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Obsesión con hombres número treinta y tres:

"Los códigos de los hombres, son pocos, no lo dicen siempre, es difícil que los olviden y los respetan mas que los mandamientos de la iglesia.

Chicas me gustaría dárselos para que puedan entender la verdadera amistad que entre hombres tienen y la fidelidad de amigos que pueden llegar a ser pero hice un juramento de no revelar ninguno y solo les puedo decir que si hubiese deseado tener hermanos y muchos mas amigos para poder llenarme de grandes amistades. Es sorprendente como una simple regla de una relación o de un favor puede revelar la fidelidad de la persona. Hay traiciones, es normal en todo el mundo, incluso hay en las mujeres, pero ellos perdonan y olvidan. No es eterno su odio, ellos se cansan de hacerlo y pasan la pagina para poder vivir en paz".

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-Bella...- senti una caricia en mi cabello -soy yo Cory- intente abri los ojos pero ya no me quedaba energía.

-Cory- dije suspirando.

-si, soy yo- tenia mi cabeza apoyada en sus piernas -me preocupe por ti, amiga- continuo peinando mi cabello.

-todos lo estábamos  querida- era la voz de Elizabeth. Intente moverme pero sentía el cuerpo  pesado. Senti la alfombra en mis pies y recordé que me quede dormida  viendo el diario de Carlota.

-Carlota- dije balbuceando.

-¿Qué dices querida?- se  acerco Elizabeth. Abri un poco los ojos y vi que estaba sentada frente a  mi. Negué con la cabeza, comprobé que estaba aun en la biblioteca  viendo los libros detrás de ella.

-¿estas mejor?- dijo Cory. Afirme con la cabeza.

-¿Mason puede bajarte ahora?- negué rápido.

-cariño...- reclamo  Elizabeth -se que aunque todos crean que no eres tu, tu lo sabras y será  dificil de superar, pero es algo que deben de superar juntos. Mason te  ama mucho Isabella y el también sufrio mucho al tenerte aquí y no poder  hacer algo por ti- tomo mi mano -¿vas hablar con el?-.

Pense por un momento las  cosas como serian de ahora en adelante y de lo bueno que fue pasar en  la biblioteca charlando con Carlota. Elizabeth tenia razón y era algo  que debíamos superar los dos como pareja, además yo también accedí a  tener sexo en ese ascensor. Yo era tan culpable como el en todo esto.

-Bella...- dijo Cory -¿le  digo a Mason que suba por ti?- afirme con la cabeza -bien, le dire  inmediatamente-.

La tome de la mano antes de que vaya y le hice una  señal para que se acercara un poco. Aparte su cabello de su oreja y le  susurre.

-seras una buena madre Cory- me miro y me acaricio el cabello reteniendo un par de lagrimas.

-vas a estar bien- con  eso se levanto del suelo y escuche que bajaba las escaleras.

Elizabeth  solto mi mano y se levanto también para irse. Quede en el suelo  contemplando una vez mas el diario. Escuche que Mason subia rápidamente y  tenia aun su pijama. Escondi mi cara entre mis manos para que no me  viera.

-hola preciosa- se acostó frente a mi. Negué con la cabeza y cerre los ojos.

-¿no me vas hablar?- acaricio mi cabello.

-estoy horrible, no me mires-.

-esta bien, no te  mirare. Me basta con tenerte asi- beso mi frente. Aproveche y puse mis  manos alrededor de su cuello y me acerque a su oído.

OBSESIONADA CON LOS HOMBRESDonde viven las historias. Descúbrelo ahora