Desde pequeña, me ensañaron la maldad de este mundo.
Me advirtieron sobre los hombres que querían secuestrarte, y aquellos que tramaban robarte. Nunca mencionaron a un par de ojos cafés que se adueñarían d e mi cuerpo y de mi alma.
Me advirtieron de la cocaína en las esquinas y la nicotina en las cantinas. Nunca me dijeron la adición que una constelación de lunares te pueda causar.
Me dijeron que nunca tomara alcohol, para guardar la compostura. Nunca me dijeron que un par de manos grandes me arrastrarían directo a la locura.
Nos advirtieron de muchas cosas, nos prohibieron algunas más; pero nadie nos comento sobre el error de enamorarse.

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Hogar.
PuisiTextos escritos a las tres de la mañana, no es la gran cosa. Alas rotas y pinturas en la basura. Ángel caído. Artista no reconocido.