Capítulo 48.

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Hablaba sobre ti. 

"No dije nada al respecto, sabía que tenía que esperar la aprobación de lo que digo. Ella tampoco dijo nada, estoy seguro"...
Recordaste haberle dicho a aquella chica que sí estabas saliendo con él... tu estomago dio un vuelco y te hizo sentir una traidora.

"¿Podré hablar de ello o no?" escuchaste decir... estabas tan entretenida en querer escuchar que no te diste cuenta de que Maura estaba en la habitación contigo. Logró asustarte cuando viste que colocó el medicamento de Niall en la mesa junto al vaso de agua.
Diste un pequeño sobresalto, y ella soltó una risilla, disculpándose por haber asustado.

Maura: ¿Todo está bien?
Tu: Claro, ¿Por qué la pregunta?
Maura: Los escuché discutir un poco.
Tu: Bueno... -Interrumpió
Maura: No quiero que creas que soy una entrometida...
Tu: no para nada. –Le sonreíste-
Maura: ¿Y tu mamá?
Tu: Estaba cansada, me pidió la habitación para dormirse... supongo que no está acostumbrada a caminar tanto.
Maura: Ni yo lo estoy... -Dijo al sentarse a tu lado-
Tu: -Miraste la hora- ya casi es hora de irse a dormir, supongo que dormiremos como ángeles.
Maura: Eso espero.

Se quedaron un momento calladas, miraste el medicamento en la mesa y no pudiste resistir en preguntarle sobre su rodilla.

Tu: ¿Desde cuándo la rodilla de Niall está descuidada?
Maura: ¿No te lo ha dicho él?
Tu: Sinceramente no.
Maura: Que extraño.

Pensabas: Sí, lo mismo digo.

Maura: Ama andar saltando en sus conciertos y jugando fútbol. De todo... se lastimó en un partido con los chicos.
Tu: ¿Enserio?
Maura: Sí, es como un... esguince o algo así. Jamás eh entendido, pero se le quitará hasta que él se opere o lleve una terapia.
Tu: ¿Enserio? –Comenzabas a preocuparte.
Maura: Sí.
Tu: Oh, ¿y por qué caminó tanto el día de hoy? ¿No es malo para él?
Maura: Sí, lo es. Pero él estaba muy contento de mostrarles lo mejor del país.
Tu: -Suspiraste- Dios... -Dijiste al inclinarte hacia adelante y tallar tu rostro.
Maura: Tranquila... -arrulló tu espalda- no hay necesidad de sentirse culpable.
Tu: Así me siento...
Maura: No pasa nada... él mejorará, solo debes decirle que debe reposar, eres a la única a la que le haría caso.
Tu: ¿Y si no quiere?
Maura: Querrá ya verás.
Tu: ¿Podría no decirle que le pregunté sobre esto?
Maura: Claro, no le diré nada.

Minutos más tarde llegó Niall a sentarse con ustedes. Caminaba lentamente y podías notar que le dolía su rodilla. No le dijiste nada, pero se mostraba algo irritado por aquella llamada.
A tres días de regresar a su país, ya habían recorrido la mitad de Irlanda, él no había querido para hasta que conocieran lo mejor de donde se obró.
Mientras Maura y tu madre se encontraban en la cocina haciendo un postre entre ambas, tú te encontrabas con Niall en la sala. Él se mostraba cansado y tenía hinchada la rodilla.
Estaba acostado en tus piernas mientras tenía la pierna lastimada en alto.

Tu: Amor... ¿No quieres ir al doctor?
Niall: No, estoy bien...
Tu: ¿Enserio? Se ve muy hinchada...
Niall: No, enserio.
Tu: No estoy tan segura de hacerte caso y quedarnos aquí.
Niall: Siempre he tenido problemas con esta rodilla, sólo necesito descansar.
Tu: ¿Desde cuándo?
Niall: desde hace dos años lidio con esto...
Tu: Yo opino que debemos ir a revisarte eso.
Niall: No quiero gastar tiempo en el hospital.
Tu: ¿Por qué no?
Niall: Porque quiero que pasen unas lindas vacaciones.
Tu: ¡Ay por favor! –Dijiste al suspirar- llevamos tres días ya y han sido fascinantes y llenos de carga. Has hecho todo lo que hemos querido, y ahora quiero que vayamos al hospital y te revises de nuevo la rodilla.
Niall: ¿Y si tengo que pasar ahí más de dos días?
Tu: Pues conoceré un hospital irlandés ¿cuál es el problema?
Niall: Que te aburrirás...
Tu: Estando contigo creo que jamás podría.

Después de unos minutos de convencimiento, Bob quien tenía el coche los llevó al hospital a ti y a Niall.
Estuvieron unos minutos en sala de espera antes de que les dieran el paso con el doctor, el servicio era rápido, pero igual no había muchas personas. Era muy tarde, solían haber más en la mañana o en la noche.
El doctor le hizo unas radiografías y algunos estudios más a Niall, y al parecer era un tanto serio el problema. Tenía su rotula literalmente volando y algunos de sus ligamentos estaban totalmente rotos. Niall lucía asustado y con ganas de quererse arrancar la pierna. Le colocó una inyección para tranquilizar el dolor y le dio la opción de hacerse una futura operación o usar por un tiempo un bastón o unas muletas para ver si llegaba a arreglarse un poco aquella herida.
Niall pidió tiempo para pensarlo, ya que no tenía dos meses libres para su fácil recuperación, tendría que ser después de su tour ya que no podría moverse si la hacía en ese momento.
Le dieron la orden de comprarse unos bastones especiales y con mejor comodidad que uno de un viejito. Le pidieron reposo necesario más no absoluto y hielo durante dos días para que desinflamara con mayor rapidez.
Niall se encontraba en el sofá de la casa mientras tú habías ido a comprarle junto a Maura y tu madre un regalo para que se mejorara.
Le contaste a tu madre todo lo que había dicho el doctor y ella te había asustado a ti diciéndote algunas bromas.
Al estar de regreso, llevabas el regalo de Niall en las manos. Le diste un tierno beso en los labios y lo despeinaste un poco.

Tu: Te he comprado algo. –Sonreíste.
Niall: ¿Qué es? –Sonrió
Tu: Algo con lo que estaremos ocupados la mitad de la tarde. –Dijiste darle la caja que tenías en las manos.

Niall lo abrió y vio que era...


You'll never love yourself Half as much as I love you | n.h.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora