La prueba Capitulo 4

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Como veníamos diciendo mi relación con Máximo Rodríguez, había cambiado por completo. Pero si algo había dejado en claro desde el primer día de trabajo cuando me dio su numero de celular era que lo llamara para lo que necesite, que no importaba la razón ni el momento que solo llamara.

Me acuerdo aquel día en el hospital de Madrid, Patric y yo estábamos haciendo la residencia él para ginecólogo y yo para infectologia  sin embargo elegíamos las guardias juntos, mientras que a Felipe lo cuidaba Julieta que en aquel entonces (Felipe tenía 4 años) viví con nosotros en Madrid. Estábamos en emergencias, cuando de repente entra una ambulancia con seis adolescentes de entre 17 y 18 años. Dos de ellos estaban muy golpeados, uno de ellos tenía un corte medio profundo en la cabeza y otro se había roto las falanges de la mano derecha, los demás se suponían que eran amigos. La cuestión era que ambos se habían peleado en un club nocturno ya que uno de ellos había tocado a la novia del otro. Cuando pasó esto empecé a recordar algo similar que nos había pasado a mi y  a mis amigos...

En un día más o menos a mediados de Enero mis amigas y yo habíamos quedado en encontrarnos con el resto de nuestros compañeros en Pacha un boliche de la Ciudad de Buenos Aires. Fuimos todas, incluso habíamos convencido a Valeria de ir ya que a ella no le gustaban para nada las fiestas pero convencimos. Llegamos..

Por otra parte Máximo y yo seguíamos con el proyecto y nos teníamos mucha confianza hablamos de cosas que al lo mejor no decíamos frente a otras personas. El caso es que él sabía que ese viernes me juntaba con mi amigos, ya que como dije nos contábamos todo... O eso pensé yo.

Entramos a la fiesta, a la derecha estaba la barra y allí nuestros amigos, empezamos a bailar, a tomar y bueno yo había empezado a fumar ya hacía unos meses tenía ese mal hábito. Todo iba bien  nos estábamos divirtiendo a lo grande, hasta que un chico de otro grupo se acercó y empezó a molestar a una de mis compañeras su nombre era Diana. Digamos  dentro del aula había dos grupos el mío que era el más inofensivo, ya todas nos queríamos mucho y todas decíamos lo que queríamos. Mientras que el otro grupo era... Distinto al nuestro ya que digamos las reglas eran muy diferentes nosotras éramos muy Morales y leales mientras que las otras solo esperaban que una se diera vuelta para hablar mal de la otra. Bueno cuando suscedió esto de que molestaban a una, nuestro grupo mis amigos (varones) saltaron a pelear con el flaco, cuando pasó esto salto el otro grupo y así empezó la pelea los chicos se golpeaban unos a otros y en el medio nosotras tratando de parar la pelea. Para todo esto se suma una grupo de chicos con los que ya habíamos tenido problemas. En fin entraron los guardias de seguridad y nos sacaron a todos... Es más terminamos en la comisaría todos juntos.

Cuando llegamos a la comisaría número no sé cuánto, en una celda estábamos todos los de mi colegio el Saint Albert, en la segunda los del British High school y en la última los del técnico de Berazategui. A todos nos hicieron contar la historia para ver si todos teníamos cargos por agreguen física unos contra otros. En fin nos dieron para llamar así que cada un trataba de llamar a quién podía menos a sus padres. Yo, Alba estaba en desesperación porque no quería llamar ni a mi papa ni a mi mama, ya que si alguno se llegaba a enterar mi vida social se iba a terminar hasta que termine mi carrera universitaria, decidí llamar a la única persona que sabía no iba a hablar Maxi.
Lo llame eran aproximadamente las 4 am, el respondió de inmediato
-¡Mamá! ¿Quién se murió?- con voz de asustado
-Lamentablemente nadie- de inmediato reconvino mi voz
-¡Alba! ¡Donde estás! Son las 4 de la madrugada- mi respuesta fue corta ya que el policía amargo me estaba haciendo señas para que cortara
-Estoy en la comisaría número... De Puerto Madero ¿Podes buscarme?- me corto.
En ese momento volví a la celda, las chicas lloraban, mis ojos fueron directo a los hombres del grupo y empecé a gritar, creo que hasta los policías se asustaron. A la media hora cae Maxi con un Jean, una chomba roja y zapatillas deportivas. Empieza hablar con el policía, la chala dura unos 15 minutos en eso viene Brina y me dice
-Este de verdad que te quiere, porque si no es así todavía no entiendo que hace acá a las 4:30 am de un sábado en una comisaría tratando de sacarte.-Sumen eso a los comentarios idiota de mis compañeros.
Viene el policía amargo, abre la puerta
-¡Garcia!- y salgo.

Hasta que subimos al auto no hubo ni una palabra y menos un gesto. Arrancó el auto. Hasta que decidió irrumpir el silencio.
- Bueno no piensas contarme porque mierda me tuve que levantar a las 4 de la mañana e ir a una comisaría- le sonreí.
- Porque tengo amigos escupidos que se matan a golpes con otros grupos y yo quede en el medio- me miró.
- ¿Por qué me llamaste a mi?- mi cara se transformó.
- Porque si! eras el único número que me acordaba.
- ¡Mentira! Podrías haber llamado a tu papá o a tu mamá - ya con uno tomo más enojado.
- Sabes que Máximo no sé ni para que te llame a vos, podría haber llamado a dos millones de personas y no me estarían haciendo esta escena- yo también empecé a alterarme.(estábamos a unas cuadras de su casa)
- Ahora llegamos a mi casa y te tomas un remis, además mira si yo estaba con alguien ¿quien te pensas que sos pendeja?- mi cara se transformó de enojada a triste, tenía los ojos llorosos.
- ¡Sabes que no soy nadie y no pretendo ser nada más que tu asistente y si hubieras estado ocupado con otra piba me hubieras dicho y llamaba a alguien más!
Llegamos, yo estaba llorando baje rápido del auto y empecé a caminar hacia la plaza mayor que Quilmes ( yo vivía en una ciudad a 20 kilómetros de la capital) Él se bajó del auto y me empezó a gritar, yo seguía llorando y caminado al mismo tiempo. Cuando llegue a la esquina me agarro del brazo, vio que estaba llorando lo mire y le dije:
- Sabes que no sos mi papa, ni mi tío, ni mi amigo, ni mi novio para pedirme explicaciones, sos solo el tipo con el que trabajó- me miró me toco la cara y me besó.
Ese beso, ese beso había sido la prueba que demostraba que Julieta, Patric y Brina tenía razón, nadie sabía que sentía por mí pero yo sí sabía lo que sentía por él. Fue el mejor beso del mundo sus labios eran u elixir y sus manos eran de seda. Terminado eso me dijo:
- Se porque me llamaste, el policía me lo contó- siguió -Y sé que me llamare porque soy una de las personas en las que más confías y sabías que pase lo que pase no le iba a decir a tu papá, también sabes lo que siento por vos- mis ojos miraron a los de Él y en mi se prolongó una sonrisa la cual nunca había visto - Te podes quedar a dormir, es la madrugada y si no tu mamá va pensar que pasó algo.
Ese día en el Hospital me recordó eso y a final de la guardia después de tener que separar a los dos adolece tes que se quisieron pegar de nuevo, la chica histérica y la amiga con herpes. Lo mire a Patric y le dije
- Son las 6 am pero necesito un trago- él me miró sabía que este problema en ER me había traído recuerdos y con su sutileza contesto
- Vamos, después de ver lo que vimos hoy, los dos necesitamos alcohol- me dio un beso en la frente y nos fuimos.

La irrompibleWhere stories live. Discover now