Capítulo 75.

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"¡Amor!:

Sé que estás triste por lo ocurrido, y tengo que dejar de recordártelo. Eh estado tratando de convencerlos de que me dejen llevarte conmigo. Les hablé sobre una boda "Privada" pero ellos insisten en que habrá cámaras y todo eso. Aún siguen molestos por... aquello. Ya sabes. Creen que me llevarás por ese camino y todas esas cosas. Claro, ellos no te conocen. Yo sí, y me emociona saber que lo hago. He conseguido días libres en unos días más. Me han permitido venir a verte, aunque no sé porque tengo que pedirles autorización. ¡Adivina qué! (Qué) ¡JAJA! En unas dos semanas me quitarán los aparatos dentales. Podré estar libre de esto que me aprisiona al comer. Ahora dile a tu madre que puede hacer cualquier cosa crujiente, ¡La comeré sin hacer gestos! Porque claro, cocina delicioso. Le mandé el jarrón a tu mamá porque ella le dijo a mi madre y seguro ya te contó. Por cierto, quiero que estés conmigo cuando me los quiten. Y... todo se junta. La boda de Greg, los aparatos dentales y mis días libres. Y si gustas, nos vamos a algún lugar a pasar los últimos días... lo planearé y te sorprenderé. Otra cosa, has dejado uno de tus perfumes en casa, me encanta verlo. Me recuerda muchísimo a ti, es como tenerte en un perfume. ¡Quiero decirte otra cosa! Te quiero muchísimo, ¡Cada día te quiero más! Me tienes mal... lo juro. Mal en el sentido de que muy enamorado. ¡TE QUIERO MUCHO! Ya quiero verte... me saludas a tus padres y a Scarleth xx."

Te diste cuenta que estabas sonriendo. ¿Cómo una simple carta te hacía sentir así?
Leíste de nuevo la carta y encontraste algo indescifrable: "todo se junta. La boda de Greg, los aparatos dentales y mis días libres." ¿Eso significaba que irías a la boda o no?
Quedaba una semana para la boda, y unos días para la cita en el dentista de Niall. No habías hablado con él más que por mensajes de texto. No sabías si irías ni siquiera si habías entendido bien aquella carta.
Te encontrabas en casa de Scarleth, viendo algunas películas. Ella estaba dormida y tú intentabas no dormirte con aquel filme tan aburrido. Un mensaje te hizo dejar de cabecear.

"¿Estás lista? Xx" –Niall texteó.

¿Lista? ¿Lista para qué? –pensaste.

"¿Para qué?:D" –Respondiste.

"Sólo toma un avión y vente, te contaré después... ¡Ya quiero verte!" –volvió a mandarte.

No respondiste. Estabas confundida. Seguías reiterando en tu cabeza cada una de sus palabras. No querías emocionarte... pero y si... ¿Lo han dejado invitarte a la boda? ¿Lo han dejado estar contigo en público? ¿Será que ya todo será distinto? Preguntas las cuales no podías responderte.
Llegaste a casa, y tu mamá había dejado una notita en la mesa junto a un sobre.

"Esto estaba al final de la caja, si llegas cuando esté dormida cierra bien la puerta"

¿Más sorpresas?
Abriste el sobre. Era un boleto, y una invitación... era la invitación a la boda de Greg y Denisse.
Cubriste tus labios con tu mano y mirabas la invitación. Sonreías, era evidente que te había hecho la vida completa. Todo iba bien... hasta que recordaste que no tenías nada que llevar.

Tu: Madre mía... -Susurraste-

El hecho de no tener nada que ponerte, no te quitaba lo emocionada por ir a aquella boda.
Corriste a tu habitación y abriste el armario. Sacaste lo mejor de él pero nada te apetecía. Te tiraste a la cama y cerraste los ojos. ¿Por qué era tan difícil decidirte qué poner?
Al día siguiente, al ir a la escuela y sentarte junto a Catherine, recordaste que ella tenía muchísimos vestidos de última temporada. Claro, tenía siempre la mejor ropa. Aunque no era tan afortunada para encajar en cualquier lugar.

Tu: ¿Crees en la posibilidad de poderme prestar un... vestido? –Preguntaste tímidamente.
Catherine: ¡Claro! ¿Para qué lo quieres? ¿Festín, cena, cumpleaños, algo?
Tu: Boda...
Catherine: -Abrió de par en par los ojos- ¿Te vas a casar? Porque no tengo ese tipo de... -interrumpiste.
Tu: No iré a una boda. –Reíste, ella ruborizó- a la boda de un... amigo.

Dolía tener que decir amigo. A pesar de que ella ya se las oliera.

Catherine: ¿Vienes saliendo a casa? Te mostraré los mejores...

Le emocionaba el hecho de que te interesara ver su guardaropa. Nunca fue así, por ello era la primera vez que congeniaban con algo que no fuese la escuela.
Tenía vestidos largos, cortos y muy casuales. Uno de ellos te fascinó. Era asimétrico, de color gris muy elegante.

Tu: ¿podría ser este?

Catherine te miró como si fuese su mayor valor, y sonrió.

Catherine: Es mi preferido. Pero puedes usarlo. –Sonrió- te verás hermosa en él.

Tomaste el vestido. Lo probaste por encima de tu ropa y definitivamente te veías muy bien. Unos zapatos altos de plataforma corrida y unos lindos accesorios estarían perfectamente bien al asunto.
Regresaste a casa, dónde no dejabas de verte el vestido frente al espejo. Algo había en ti... algo estaba haciéndote verte diferente. ¿Será el vestido? ¿El peinado? ¿El cabello más largo? ¿Qué estaba provocando el verte más linda frente al espejo?

Tu: ¡Mamá! –Gritaste mientras te veías al espejo.
TM: ¿Mande? –Respondió desde dónde estaba.
Tu: ¿Podrías venir un momento?

No respondió. Escuchaste sus pasos y la viste de pie en el marco de la puerta.

TM: ¿Y ese vestido?
Tu: Me lo han prestado. Es lindo, ¿No?
TM: Sí, es bonito.
Tu: ¿Me notas diferente? –Sonreíste.
TM: ¿El vestido?
Tu: No, algo... en mí.
TM: Mmm... -entrecerró los ojos- Ay no sé corazón. –respondió tiernamente- ¿Por qué? ¿te sientes rara o algo?
Tu: Sí... me siento más... bonita. No sé, no sé por qué.
TM: Ay ____, eres muy bonita. Aparte, el amor te hace más blanda, desde que estás con él casi no te enojas y siempre estás feliz.
Tu: ¿Eso crees? –Sonreías frente al espejo.

Un mensaje interrumpió la vista de ambas. Era Niall...

"...


You'll never love yourself Half as much as I love you | n.h.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora