Capítulo 6- Escúchame.

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Día de escuela. Había puesto la alarma una hora antes de lo normal, por lo que tuve que acostarme bien temprano, a la hora que regresamos de la casa de Adam.

Y ahí estaba otra vez, Adam. No podía dejar de nombrarlo, no podía sacarlo de mi mente. La única razón por la que puse la alarma una hora antes era porque seguro que me iba a quedar como estúpida pensando en él. Me cepillo los dientes... ¿Por qué fuiste tan estúpida Sophie? Desayuno... ¿Y si no te perdona? Preguntas así me atormentaban, me jodían el día desde la mañana. Y sobre que me enojo conmigo misma por mi humor. Esto iba cada vez peor, cada vez.

-Hola maquillaje, querido maquillaje. ¡Cubre éstas ojeras, por favor! –No podía sonar más estúpida.

-Rímel, eres una de las cosas más maravillosas, ¿sabías? Nunca me abandones, por favor. Y hablo enserio, si llego a ponerme sentimental ni se te ocurra correrte. ¡Aléjate de mis mejillas!

No hay dudas, soy rara.

-¿Sophie estás hablando con tus maquillajes otra vez? Si no dejas de hacerlo te llevaré al psicólogo.- Preguntaba mi madre tras la puerta- Y ya sal del baño, no aguanto.

-¡Son mis amigos, amigos significa familia, y la familia nunca te abandona!- Pude escucharla reír.- Ya, no seas molesta, aguanta diez minutos más.

-¡Luego no pidas que te compre nada!- Típico de mamá- Tienes espejo en tu habitación, lo quitaré si te sigues maquillando en el baño.

NI-SE-TE-OCURRA-MADRE.

Tuve que salir del baño, prácticamente obligada, pero obviamente que lo hice luego de maquillarme. Baje a desayunar, pero primero, como todos los días, salí afuera para recoger el diario.

"Adam Sandler salió de fiesta con sus amigos y está detenido por haber conducido ebrio"

¿Enserio vida? Uno hace un maldito esfuerzo por olvidar solo dos minutos, dos, a una persona y publican noticias sobre un actor ¡CON EL MISMO NOMBRE DE LA PERSONA QUE QUIERO OLVIDAR! Solo déjenme ser feliz por un rato, solo un rato.

[...]

-Sus, préstame atención.- Asintió- Si a tu lado no se encuentra el chico de la sonrisa bonita que te dio su número... que por cierto, ¿Cómo va todo con él?- Sacudí mi cabeza para recordar lo que estaba por decir- Si él no está allí y Adam está en su lugar, me sentaré contigo. ¿De acuerdo?

-Dudo de que se encuentre allí, creo que está enfermo... No sucedió nada porque no respondí sus llamadas, y si preguntas la respuesta es 'No', no sé por qué no respondí. ¿Por qué evitas a Adam? Algo que tengas que decirme, tal vez... -Sus me estaba sobornando, sin dinero ni nada material, solo por el asiento a su lado.

-Admite que eres tonta. Si quieres que me siente a tu lado sin tener que contarte mis problemas, bien. Si no quieres, yo, tu mejor amiga, tendré que soportar un día duro. ¿Recuerdas quién te ayudo a salir del pozo en el que caíste hace dos años? Solo digo...

-Más respeto, por favor. Primero: sí quiero tenerte a tu lado, segundo, ¡Así no se juega, no metas mi torpeza en esto! Solo quería saber de tus problemas... ¿Acaso ya no quieres a tu mejor amiga?- Sus hizo puchero. No podía ser más inmadura.

-Entonces me sentaré a tu lado, se acabó el problema. Entremos- Le ordené. Sus juntó sus cejas.

Entramos y estaba todo como habíamos dicho. El lugar que estaba junto al de Sus estaba vacío y Adam... estaba en su mundo, sentado de costado en su lugar y observando hacia la puerta.

Entre NosotrosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora