Cuando lo sacaste quedaste dudosa al tenerlo, miraste a tu papá quien sonreía.
TP: Vamos, ábrelo. –Dijo insistente.
Admirabas la portada, los colores... las canciones. Miraste a Niall, quien no podías creer tenerlo en portada. Suspiraste, y tu papá notó tu molestia.
TP: No... ¿No te gusta?
Tu: Si, si me gusta. Pero... no sé. ¿Por qué lo compraste?
TP: Por... para que ganaras ese Golden ticket.
Tu: -Sonreíste- Gracias. –No querías abrirlo, sabías que no ganarías. Estabas sensible, si él te veía con cara de angustia por no ganar, soltarías llorando- Y qué bueno verte de nuevo. –Dijiste al abrazarle- tengo que regresar a trabajar.
TP: Por favor, ábrelo, quiero ver si ganaste. –Decía emocionado.- y de nada.
Tu: papá... -Lo miraste tan emocionado que no pudiste negarlo- ya bueno, lo abriré.Quitaste la envoltura, y volviste a acariciar la portada. Abriste el disco, y había varias hojas. Agarraste el puño de hojas, y tu papá te cuidó el disco. Una era del lugar donde lo compró, otra un agradecimiento, y hasta atrás venía el Golden ticket. Se te hizo un nudo en la garganta, tu papá notó tu asombro.
TP: ¿Ganaste?
Tu: Si... -estabas en shock. Mirabas el Golden ticket. Te imaginaste en que verías a Niall, y que podrías convivir con él, y todo eso.
TP: ¿Enserio?
Tu: Si... -Le sonreíste.
TP: ¡Felicidades! ¡Al fin los conocerás! –Tu papá no sabía todo lo vivido.
Tu: -Tus ojos se humedecieron, y él te abrazó- Gracias...
TP: No llores cariño... -Decía mientras acariciaba tu cabello.- ¿Estás emocionada?
Tu: Si... -Y también estabas lo suficientemente sentida con Niall que te dama miedo que no te hiciera caso ese día.
TP: ¿Y a dónde viajarás?
Tu: Ah... -Te separaste de tu papá- viajaré a Nueva york. –Limpiabas tus lágrimas-
TP: Bueno, te dejaré trabajar. –Decía orgulloso de ti- Nos vemos en la casa, y así me dices con detalles de todo esto, ¿Sí?
Tu: -Asentiste- sí, gracias de nuevo. –Dijiste al limpiar tus lágrimas-
TP: Ya no llores. –Dijo al besar tu frente.Caminaste de regreso al aérea, y Jennel te vio limpiándote las lágrimas, y con la bolsita de la tienda de discos.
Jennel: ¿Eh? ¿Estás bien? –Dijo preocupada.
Tu: Sí, solo que lloro por sentimental. –Suspiraste-
Jennel: ¿Qué es eso?
Tu: Me regalaron un disco.
Jennel: ¿Quién?
Tu: Mi papá, vino, y me lo regaló.
Jennel: Oh tierno, ¿y qué? ¿De quién es?
Tu: De... One Direction.
Jennel: ¿Y estás emocionada?
Tu: Al principio no, porque me había decidido olvidarles.
Jennel: ¿Olvidarles? ¿Qué? ¿Por qué?
Tu: Niall fue un lindo cuando vino, y ahora no me responde, y me pone mal. Lo amo, y es extraño y enfermo que me enamore de él. Me siento enferma, ya que siento que no es de mi cultura o no sé, lo siento inalcanzable y lo hace notable.
Jennel: Ay linda. –Dijo al darte un abrazo- ánimo querida, hay más.
Tu: Para mí ahorita nomas es él. –Dijiste con tristeza- y... me gané el Golden ticket.
Jennel: ¿Qué es eso?
Tu: Un boleto gratis para ir a verlos a Nueva york, todo pagado, y son varios días allá. G
Jennel: ¿Y cómo te sientes?
Tu: No sé, siento como si hubiera peleado con él, o le hubiese hecho algo malo y él me odiase, y... siento feo ir y que me rechace.
Jennel: no lo hará, ten fe. A lo mejor y aclaran cosas, al menos tú te aclaras de sus intenciones.
Tu: Eso quiero. –Sonreíste sin fuerzas.Cuando regresaste a casa, tú, tu mamá y papá hablaron sobre ese Golden ticket. Tendrías que ir con un adulto ya que no eras mayor de edad. Y estabas de acuerdo, tu papá se ofreció, pero tu mamá era quien sería la mejor compañía, aunque te hubiera prohibido hablarle. Pero le mentiste diciéndole que vas como fan, no como nada más, ni te le acercarás. Ella te creyó, y decidió ir ella contigo. Faltaban unas semanas para ello, pero no te emocionaba, sino solo te daba nervios de verlo de nuevo. Le contaste a tu papá todo lo sucedido, y ahora dudaba con dejarte ir. Temían por tu bien, pero ellos ya no podían decidir por ti. Eras una mujer, casi mayor de edad que podía decidir por sí sola, y ellos temían y te lo decían, pero no pudiste negar que si deseabas seguir con él, y te hubiese encantado ser su novia. Pero lo único que querías ahora era verle por última vez, ya que les habías dicho que sería una despedida. Pero mentiste, solo sería una buena ocasión, una gran oportunidad y una suerte enrome, así podrías aclarar ciertos puntos, aunque él jamás te confundió como cualquiera, él solo fue amable, pero querías saber porque tanto distanciamiento entre ambos. El día de tu paga número tres, de dirigiste al centro comercial a comprar algo junto a Scarleth. Era cumpleaños de ella, y habían decidido ir a comer, lo cual le invitaste a un restaurante.
Scarleth: ¿Qué le dirás a Niall cuando lo veas?
Tu: No sé... no tengo idea. No creo poder acercarme mucho.
Scarleth: No sabes cómo me gustaría ir y decirle, ¡Ey tú! Si, tú rubio desabrido, mi amiga te ama y le has roto el corazón. Deja de ser mar... -Interrumpiste.
Tu: Entendí, entendí. –Dijiste riendo.- pero no deberías tratarlo tan mal. Yo que soy la afectada no le odio... y así debe de ser.
Scarleth: Yo no lo odio... pero... -Dijo al comer un bocado de su plato- debería respetar a las damas. El día que lo vea; que espero si pase... le diré muchas cosas.
Tu: ¿Cómo qué?
Scarleth: Le diré lo mucho que vales, y que no eres una muñeca, luces como una, más no lo eres. Y que si piensa jugar, pues que vaya a una juguetería y se deje de babosadas. –Decía algo molesta- yo que creí que sería el que mejor tuviera comunicación con una fan. Por Dios, lo trataste mejor de lo que has tratado a tus novios anteriores. ¿Y se aleja? Es un bastardo.
Tu: No le digas así...
Scarleth: ¿Ves? ¡Aun lo defiendes! Dios, admiro que no le odies.
Tu: No lo odio, pero porque lo amo.
Scarleth: Del odio al amor hay un solo paso. Y viceversa. Sé que algún día te mirará y dirá, Oh vamos, esta mujer es increíble.
Tu: -Reíste- eres mi mejor amiga, por eso lo dices.
Scarleth: No, podría ser un extraño e igual lo creería...Le sonreíste halagada, minutos después, miraste a un chico que les observaba. Se levantó y se dirigió a su mesa.
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You'll never love yourself Half as much as I love you | n.h.
ספרות חובבים..."Respecto a tu confesión aquel día, yo te dejo escrita la mía: Cuando supe que estaba enamorado de ti, comprendí que las personas no se enamoran de las inseguridades... ni de las mismas seguridades; Si no se enamoran de cómo es que te hacen senti...