Parte nueve

923 147 13
                                    

Niall

Podía esperar que quien tocaba la puerta fuera el presidente, inclusive el vagabundo que tenía en mente... Pero Zayn estaba ahí.

— Hola pequeño freak —traía una bolsa de supermercado en cada mano y lucía estar muriendo de frío— No es por ser inquieto ni nada de eso... Pero... ¿Podríamos entrar al departamento? Me estoy congelando...

— ¡Oh claro! Pasa —por muy alegre que me pusiera, seguía sin comprender que hacia aquí— Pensé que estarías con tu familia...

Seguí a Zayn hasta la cocina, donde coloco las dos bolsas sobre la alacena.

— Navidad nunca ha sido una fecha especial para mi familia

— Hoy es noche buena —corregí— Navidad es hasta mañana...

— Noche buena, Navidad... Es casi lo mismo —dijo, mientras comenzaba a sacar comida de las bolsas—.

— Supongo...

Sabía que debía preguntar que es lo que hacia aquí, no habíamos hablado durante dos semanas y de pronto llegaba como si nada hubiese pasado. Además que nada aseguraba que yo estaría en casa está noche.

— Zayn... —él asintió, dando a entender que me estaba escuchando— No quiero sonar descortés ni nada... Pero... ¿Qué haces aquí?

Él hizo una mueca, mientras dejaba lo que estaba haciendo y me miro. Ninguno de los dos emitía palabra alguna. Sólo estábamos viéndonos a los ojos, era como una competencia entre quien parpadeaba primero.

— Niall —el empezó— Lamento haberme ido sin decir nada el otro día —movía las manos de forma nerviosa— Yo... Sólo... Necesitaba aclarar algunos asuntos...

— ¿Asuntos? —quizá necesitabas huir de mi—.

— Ya sabes —dijo volviendo a hacer lo de antes— Cosas triviales... ¿Tienes cuchillo y tabla para piar?

— Sí —dije, decidiendo dejar el otro tema de lado— Están en el cajón que tienes a lado...

— Gracias —sonrió mientras sacaba lo que necesitaba— ¿Niall?

— ¿Necesitas algo más? —pregunte al ver que no decía otra cosa.

— ¿Te gustaría cocinar conmigo?

Zayn había dicho que pensaba hacer una torta española y le dije que no tenía idea de como se hacía eso. Él sólo río y dijo que me enseñaría.

— Primero debemos pelar las papas —camino hasta el lavabo para poder lavarlas— ¿Crees que puedas hacerlo?

— Claro que puedo —dije de forma obvia ante la pregunta— Bobo...

Pelé las papas, mientras Zayn cortaba en pequeños cuadros cebolla, pimientos y champiñones. Cuando acabe con las papas, las tomo y siguió cortando.

— ¿Que sigue? —pregunte entusiasmado—.

— Pondremos todo esto al fuego con aceite y batiremos cuatro huevos

No seas malpensado Niall, mente sana y limpia... Sana y limpia...

— Okey ¿y después?

— Esperaremos

Terminamos de cocinar y empece a poner la mesa, mientras Zayn veía que no se quemara la "gran cena".

— ¡Esta listo! —grito, mientras caminaba hasta la mesa y colocaba los platos sobre los manteles.

— Huele bien —mencione al sentir mi estómago rugir—.

— Espera a que lo pruebes —Zayn tomó asiento al igual que yo— Buen provecho...

Comenzamos a comer y pude sentir el queso derretido (que Zayn le había agregado) y todo mezclado haciendo la combinación perfecta.

— Esta delicioso —mencioné con al boca llena—.

— Lo sé —me miro risueño y sentí mis mejillas colocarse—.

Seguimos comiendo en total silencio. Estábamos a punto de terminar cuando Zayn hablo.

— Niall... Realmente lamentó lo del otro día —chocamos miradas— Es difícil de entender que aún no te has dado cuenta...

— Zayn, no estoy entendiendo... ¿Darme cuenta de que?

— ¡Lo ves! —grito, mientras se paraba de su lugar— ¡Ni siquiera me has reclamado por no haberte hablado durante dos semanas!

Esto no me está gustando

— No grites, por favor... No te he reclamado porque no soy nadie para hacerlo... Quizá estabas muy ocupado como para hablar conmigo...

— ¡Carajo! —volvió a gritar— Realmente no te das cuenta, ¿cierto?

— Zayn, quiero entender —suspire, para mantener la clama— Pero no puedo si sólo me repites la misma pregunta.

— Niall, me gustas... No sólo como un amigo. Me gustas ¡Joder! Llevo sólo dos jodidos meses de conocerte y estoy seguro que eres lo mejor que me ha pasado en la vida...

Y ahí estaba yo, sentado la otro lado de la mesa sin saber que demonios hacer... Escuchando como Zayn me gritaba todo lo que sentía por mi, y sí decía otra palabra más estaba seguro que me rompería. Porque, siempre quise ser amado y ahora lo estaba siendo. Pero no encontraba palabras para devolver el favor.

— ¿No dirás nada? —pregunto Zayn, con el ceño fruncido. Suspiro— Lamento haber venido... Sólo... Fingíamos que esto nunca paso...

Zayn comenzó a caminar hasta la puerta y de un momento a otro yo estaba a su lado, sosteniendo su brazo para que no avanzara más.

— No te vayas —suplique— Por favor... No vuelvas a irte...

— Dame un propósito para no irme —dijo volteando a verme completamente— Un propósito, sólo uno...

— Porque... Yo... Te necesito.



Palomitas de maíz {Ziall Horalik}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora