Esquizofrénica ✅

18

- ¿Papá? - pregunto.

Él no dice nada.

Trato de incorporarme, pero me empuja hacia abajo.

- Estoy bien. - le digo.

- No, ¡no estás bien! - grita.

Su tono de voz enojado me toma por sorpresa.

- Lo siento. - digo.

- Eso no es suficiente - dice mi mamá.

- Te dije que tendrías que comportarte. No lo has hecho. Casi golpeaste a su madre. ¡Me golpeaste a mí!

¿Lo hice?

- Lo siento.

- Eso no es suficiente - repite mi madre.

- ¿Qué quieres decir? - pregunto.

No tienen tiempo para responder porque unos hombres desconocidos vienen corriendo a mi habitación.

¿Qué? ¿Quiénes son? ¿Qué hacen aquí?

Vienen a donde estoy y un hombre mira a mi padre como pidiendo su permiso.

¿Permiso para qué?

Mi padre asiente con la cabeza y me deja ir. El hombre viene hacia mí y me carga.

- ¡¿Qué?! ¡¿Qué estás haciendo?! - lucho contra él. - ¡Déjame ir!

El hombre solo me sostiene con más fuerza.

- ¡No! ¿Qué demonios? ¡Papá! ¡Ayuda! - estoy gritando y retorciéndome contra este hombre que no conozco. - Papá, por favor, ¡no dejes que me lleve! - ruego.

Mi papá solo camina lentamente hacia mi mamá y la sostiene en sus brazos.

- ¡PADRE! - grito desde la parte superior de mis pulmones, pero el hombre me saca de mi habitación.

Empiezo a llorar de frustración.

- ¡Ayúdenme! - lloro en voz alta. - ¡Por favor!

Nadie viene a mi rescate. Dejo de luchar con el hombre que me está llevando y miro hacia arriba para ver el pasillo que estamos dejando atrás. Pero el pasillo no está vacío. Los muertos están mirando directamente hacia mí. Todos ellos. Burlándose de mí.

Dejé escapar unos cuantos sollozos.

-Por favor. - susurro antes de que me saquen de mi casa.

Caminan hacia una especie de furgoneta con la lectura 'Hospital de Psiquiatría de Georgia' en el lateral.

¿Psicopático?

No, no estoy loca.

- No, estoy bien. - le digo al hombre que me lleva.

No me había dado cuenta hasta ahora que sus uniformes son blancos.

¿Enfermeros?

- Por favor - les ruego. - No me lleven allí. Estoy bien. No estoy loca. No soy una psicópata. Por favor, déjame ir.

Ellos me ignoran.

- Por favor. - sigo rogándoles.

Me siguen ignorando. Me llevan a la camioneta y yo lloro aún más.

~♢~

En los pasillos del Hospital de Psiquiatría, oigo a la gente gritando, otros riendo y algunos llorando.

El mismo hombre que me sacó de mi casa en contra de mi voluntad me lleva ahora. Todavía estoy luchando contra él.

No quiero estar aquí.

No necesito estar aquí.

No estoy loca.

- Le dije que estaba bien. - lucho con más fuerza contra el hombre que me lleva pero él no me deja ir. Simplemente aprieta su agarre en mí y yo grito. - ¡Déjame ir!

Otros hombres vienen corriendo hacia nosotros y tratan de mantenerme firme, pero yo no soy de las que se dan por vencida sin antes luchar. Yo grito y me giro y pataleo.

Me retuerzo más duro contra ellos hasta el punto que un hombre tiene que inyectarme algo para que me quede quieta y pierda la conciencia.

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¡Hola!

De veras intenté subir capítulo antes de Año Nuevo, pero entiendanme por favor. Se me hizo súper difícil.

¿Pueden creer que cuando terminé la primera semana de Servicio Social, dormí 16 horas? No les miento, de verdad dormí 16 horas por lo agotada que estaba. Hablar con abuelitos y limpiar es muy difícil para una persona como yo que no hace casi nada.

Así que, pido disculpas por no haber actualizado antes, pero habiendo dicho eso...

¡FELIZ AÑO NUEVO!

Espero que la hayan pasado fantástico con sus familiares/amigos/lo-que-sea.

Yo la pasé súper con una parte de mi familia. La otra parte estuvo en la ciudad (Panamá; yo, en Las Tablas).

Bueno... espero que les haya gustado este capítulo.

Por favor voten, comenten o compartan.

¡Gracias por leer!!

Besos,

Tiffany<3

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