La Chica Que Creyó

Capítulo 3. Paulen

                                                                                                       Significado de "Sábado" en la vida de Paulet: escuchar el tecleo desenfrenado de Caroline todo el día. 

¿Por qué le dan el día para no ir a la oficina pero trabaja en casa? ¿Cuál es el punto? Sí quieren que trabaje, que lo haga en la oficina. Pero si el punto es que "descanse" que le den ese día libre también y no solo el domingo.

Estúpidas empresas y sus ideas sin sentido para "mejorar" el estado del trabajador y la "unión" familiar.

"Me pregunto si algún día se darán cuenta que en verdad no funciona"-se preguntaba Paulet una y otra vez.

-Buenos días- guíe mi mirada hacia la voz encontrándome con una Caroline en pijama con la vista en la pantalla moviendo los dedos como si no hubiera un mañana.

-Buenos días.

-¿Tienes hambre?

-No mucha- sin más, entró a la cocina con Wendy detrás.

Y esa, es el tipo de conversación que tengo todos los días con mi "queridísima tía".

El hecho de que no se refiriera a ella como su "tía", no era porque la odiara o algo así solo que, en verdad, era su tía. Era alguien que se casó con su verdadero tío. Lo cual la hacía su tía política pero, ¿cuál es la diferencia?

Después de dar agua y comida a Wendy, se dedicó a hacer su "súper desayuno" -que consistía en dos tazas de té de manzanilla y media pieza de pan integral. A veces extrañaba tener apetito. Recordar que se siente ese extraño sentimiento en la barriga cuando tenías hambre y olías comida.

Asquerosa leucemia.

-¿No crees que deberías quitarte esa pijama de un vez?- dijo Caroline.

¿No crees que no deberías dar tu opinión si nadie te la pidió?­–pensó Paulet.

-¿Alguna razón por la cual debería hacer eso?- contestó

-Te doy dos: número uno, ya es tarde y no deberías estar con pijama todo el día.

Pero tú sí puedes. Claro.

Y número dos-continuó-: hoy tienes tu chequeo mensual.

-Oh...

-Si "oh..."- cerro su computador y miró a Paulet por arriba de sus gafas-. Deberías ir a arreglarte o se te hará tarde.

-Sí, verdad, yo am... Voy a, sí eso- con la mirada perdida se hizo camino a su habitación

¿Nerviosa? ¿Se notó mucho? Dirán "oh, es solo un chequeo ¿Qué tan malo puede ser?" ¿Qué tan malo puede ser? Te lo planteare de una manera fácil: imagina que tienes una enfermedad terminal yestás en un nivel ya malo que puede empeorar ¿no tendrías miedo a la posibilidad de que la sea peor? Así de malo puede ser.

Paredes blancas con una franja azul exactamente en la mitad, sillas incómodas color azul con color plateado en las patillas, una recepcionista muy alegre que le brindaba una sonrisa a cada persona que se acerca a su escritorio y nunca deja de mirar su monitor ni de mover los dedos en su teclado; Personas tosiendo, moqueando, completamente sanos pero locos de la salud que van cada semana a una revisión, mujeres embarazadas, niños jugando o llorando, mujeres gordas leyendo revistas, mujeres bien vestidas sentadas completamente derechas y puertas con números del 300 al 330. Estas cosas y personas la rodeaban en aquella clínica infernal que lo más quieta que le permitía estar, era una secuencia de movimientos de la pierna derecha: arriba, abajo. Arriba, abajo. Arriba abajo a un ritmo constante