces me veo obligado a usar MI TIEMPO para ayudarte a ti en tus estafas –dijo, apartando la vista de los ojos de Eddy, mostrándose ofendido.

-Sí, sí, bueno... -dijo Eddy al momento en que la campana de entrada a clases sonaba-. Oh, no... Como sea, te veo después.

-Sí. Adiós, Eddy.

Doble D se quedó mirando la silueta de Eddy mientras se alejaba, preguntándose si acaso a él sí debería haberle dicho lo que ahora tenía con Kevin, su nuevo novio. Tras pensar unos pocos momentos llegó a la inmediata conclusión de que no. Eddy sería el primero en gritárselo a todo el mundo si se enteraba. Y sin duda sería motivo de burla para todos los incultos que no entendían bien el homosexualismo. Asintiéndose a sí mismo, se dijo que hizo lo correcto. Decirle a Eddy sería un terrible error.

Sonrió y sintió de pronto una mano sobre su hombro. Se giró curioso, y Kevin le dedicó una sonrisa divertida.

-Entonces, se te hace rápido inventar mentiras.

Doble D sonrió.

-Bueno... no mentí..., no en un 100 por ciento.

-¿Cómo es eso?

-Bueno... Sí quiero ir a una convención... y sí estará ahí mi escritor favorito.

-Ah, bueno. –Kevin sonrió por lo bajo-. Ya sabía yo que eras pésimo mintiendo.

Por el rostro de Doble D, supuso que eso le había molestado, pero es que fue tan adorable, que no pudo evitar tomarlo por la cintura y dejar un pequeño beso en sus labios, asegurándose de que nadie los viera.

-¡K-Kevin! –Soltó él, tapándose la boca. Luego repuso, más calmado-. No podemos hacer eso aquí.

-Calma, nadie nos ve.

Doble D bajó un poco la cabeza, como nuevamente avergonzado, pero de pronto la subió, como si se hubiera armado de valor.

-No es como que no me haya molestado que me digas que no sé mentir. Iba a decirte algo, pero creo que ahora mejor no.

-Andaaa, ¿qué era?

-No.

Kevin sonrió y se acercó un poco a su oído:

-Entonces puedo volver a hacerlo.

Edd dudo unos momentos, y luego soltó una pequeña risita, como ya rindiéndose en su propio juego.

-Bien... Te iba a preguntar si querías ir conmigo a esa convención. Digo... si quieres... Puede que a ti no te gusten esas cosas y lo entiendo, pero... si quieres...

-¿Una cita?

-... ¿Eh?

-Pregunto si es que es una cita.

-Ah... Ah –Nervioso, Doble D ajustó la corbata que solía traer por encima de la ropa-. Bu-Bueno... creo... puede ser que sí... como tú quieras... si no quieres venir.

-Ya cálmate –le dijo Kevin-. Voy.

-¿Qu-Qué?

-Que sí, quiero ir.

Dejando atrás esa actitud nerviosa, una sonrisa se dibujó en el rostro de Doble D.

-Ah, bien... Entonces... es mañana, ¿de acuerdo?

-Bien, -le sonrió Kevin-. Te recojo mañana, después me dices la hora.

-¡De acuerdo! –Sonriente, y cuidando que nadie le viera, Doble D besó la mejilla de Kevin, y entró a clases.

Por desgracia, de lo que Doble D no se pudo cuidar fue que Eddy estaba tras los casilleros, escuchando y mirándoles.

You Got Something I Need. {YAOI, Español}. KEVEDDDonde viven las historias. Descúbrelo ahora