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Hace 2 días, las voces en mi cabeza se callaron. Sé que debería estar aliviada, pero tengo miedo porque nunca sé lo que están planeando.

De repente, oigo pasos.

Levanto la vista hacia la puerta de mi celda.

¿Es la enfermera?

No, no puede ser. Ella entró hace una hora.

Un hombre alto está de pie fuera de mi habitación/celda. Puedo ver su cara a través de la pequeña ventana en la puerta.

- Hola hermanita. - dice él.

¿Hermanita? Al igual que en hermana?

¿Quién es este hombre?

Se ve en sus treinta años o a los finales de sus veinte años.

Él está sonriendo.

¿Es un paciente loco?

Espera un segundo... reconozco esa cara.

- ¿Adam? - susurro sorprendida.

De repente, todos los recuerdos vienen corriendo hacia atrás.

Me acuerdo de mí a los 6 años de pie junto a la puerta de mi habitación en Columbia. Yo estaba mirando a un niño de 11 años que jugaba en su Xbox en lo que yo conozco como mi vieja 'habitación de huéspedes'. Pero en mi memoria, no se parece a una habitación de huéspedes; parece la habitación de un niño... su habitación, la habitación de Adam. Él deja de jugar su Xbox para mirarme. Apresuradamente di la vuelta y entré en mi habitación.

Otro recuerdo es de mí a los 10 años corriendo por la casa riendo mientras que un Adam de 15 años intenta atraparme. Estamos muy contentos. Como una familia normal y feliz. Como... hermano y hermana...

Y la siguiente y última memoria es de un joven de 17 años, Adam, persiguiéndome a mí de 12 años dentro de la casa... con un cuchillo. Estoy llorando y corriendo mientras oigo que me dice cómo todos deben morir.

Regreso al presente cuando escucho su voz.

- Te acuerdas de mí. - dice complacido.

- ¿Tú existes? - murmuro, sacudiendo la cabeza.

¿Él es mi hermano?

No. No es posible.

- Te extrañé. - se pone aún más cerca de la ventana enrejada. - A pesar de que me enviaron aquí por ti -, dice.

- ¿Por mí? - estoy confundida.

- Si hubieras muerto... No me habrían enviado aquí. Tú les dijiste. - él mueve la cabeza hacia un lado.

- ¿Cómo estás aquí? - estoy teniendo problemas para respirar.

- Me reubicaron. Supongo que tengo que darte las gracias a ti. Las duchas aquí son mucho más cálidas. Nuestros padres siempre me visitan. Ellos me mantienen al tanto de todo lo que sucede. A causa de tu pequeño incidente en Columbia, nuestros padres decidieron mudarse. Ellos no me podían dejar atrás ahora, ¿cierto? Yo quería venir a visitarte antes, pero por lo general me mantienen encerrado en una celda. - susurra para que sólo yo pueda oír: - Ellos piensan que voy a volverme loco y empezar a matar gente. - se ríe. - Absurdo, ¿no?

- ¿Qué es lo que quieres de mí? - le pregunto, mi voz quebrándose.

- ¿Ahora mismo? Nada. Lo sabrás después. Pero hay una cosa que he estado deseando preguntarte desde que te vi. - guarda silencio. - ¿Me extrañaste? - sonríe.


FIN


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¡Hola!

Gracias por quedarse a leer esta historia hasta el final! De veras lo aprecio y los quiero con todo mi corazón. ¡Gracias!

Solo para que sepan, si hay un epílogo. Al principio no había y había decidido dejarlo hasta aquí, pero varías personas me lo pidieron y pues... para complacer a todas esas personas (y que no me mataran cuando me vieran), decidí escribir el epílogo y trataré subirlo aquí cuanto antes posible.

De nuevo, gracias por leer. Espero que les haya gustado este capítulo y todos los anteriores. Son lo mejor por tan solo leer este libro. Los amo y espero que se queden conmigo cuando vaya a escribir Sola en el Mundo.

Diganme si quieren que les dedique un capítulo y les aseguro que en menos de 15 minutos después de que haya leido su petición, les tendré el capítulo dedicado.

Por favor, voten, comenten, compartan... lo que ustedes quieran <3

Gracias por todo.

Besos,

Tiffany ;)


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Esquizofrénica ✅Donde viven las historias. Descúbrelo ahora