Prohibido enamorarse; rdg

Capítulo trece

-Y... ¿por qué le dicen doblas y no Ru...- Selene puso rápidamente su mano en los labios de Kayla

-No digas su nombre.- quitó su mano lentamente.

-Está bien, pero dime.- dijo Kayla fría

-Le molesta que le llamen por su nombre, le "trae malos recuerdos". Prefiere que le llamen "Doblas".- Kayla rodó los ojos

-Eso ya lo sé, pero ¿por qué?-

-Nadie sabe con precisión qué es lo que pasa en su casa, pero... Lo que se sabe te dejará helada.- susurró su amiga

-Su padrastro, mejor conocido como el padrino, está metido en un mundo bastante escalofriante. Unos dicen que está metido en el mundo de las drogas, otros dicen que es asesino. Realmente nadie sabe exactamente en donde está metido, y si Rubén está involucrado en todo eso.- Kayla se quedó sin palabras

-Es lo más seguro.- dijo Kayla después de unos segundos.

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Siguieron almorzando; mientras el tiempo pasaba, Kayla sentía —nuevamente— una mirada que se posaba sobre ella. Ésta, se sentía como una mirada pesada, llena de odio, y.. ¿desprecio?.

Al principio, Kayla intentó no darle importancia, pero la mirada se hacía más y más pesada. Decidida, Kayla comenzó a buscar aquella mirada que la atosigaba, había varias miradas en ella —puesto que era la chica nueva— pero ninguna tan pesada como la que sentía.

Finalmente, logró encontrar la mirada de donde provenía todo ese desprecio. En la mesa de "los chicos populares" estaba Rubén, y alado de él, se encontraba la chica antes mencionada, Header —la novia de Rubén—.

Kayla no lograba comprender porque la miraba de esa forma, ¿que había hecho ella? Desafiante, le sostuvo la mirada a la chica, y después de un rato, Lindsay —la amiga de Header— le dio un leve golpe en el codo, y ésta desvió la mirada de Kayla.

-Coño Header, que te estoy hablando.- exclamó Lindsay algo molesta

-Lo siento, pero esa chica nueva, ¿quien se cree que es?.- dijo Header volviendo su mirada a Kayla —la cual ya había desviado la mirada de Header—

-¿Lo dices por lo que todos comentan de ella y Dobla..- Lindsay no pudo seguir hablando ya que sintió un golpe -¡Au!.- exclamó sobándose el brazo.

-Calla pequeña idiota, esos son meros chismes. Nada más que eso.- Header habló con enojo

-No te preocupes tía, que eres muchísimo mejor que esa... que esa... si es que ni nombre tiene. No lo vale.- dijo Lindsay levantándose de la mesa, y jalando el brazo de su amiga para que siguiera su acción.

-¿te veo en un rato?.- Header dirigió su mirada a Rubén, mientras se levantaba de la mesa dispuesta a irse

-ajá.- dijo el chico desinteresado.

Header, indignada por el poco interés, le plantó un enorme beso y se fue de ahí, no sin antes asegurarse de que Kayla hubiera visto ese apasionado beso.

-Vámonos Lindsay.- Header jaló el brazo de la chica y salieron juntas de la cafetería.

-Qué espanto.- dijo Selene cuando pasaron alado de su mesa

-Concuerdo.- concluyó Kayla

-Bueno, te dejo ¿vale? Que tengo que hacer unas cosas antes de entrar a clase.- Selene se acercó a Kayla para darle dos besos

-No, espera, ¿quién me ayudará a encontrar mi salón?.- preguntó alzando la voz conforme su amiga corría lejos de ella, sin respuesta -Genial.- bufó

Se levantó de la mesa y agarró su mochila, dejando caer una pequeña pulsera. Se agachó dispuesta a recogerla, pero una mano más rápida agarró la pulsera antes de que ella pudiera hacerlo.

-Aquí tienes.- dijo Rubén -Así no tienes pretexto de reclamarme porque no levanto tus cosas, ¿verdad?.- rió levemente y Kayla solo rodó los ojos.

Kayla extendió su mano para recibir la pulsera, y Rubén dirigió la suya para poder posar la pulsera sobre la mano de la chica, pero rápidamente la alejó, antes de que Kayla pudiera cerrar su puño.

-Vaya que eres lenta.- Rubén se burló

-Qué maduro.- dijo Kayla con sarcasmo

-Pero que linda pulsera, creo que la tomaré prestada un rato.- dijo Rubén mientras se ponía la pulsera -Por cierto...- No dejó que Kayla contestara -¿Escuché que quieres ayuda para encontrar tu aula de clases?.- finalizó jugando con la pulsera que recién había puesto en su muñeca

-Pues.. si.- Kayla suspiró, sabiendo que sin la ayuda de Rubén no podría encontrar su salón.

-Buena suerte con eso.- Rubén sonrió y se alejó lentamente de Kayla

-Espera.- dijo Kayla alcanzando a Rubén

-¿si?- preguntó Rubén sin girarse

-Agh, ¿en serio me harás decirlo?-

-Mmm, si.- Rubén sonrío —aún sin girarse—

-Ayúdame a encontrar mi salón.- Rubén, finalmente se giró

-¿y por que debería hacer eso, cariño?.- dijo Rubén acercándose peligrosamente a Kayla

-Porque si quieres conservar esta pulsera, lo harás, cariño.- Kayla presiono la muñeca de Rubén, alzándola y poniéndola en medio de los dos.

-Bien, está bien.- Rubén se zafó del agarre -Solo porque la pulsera combina con mis ojos, ¿no lo crees?.- finalizó con un poco más de humor

-Si, claro.- Kayla rodó los ojos divertida -Ahora vamos, que llegaré tarde.- dijo empujando levemente al castaño

-¿cuál es la prisa?.- Rubén preguntó divertido, mientras caminaba.

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