Prohibido enamorarse; rdg

Capítulo tres

Kayla se despierta en una cómoda cama con sábanas blancas

"Ha sido solo un sueño" se dice a sí misma, pero no sabe que sus pensamientos están equivocados, que en realidad todo sí había pasado y sus padres estaban muertos.

Se levantó de la cama, con la intención de buscar a su madre. Pero no tenía en cuenta que estaba atada a varios cables que median su pulso y otras cosas.

Ella, al darse cuenta se espanta, y una enfermera llega a auxiliarla.

-¿Cómo estás? ¿Te encuentras bien?- pregunta amablemente la enfermera

-¿Qué... que me ha pasado?- dice Kayla incrédula

-Cariño, tuviste un accidente con tu familia ¿no lo recuerdas?- esas palabras hacen que Kayla entienda todo.

Da las gracias y la enfermera se va, dejando a Kayla sola, sentada en su cama. En ese momento es cuando rompe a llorar y cae en cuenta. Su mundo se derrota, pues lo que vio no fue un sueño, todo fue verdad.

Se recuesta en la cama sorprendida y abraza la almohada. Llena de coraje, comienza a golpearla y no hace nada más que llorar, pero pronto el sueño la vence y cae en los brazos de Morfeo.

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Una enfermera la despierta, han pasado 2 días desde el incidente y Kayla sigue sin creérselo.

-Hola Kayla.- saluda amablemente la enfermera

-Hola.- la ronca y desganada voz de Kayla suena

-¿cómo sigues?- dice incómodamente la enfermera

-igual de deprimida.- un silencio invade la habitación -y... ¿Traes noticias nuevas?- dice la chica sin ganas

-De hecho si.- dice la enfermera recordándolo

-¿en serio?- Kayla se sorprende -pues dímelas ¿qué esperas?- dice un poco impaciente

-Tu apellido es Clark ¿cierto?- Kayla asiente -Bueno... Pues creemos que encontramos a un familiar tuyo con vida.- dice y Kayla se emociona

-¿en serio?- dice la chica sin creérselo

-Si. Déjame ir por los papeles de la persona, así veremos si la reconoces.- dice la enfermera y sale por la puerta

Ahora Kayla tiene algo que no ha tenido en varios días: esperanza. ¿Podrá ser? ¿Podrá ser que alguno de sus padres se haya salvado? Solo le queda una cosa por hacer, esperar.

La chica espera ansiosa, los minutos los siente como horas, los segundos como minutos y no puede aguantar más. Pronto, puede visualizar a lo lejos una silueta femenina: es la enfermera.

La enfermera entra con unos papeles y se sienta en la cama, alado de la chica.

-Bien ¿lista?- Kayla asiente con curiosidad -Y los datos son...- cada momento para Kayla es eterno, es como si le estuviera poniendo suspenso a propósito

-Max Clark.- la expresión de la chica cambia a desilusión. -¿no lo conoces, cielo?- la chica niega, desilusionada. La enfermera, apenada solo le da un abrazo, intentándola animar y sale de la habitación sin nada más que decir. Lo dicho, sus padres están muertos.

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