Hogar.

Ángel.

Estaba pensando en ella cuando escuche su voz.
-Hey ¡tu!
Me gustaba llamarla ángel, aunque probablemente no sabia mi nombre. La vi un segundo y cuando vi sus ojos en mis ojos, me señale a mi mismo confundido.
-Si, tu. ¡Te amo!
Sentí que el corazón se me salía y se me congelo la sangre, después reaccione y recordé las es tupidas bromitas que gusta jugar.
Me reí y pase mi mano por mi frente tratando de recobrar la cordura. Simplemente negué con la cabeza ante semejante locura.
Me destrozo el alma una vez mas.