Parte Doce

939 129 5
                                    


Niall

Era 31 de Diciembre y faltaban cinco horas para que fuera año nuevo. Zayn se encontraba en mi apartamento, había sido así desde el 24 por la noche. Después de aquel beso, festejamos un poco más (por no decir que eran las 6:30am) cuando decidimos que era hora de dormir.

Cuando despertamos, comimos las migajas que se encontraban en el refrigerador y pasamos el resto del día viendo películas de parejas cursis acarameladas. Pero a mi parecer nosotros éramos los acaramelados, puesto que Zayn no paro de susurrar cosas lindas en mi oído y besarme las mejillas.

Es extraño, como de un día para otro todo cambia y la velocidad con la que el tiempo camina. Un Día estas festejando Año Nuevo con tu familia; pasan días y decides que es tiempo de mudarte, pasas semanas y te preguntas ¿por qué coño querías mudarte?, pasan meses y te acostumbras al cambio que ha tenido tu vida.

Zayn, es el mejor cambio que he tenido en la vida. Cuando era más chico, nunca pude encontrar a una persona que me completara, me era frustrante ser el único de mi grupo de amigos sin ese "alguien". ¿Cómo era posible que de siete billones de personas en el mundo, no existiera una para mí?

Cuando termine el colegio decidí que era hora de mudarme. Louis (mi mejor amigo) y yo, siempre quisimos mudarnos, salir y descubrir cosas nuevas. Conseguimos un apartamento y pensamos que ya teníamos todo resuelto. Los primeros días, era todo hermoso; teníamos comida (hecha por nuestras madres) agua, luz y todo lo que necesitábamos... Pero un día se acabo la comida, llegaron los recibos y ya no teníamos apoyo monetario de nuestras familias. Tuvimos que conseguir trabajos y organizar nuestros tiempos para ir a la universidad. Sin duda alguna, los primeros meses fueron un asco...

Después de independizarnos un poco, comenzamos a estudiar y tuvimos que trabajar. Parecía que la vida de adultos que queríamos no era la idea correcta. Cursaba mi último año en la universidad cuando la idea de una pareja volvió a cruzar mi mente. En el transcurso de toda mi vida, había tenido cinco relaciones; con hombres y mujeres. Nada formales para ser sincero.

Hubo un momento en el que me resigne y acepte que sería "El tío guapo y rico, al que solo ves una vez cada tres años". Y de pronto Louis se obsesiono con un trabajador y me obligo a ir al cine, por dos semanas a ver la misma película, todos los días. Harry se rió cuando le comente la historia y juro que Louis quería golpearme.

Pero le debo una grande a ese enano, sin él y sus estúpidos forcejeos para que lo acompañara al cine, nunca habría conocido a Zayn.

Ese chico de piel morena, ojos rasgados color avellana, cabello negro azabache y sonrisa de niño Colgate. Aquel chico que hace mis días lindos y perfectos. Que me abraza y susurra cosas lindas en mi odio, que me llena de besos y mis cachetes terminan adoloridos, Aquel chico traumado con las palomitas de maíz y que no le importa que tan imperfecto sea. Aquel chico que sobresalió de siete billones de personas sólo para mí.

— ¿Qué opinas Niall? —La voz de mi chico se escucho y pude ver su rostro frente a mí—. ¿Las amarillas o las verdes?

— Las verdes —respondí, tratando de disimular mi distracción—.

— ¡Niall! —se quejo cual niño—. No me estas poniendo atención... Llevo veinte minutos preguntándote que te apetece cenar...

— ¿Entonces porque has preguntando qué color prefiero? —fruncí el ceño al no darle sentido a su cuestionamiento—. ¿Qué tiene que ver los colores con la comida?

— Quería ver si me estabas poniendo atención —recargo su cabeza en mi hombro—. Pero ya me di cuenta que estas en otro mundo...

Sonreí al ver el lindo puchero que se formaba en sus labios, cuando se sentía frustrado. Zayn podía parecer el chico malo al que le viene valiendo lo que pase a su alrededor. Pero era todo lo contrario.

—Lo lamento cariño —susurre cerca de sus labios—. Estaba pensando en un par de cosas

—¿En serio? —pregunto con sarcasmo—. Casi no lo note...

— ¡Oye! —exclame, divertido con la situación—. ¿Qué te parece si tu y yo cenamos antes de que sea Año Nuevo y luego hacemos alguna otra cosa?

—Podemos ver el espectáculo de Año Nuevo —Zayn, amaba los malos programas—. Sé que son un asco, pero por alguna razón me entretienen.

— De acuerdo... —rodé los ojos—. Pero tú haces la cena

Zayn preparo pasta, con crema de champiñones. Algo de pollo con queso, verduras y vino. Cenamos entre risas, besos y uno que otro cumplido. Terminamos en el sofá acurrucados viendo el espectáculo de Año Nuevo.

—¿Niall?—susurro, mientras me miraba—.

— ¿Humm?

—Gracias...

Dirigí mi vista a Zayn ante lo que dijo

—¿Gracias? ¿Por qué?

—Por ser mi palomita de maíz.

Zayn sonrió de oreja a oreja y juro que me derretí de ternura con su acto.

—Zaynie, no quiero sonar grosero, pero sigo sin entender tu expresión "palomitas de maíz".

—Las palomitas de maíz, siempre serán necesarias Niall. Para ver una película, pasar tiempo entre amigos. Las palomitas unen a las personas. Las palomitas van bien con todo; queso, chocolate, limos, salsa, pueden ser dulces o amargas. Con lo que sea saben bien. Es el alimento que todos tienen en su casa y no puede faltar. Las palomitas de maíz son como el agua, sin ellas no puedes vivir y yo no puedo vivir sin ti, Niall...

Palomitas de maíz {Ziall Horalik}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora