El sitio donde sería el camping era despejado y estaba inundado de un fresco olor a pino. Doble D sonrió entusiasmado mientras bajaba del auto de Nathan, y se quedaba mirando con cara de tonto el maravilloso paisaje. El cielo, celeste, estaba inundado de unas hermosas nubes que parecían casi de algodón, completamente distintas a las que Doble D solía apreciar desde la ventana de su casa. El suelo estaba cubierto de pasto verde y largo, y rodeado por unas hermosas y coloridas flores de todos los tipos. Mientras caminaba un poco, reprimió las ganas de ponerse a examinar las especies de flores, sabiendo que si lo llegaba a hacer pasaría todo el día sentado ahí. En el centro del campo había un par de enormes árboles, de colores verdosos y cortezas, por lo que se juzgaba a la vista, bastante antiguas. Todo esto estaba rodeado de unos arbustos, a los cuales los cruzaba una cerca de madera para evitar que (posiblemente) entraran las personas que no estaban autorizadas a hacerlo.
-¿Te gusta el lugar, Mejillas Dulces? –Le preguntó Nathan detrás de él, mientras sacaba las pequeñas maletas del auto con ayuda de Kevin.
Doble D solo atinó a asentir, mirando con ojos brillantes el paisaje. Tenía los pies clavados en el suelo, apenas era capaz de mover un poco la vista. Cada vez que quería hacerlo, sus ojos regresaban al mismo punto que estaba viendo.
-¿Siempre vienen para acá? –Preguntó, sin dejar de mirar el campo.
-Todos los veranos –Kevin lo rodeó con un brazo, apreciando también la vista-. ¿De veras no sabías nada de este sitio?
-No... En las vacaciones... por lo general salíamos con Ed y Eddy a hacer... tonterías en el barrio –contestó Doble D y luego soltó una risita-. Es gracioso porque ahora entiendo dónde estaban todos.
Edd dijo eso con un tono dulce, como de chiste, pero por alguna razón hizo a Kevin sentirse culpable. Era verdad, nunca habían invitado a los Eds. Y si se lo pensaba, siempre habían estado tratando de hacer que éstos no se enteraran. Incluso Sarah le decía a su hermano que saldría con sus amigos, y por mucho que él preguntaba, ella nunca le había dicho a dónde.
Doble D le sonrió y tomó su mano, algo en su rostro lo hacía ver tremendamente feliz. Quizás era su primera vacación realmente divertida. Entonces... Kevin tendría que hacérselo pasar bien. Con una sonrisa, le acarició en la cabeza y besó en la mejilla, para luego acercarse a su oído y susurrar, de una forma que solo él pudiera oír:
-Recuerda que tenemos algo pendiente esta noche, ¿eh?
Con esas palabras, un escalofrío nervioso recorrió la espalda de Doble D.
...
Eddy y Ed se habían aparecido de pronto en el sitio, justo cuando Doble D pensaba que no vendrían. Al principio tuvo miedo de que los demás no les trataran bien, pero en cuanto vieron que todo estaba arreglado y se enteraron de que Eddy había pedido perdón, se comenzaron a comportar más amigables con ellos. Durante toda la tarde, Eddy estuvo haciendo de las suyas. Bromas, chistes y más tonterías. Algunas veces Doble D tuvo que detenerlo, puesto que de pronto se le daba por perseguir animales; pero por toda la tarde Edd se la pasó bien, tal y como Kevin tenía planeado. Se lo había quedado mirando de lejos, feliz por verlo divertirse, el día pasó excelente. Pero en cuanto el sol comenzó a bajar, los demás se juntaron; y Kevin se acercó a Doble D, que se había quedado sentado al pie de uno de los enormes árboles. A causa de la oscuridad, en un principio tuvo la sensación de que lloraba otra vez, pero en cuanto se le acercó se dio cuenta de que solo estaba con la cabeza hacia arriba, observando el cielo, salpicado de estrellas.
Tratando de no desconcentrarle, se sentó a su lado, admirando lo mismo que él.
-Te encantan estas cosas, ¿no?
Doble D asintió con una sonrisa.
-La naturaleza es hermosa, Kevin –susurró.
Ese dulce tono cantarín que siempre tenía en la voz... algo en él realmente le gustaba a Kevin. Era inocente, aunque a la vez seguro. Se acercó más a él ahora que lo veía menos concentrado en el cielo y tomó sus manos, acariciándole la nariz.
