Palomitas de maíz {Ziall Horalik}

Parte Quince (Final)

Niall

Estaba sumamente nervioso, hoy era el gran día y toda mi familia se encontraba allá afuera junto a la familia de Zayn. No era una boda formal. Zayn y yo no queríamos casarnos por la iglesia, sólo tendríamos una pequeña "ceremonia" para festejar. Durante mis primeros años de trabajo conocí a Liam un muy buen amigo el cual se había ofrecido a cubrir el puesto de "padre".

Nuestros padres nos habían prohibido vernos desde la noche anterior. «Es una tradición» fue lo único que me dijeron (a pesar de reclamarles que no sería una ceremonia normal) me sacaron de la habitación en la que me encontraba junto a mi prometido, Diablos, eso suena tan bien...

Varias de mis primas se habían ofrecido para ayudarme con el traje, peinado y básicamente el estilo que llevaría. Pero Harry se apodero de todo, así que él era el que se encontraba a mi lado acomodando el corbatín que traía.

No había podido dormir en toda la noche, así que el mareo se debía a eso o a los nervios.

– ¿A dónde irán de luna de miel? –pregunto Harry mientras pasaba la mano por mi cabello por décima vez–.

– No tengo idea... Zayn dijo que sería sorpresa.

La puerta de mi habitación fue abierta de forma brusca, pero nunca entro nadie... Harry y yo nos miramos extrañados y caminamos a la puerta.

– ¡Te dije que no podías verlo Malik! –se escuchó la voz de mi mejor amigo y Harry me cubrió los ojos lo más rápido que pudo–.

– ¡Es mi prometido! Yo decido si lo veo o no –se escuchó la voz molesta de Zayn–. Así que quítame las manos de encima.

Trate de luchar contra Harry para que quitara sus manos de mi rostro, pero fue inútil.

– ¡Zayne! –grite, antes de que Harry cubriera mi boca con su otra mano–.

– Cállate –me recriminó–. Sólo lo alteras más

– ¡Niall, amor! Resiste, ya voy...

– ¡No iras a ninguna lado! –Louis habló antes de que Zayn pudiera terminar de hablar–. Deja de comportarte como un niño, estás a punto de casarte.

Harry quitó su mano de mi boca y me jaló para atrás, haciendo que cayera sobre la cama y corrió a cerrar la puerta.

– Sabes que no puedes verlo –me advirtió–. Así que no pongas esa cara de cachorro, jodida perra.

– Pero lo extraño –hice un puchero–. Además, no nos hemos visto...

– No lo ves hace veinticuatro horas, podrás sobrevivir.

– Te odio...

(...)

Estaba a tan solo segundo de salir por la puerta trasera de la cabaña y caminar hasta el altar con la mira de todos clavada en mi. Estaba a tan sólo unos segundos de verlo a él, ahí, de pie frente al altar, esperando a verme... y yo me seguía sintiendo un pequeño bicho en un mundo enorme.

Camine hasta la salida y no me atreví a ver a nadie. Pude escuchar como comenzaba la típica música (la cual Zayn había descargado) sabía que era hora de levantar la cara y ver al hombre de mis sueños.

Él estaba ahí, con las manos en el rostro cubriendo su boca, mientras que sus ojos brillaban... y todos los demás presentes desaparecieron. Éramos sólo él, yo y la fuerza de atracción, juntándonos el uno al otro.

No supe en qué momento, pero de pronto su mano se encontraba entrelazada con la mía. Me sonrió y sus ojos no podían brillar más, porque era físicamente imposible.

No era una ceremonia formal o normal, así que Liam iría directo al punto y sentía que se estaba tardando, necesitaba que Zayn fuera completamente mío para el resto de la vida. Liam pidió que dijéramos los votos y Zayn comenzó.

– Niall, antes de conocerte, creía que tenía todo lo que necesitaba. Pero nunca lo sentí así. Sólo era yo, subsistiendo en este raro mundo. Y un día sin pensarlo o planearlo... estabas tú, a mi lado en esa sala de cine. Y por más perfecto y difícil que parecieras, estaba dispuesto a intentarlo todo por ti. Y a pesar de todos los años que han pasado y que tú te creas un bicho raro, para mí eres perfección pura. Porque desde el instante en que te conocí, me di cuenta que quería que tú fueras mi palomita de maíz para toda la vida. Y si dices que sí en unos minutos, te prometo que aunque fueras una palomita con sabor a mantequilla artificial, te seguiré amando como a una de sabor natural.

No sabía si llorar o reír, porque sabía que había encontrada a la persona ideal. Sabía que él me amaba y yo lo amaba.

– Zayn, durante la mitad de mi vida, creí que no había nadie en este mundo que pudiera quererme. Nunca me arrepentiré de haber acompañado a Louis aquel día, sin importar que ahora deteste ver intensamente. Si tratara de decirte porque te amo, no podría decir nada... Porque ni siquiera yo lo sé, sólo sé que te amo. Quizá te amo porque me hiciste descubrí que entre siete billones de personas, al final, una de ellas si era para mí. Y si dicen que sí en un par de minuto, te prometo que de entre siente billones de personas, yo seré la única persona que te acompañe en todo el trayecto, llamado vida.

Ambos nos miramos y sólo él estaba en mi panorama, había sido así desde que entró en mi vida. Yo sólo tenía ojos para él y toda su perfección...

– Zayn –hablo Liam–. ¿Tomas a Niall como esposo, para mantenerlo y mantenerlo desde hoy, en lo bueno y lo malo, en la riqueza y en la pobreza, en la salud y la enfermedad, todos los días de vuestra vida?

– Sí –susurro mientras sonreía–. Sí, lo hago.

– Niall ¿Tomas a Zayn como esposo, para mantenerlo y mantenerlo desde hoy, en lo bueno y lo malo, en la riqueza y en la pobreza, en la salud y la enfermedad, todos los días de vuestra vida?

– Sí, lo hago.

– Los anillos, por favor.

Mi sobrino, Theo. Camino con un pequeño cojín entre sus manos hasta donde nos encontrábamos y tomamos los anillos. Zayn tomó mi mano y comenzó a colocar el anillo en mi dedo anular.

– Niall, este anillo simboliza mi deseo para que seas mi palomita de maíz, a partir de este día.

Tome su mano y coloque el anillo en su dedo anular.

– Zayn, este anillo simboliza mi deseo para que ser tu palomita de maíz, a partir de este día.

– Bien, como no hay ninguna razón por la que no deberían estar juntos y por el poder que yo mismo me he otorgado, con el permiso de estos dos –reímos al escuchar a Liam hablar–. Yo los declaro esposos.

– ¿Me dejarías besarte palomita de maíz?

– Será mejor que lo hagas.

Mientras se escuchaban aplausos y gritos a nuestro alrededor. Juntamos nuestros labios en un lindo y tierno beso. Sin prisas sólo disfrutábamos el momento.

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Okey, esta es la última parte de Palomitas de maíz. Tengo planeado poner un pequeño epílogo así que... ¿Quién les gustaría que lo narre?

Jones xxx