La campana por fin sonó y Kayla, nerviosa, guardó rápidamente sus cuadernos.
-Lo siento si no me presenté. Me llamo Selene.- dijo la chica de antes, amablemente
-Espera. ¿Tu nombre es Selene... y te apellidas Gómez?- dijo Kayla con cierto tono de risa
-Si, lo sé. Gracioso. En fin, ¿salimos?- la chica agarró sus cosas y Kayla imitó su acción
-¿Qué clase te toca, querida?- Selene preguntó amablemente
-Español.- dijo Kayla, después de pensárselo un rato
-Que mal, a mí me toca lengua extranjera.- Kayla se alteró
-Espera ¿podrías... llevarme a mi salón antes?- Kayla preguntó nerviosa
-Claro, vayamos.- ambas chicas comenzaron a caminar
Llegaron y Kayla pudo notar que esa no era su aula
-Espera. Que me has traído al aula equivocada.-
-Ostia, es cierto. Te he traído a mi aula, cuanto lo siento, querida..- Selene se encogió de hombros
-Te llevaré a tu aula.- dijo apenada
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-Corre, que ambas vamos tarde.- Selene apresuró a Kayla
-Ya voy.- dijo Kayla alcanzando sus pasos
-Listo. Hemos llegado.- Selene sonrió
-Ah, claro.- dijo Kayla mientras intentaba recuperarse
-¿Qué se supone que deba hacer? He llegado tarde.- dijo Kayla alterada
-No lo sé. Ya se te ocurrirá algo. En fin, me voy, que yo también llego tarde.- y después de darle dos besos a Kayla, Selene se esfumó de los pasillos.
Kayla se armó de valor y después de soltar un suspiro, abrió la puerta.
-¿Usted es la señorita Clark?- dijo la maestra mirándola fijamente
-S-Si.- susurró Kayla
-Lamentablemente has llegado tarde. Pásate y siéntate alado de...- la profesora puso cara de fastidio al ver a Rubén
-Señor doblas, baje los pies de la mesa.- El chico obedeció la orden de la maestra -Ahora, ¿en qué estaba? Ah, sí. Siéntate alado del señor doblas.- esas palabras hicieron que el corazón se le detuviera a Kayla.
Comenzó a caminar hacia esa dirección y notó que todos miraban atentos lo que hacía. Se sentó, pero las miradas de sus compañeros no se habían desviado.
-¿Por qué nos miran tanto?- susurró Kayla mirando a sus compañeros
-Porque no estoy acostumbrado a estar acompañado.- Kayla al notar que lo había dicho y no pensado, se mordió el labio, nerviosa
-Ah.- se limitó a decir
El tiempo pasaba muy lento, y era bastante incómodo ya que los dos chocaban miradas constantemente, sin una sola palabra.
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Prohibido enamorarse; rdg
FanfictionDespués de un horrible accidente automovilístico, Kayla se muda a España gracias a una beca que le ofrecen para terminar sus estudios; sólo que ella no quiere, tiene miedo y ni se diga de los nervios. Lo que no sabe es que al llegar a su escuela se...