Capítulo dos

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Bien, ya vieron un pequeño fragmento de mi infancia. Todo muy bonito, con mi familia unida, regalos, riqueza y una vida feliz ¿no es así? Pues no todo es "feliz" como suelen llamarlo.

La verdadera razón por la que me volví tan interesada es algo sencilla.

*FLASHBACK*

Kayla, con 19 años, estaba lista para irse a la Universidad, le habían ofrecido una beca en España y se iría junto con su mamá a vivir allá —ya que su papá no podía por el trabajo—

-¿Estás emocionada hija?- dijo su padre viéndola por el retrovisor del espejo del automóvil —el cual va de camino hacia su casa—

-Si. Muchas gracias por llevarme a comprar ropa.- agradeció la chica con una sonrisa

-Lo mejor para ti.- habló esta vez la madre

-Pongamos música ¿si?- dijo Kayla y sus padres asintieron. Conectó su móvil vía Bluetooth al automóvil y comenzó a poner sus canciones favoritas.

Todo iba muy bien, disfrutaban de un viaje camino a casa. En las calles había una leve tormenta de nieve, pero no era nada de qué preocuparse... O eso creían ellos.

La vida cambia de un segundo para el otro, eso te lo pueden confirmar muchas personas. Pero en este caso, te lo puede confirmar Kayla, a la cual le está a punto de cambiar la vida PARA SIEMPRE.

Escuchando la canción de "Spanish Sahara" —una de las más tristes canciones que hay en el móvil de la chica y que siempre la hace llorar— el automóvil se estrella con otro automóvil, dejando a Kayla inconsciente.

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Kayla se despierta con un inmenso dolor en el cuerpo y se da cuenta de que se encuentra de cabeza —literalmente— ya que el automóvil se había rodado y había quedado al revés. Con mucho cuidado, Kayla se desabrochó el cinturón de seguridad y pudo salir del vehículo —que estaba en llamas—

Tras salir del vehículo, Kayla se limpia la sangre que brota de varias extremidades, como su pierna izquierda —la rodilla, para ser exactos—, su brazo derecho, entre otras. También le sangra la cabeza y la nariz.

Kayla se aleja un poco del automóvil y se agacha para revisar si están sus padres adentro o si ve alguna señal de vida, pero no puede ver nada. Después de unos minutos, logra ver a su padre, pero este no parece demostrar ninguna señal de vida. Horrorizada, Kayla se levanta decidida a ir con su padre, pero antes de que esto pase, el coche estalla —aún más— en llamas, lo cual provoca una gran explosión en el automóvil.

-¡Mamá! ¡Papá!- grita la niña corriendo hacia el coche, pero antes de que pudiera hacer algo, se desmaya, cayendo al suelo, viendo todo negro y escuchando unas sirenas de fondo

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Prohibido enamorarse; rdgDonde viven las historias. Descúbrelo ahora