-¿Sabes que si no quieres hacerlo más tarde solo me lo tienes que decir, verdad? –dijo.
Doble D se vio confundido en un inicio, como no entendiendo lo que Kevin decía, pero en cuanto se dio cuenta de a lo que éste se estaba refiriendo, su mirada bajó automáticamente.
Se sentía nervioso y asustado ante todo eso, era completamente nuevo para él. No estaba seguro de que Kevin lo hubiera hecho anteriormente, pero al menos sabía que él sí estaba seguro y listo para eso, a diferencia de Doble D. Aunque... por otro lado Edd quería hacerlo con ansias, quería saber qué se sentía, y, sobre todo, quería que su primera vez fuera con Kevin. Pero algo lo detenía, quizás el miedo.
-Quiero... hacerlo... -dijo, tras una larga pausa-. El problema es que no sé cómo... y me da miedo.
Ante eso, Kevin sonrió, besándole la nariz, y luego la frente con dulzura.
-No debes tener miedo –dijo-. Piensa en que ya estás en edad.
-Supongo... -Doble D hizo una pausa-. Quiero hacerlo, Kevin. Ahora sí me siento completamente decidido. Pero sé que más adelante no lo estaré, de modo que cuando sea el momento... si te pido que te detengas... no lo hagas... Tengo la impresión de que si me haces caso con eso nunca lo haremos. –Hablaba muy entrecortado, a causa del nerviosismo-. Yo soy alguien que... en el momento de hacer las cosas se asusta y se esconde... así que...
-Lo he pillado, no me detendré aunque me lo pidas. Lo juro.
-Ni aunque llore, ni aunque grite...
-Lo juro –sonrió él, poniendo una mano sobre su corazón de manera teatral.
-Bien...
Doble D regresó su mirada las estrellas, sin deseos de decir nada más. Ahora ya no podría pedirle a Kevin que no lo haga, siendo que ante cualquier cosa él continuaría. De alguna forma se estaba obligando a sí mismo, pero sabía que eso iba a ser lo mejor.
-Hey, Doble D... -lo hizo avispar Kevin de pronto-. Los demás se han juntado por allá –agregó, apuntando un lugar a sus espaldas-. ¿Quieres que los acompañemos?
Los demás habían encontrado un lugar despejado sin mucho césped y habían hecho una hoguera. Kevin y Edd se sentaron juntos frente a ésta, sin conversar, y solo mirando a Eddy hacer sus bobadas o a Sarah gritarle a Ed. Kevin tuvo la impresión de que el camping nunca había estado tan divertido como ahora... Quizás debieron invitar a los Eds mucho antes.
Sin disimular ni nada, Kevin tomó la mano de Doble D. Esta vez, éste no se vio nervioso por esto ni nada similar. En realidad, se acercó más a su novio y apoyó la cabeza en su hombro.
Todos habían aceptado su relación, incluso Eddy. A algunos llegaba a gustarles la pareja, como a Nathan, que estaba constantemente pendiente de verlos, en caso de que hicieran algo subido de tono. Por esta misma razón, ya nadie les miraba raro cuando se abrazaban o se tomaban de la mano.
Estuvieron ahí hasta las doce de la noche. Poco a poco algunos comenzaron a irse a dormir, y a eso de las doce y media, cuando solo quedaban Kevin, Nathan y Nazz, Doble D dijo a Kevin que estaba un poco cansado.
-De acuerdo, ve la carpa. –Contestó éste, y tras tomarlo de la mano y alcanzar su oído, susurró despacio-: No vayas a dormirte, ¿eh? Ya sabes lo que se viene.
Doble D asintió sin mirarle, apretando los ojos.
-Bien... Yo ya voy, ¿sí? –Le dijo Kevin, en tono juguetón.
Y tras eso le dejó ir, haciéndolo salir corriendo en dirección a la tienda que había montado Kevin, más lejos que las otras para que no pudieran oírles.
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You Got Something I Need. {YAOI, Español}. KEVEDD
FanfictionCuando Kevin se encuentra a punto de golpear a Doble D, lo invade una sensación de lástima y se ve incapaz de hacerlo, pero... ¿A qué se debe esto? ¿Será que acaso siente algo más por él?