Capítulo 10. Desaparecida

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Significado de "Día libre" en la vida de 

 Paulette: Visitar todos y cada uno de sus

 lugares favoritos.

El lunes por la mañana, Evan se encaminaba muy feliz a la banca esperando poder conversar un poco con Paulette pero, cuando estuvo enfrente de está, no había señal alguna de la chica. No se preocupó en lo más mínimo porque como unos días antes, probablemente había seguido caminando o aun no salía de su departamento. Se iba más con la primera opción pero algo le hacía sentir que ninguna era correcta.

Llegando al instituto, lo primero que el chico hizo fue buscarla. Pero después de darle dos vueltas a la escuela, no la encontró por ninguna parte, aunque aún tenía esperanzas de que tal vez estuviera en el sanitario. Tal vez la vería en clase, ¿no? Bueno, la respuesta es no. Las clases pasaron, el descanso pasó, más clases y sin darse cuenta, la clases ya habían terminado y no había señal alguna de Paulette así que, en cuanto el profesor los despidió, salió corriendo al edificio que ambos compartían.

Sintiendo los latidos de su corazón en la cabeza y tomando enormes bocanadas de aire, tocó la puerta del último apartamento del pasillo en el cual la chica vivía pero, nadie abrió la puerta. Siguió esperando por unos cuantos minutos pero aun nadie abría. Evan era un manojo de nervios. Los vecinos que llegaban a salir, lo veían llenos de curiosidad pero parecía paranoico y solo susurraban un pequeño "buenas tardes" cuando pasaban a su lado o simplemente seguían caminando.

̶ Muy bien, Evan, respira y piensa: ¿dónde puedes encontrar a Paulette...? ̶ después de unos segundos, Evan sintió que el aire regresaba a sus pulmones y que todo estaría bien. ̶ ¡Claro, eso es! ̶ exclamó el chico y nuevamente salió corriendo hacía uno de los muchos lugares que pasaron por su mente.

Lugar #1: Cafetería detrás de la escuela.

Sin entrar, buscó por todas partes a la chica de piel pálida, pero no hubo resultado alguno. Lo más parecido que encontró a Paulette, fue una chica con gafas leyendo un libro pero claramente no era ella. Empezando porque tenía la piel bronceada. Pero aún tenía que preguntar, tal vez estuvo ahí en algún momento

. ̶ Disculpa ̶ dijo Evan a una empleada que se encontraba barriendo. ̶ ¿Una chica más o menos de esta estatura, ̶ señaló su hombro ̶ ojos grises, verdes o azules, cabello castaño y piel muy pálida estuvo aquí?

̶ Esa es una descripción muy específica ̶ contestó la chica riendo ̶ pero no lo sé. Mi turno acaba de comenzar, tal vez debas preguntarle a esa chica de ahí. ̶ señaló a la chica de piel bronceada que leía ̶ No sé cuánto tiempo lleva aquí pero si tienes suerte, tal vez la vio.

̶ Gracias ̶ dijo Evan y se dirigió a hablar con la chica. ̶

Hola, perdona que te moleste ̶ repitió la descripción que le había dado a la otra chica.

̶ No sé porque la buscas con tanta ansía pero tienes suerte: hace varias horas ya, estuvo aquí y platicamos un poco.

̶ ¿En serio? ¡Eso es genial! ¿No te dijo a dónde iba?

̶ No, lo siento.

̶ Muchas gracias ̶ tras decir esto, salió corriendo al siguiente lugar

Lugar #2: Librería

Buscó pasillo por pasillo, caja por caja y mesa por mesa pero nuevamente, no había señales de la chica.

Preguntó a uno de sus compañeros (el cual trabaja mucho tiempo. Desde que abría hasta que cerraba) si sabía algo de Paulette, él confirmó la visita de la chica y dijo que había estado ahí aproximadamente a las 12 pm.

La Chica Que CreyóDonde viven las historias. Descúbrelo ahora