Capítulo 11. Migajas de pan

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Significado de "Mañas en un fin

 de semana" en la vida de Paulette: 

 infierno

Paulette estaba en un muy profundo sueño, descansando como no lo había hecho en años. Wendy reposaba a su lado soltando pequeños ronquidos de vez en cuando. Pero Paulette no contaba con que Caroline dejaría que Evan entrará hasta su habitación y él la estaría mirando fijamente como todo un acosador.

̶ Buenos días, bella durmiente ̶ dijo Evan en el momento que Paulette abrió los ojos causando que la chica gritara lo más agudo y fuerte que sus cuerdas vocales y pulmones le permitieron.

̶ ¿¡Qué rayos estás haciendo aquí?! ̶ exclamó la chica con el mismo volumen que uso al gritar, poniendo a su mascota aún más inquieta.

̶ Esperaba a que despertarás pero visto que ya es así, tengo que decirte que te pares y cambies para poder empezar con el plan.

̶ Primero que nada: tienes un muy serio problema con los planes. Y ¿¡cómo rayos entraste?!

̶ Tu tía me dejó entrar ̶ contestó Evan muy calmado.

̶ La voy a matar... ̶ dijo Paulette en voz baja pero lo suficientemente fuerte como para que Evan los escuchará.

̶ Sí, sí. Mata a quien tú quieras pero, primero cámbiate. Tenemos cosas que hacer ̶ interrumpió él.

̶ No quiero ir a ninguna parte ̶ dijo Paulette metiéndose debajo de las sábanas otra vez.

̶ Eso dices ahora, pero ya que hagamos lo que tengo planeado, agradecerás haberte levantado.

Paulette no dijo ni hizo nada. Solo se quedó dónde estaba, cruzada de brazos y girando los ojos por cada palabra que salía de la boca de Evan.

̶ Anda, arriba ̶ siguió insistiendo el muchacho. ̶ Te compraré un helado.

̶ Tuve un helado ayer, gracias ̶ contestó Paulette. ̶ Y no me harás salir de mi hermosa cama ofreciéndome un sencillo helado.

̶ Tal vez no con uno sencillo, pero ¿qué tal si lo hacemos doble?

̶ Tentador, pero no. Mi cama sigue ganando ̶ sacó la cabeza de las sábanas y se acomodó para volver a dormir. ̶ Ahora, vete de aquí y cierra la puerta al salir.

̶ Muy bien señorita, acabaste con mis estrategias y solo me queda una cosa por hacer.

̶ ¿Irte? Me parece una idea perfecta. Nos vemos el lunes.

̶ Nada parecido, Reina del Hielo.

̶ Es la segunda vez que me llamas así y si hay una tercera... ¡ah! ¿Qué crees que estás haciendo? ¡Bájame, inepto! ̶ reclamaba Paulette, cuyo cuerpo se encontraba sobre el hombro derecho de Evan y las manos de este estaban en su espalda descubierta mientras pataleaba y golpeaba la espalda del chico con los puños.

̶ Te dije que solo tenía una opción más ̶ dijo Evan saliendo de la habitación aun con Paulette en su hombro y dirigiéndose al baño ̶ Y esto está es m última opción.

̶ ¡Pues es la peor idea que vas a tener en toda tu horrible vida! ̶ siguió reclamando la chica. ̶ ¡Bájame ya!

̶ Muy bien ̶ dijo el "secuestrador" de Paulette mientras la dejaba delicadamente en el piso del baño. ̶    Ahora, haz lo que sea que hagas en las mañanas. Te espero en la sala.

̶ Pero...

̶ Nos vemos en veinte minutos ̶ interrumpió Evan antes de sonreír y cerrar la puerta del baño dejando a una muy confundida Paulette.

La Chica Que CreyóDonde viven las historias. Descúbrelo ahora