Caminaba sin rumbo por las calles de la gran ciudad, llego a un parque, todo esta iluminado por las grandes lamparas. Me adentro.
-ahora que puedo hacer. -me digo a mi misma. -bueno por el momento este parque sera mi casa.
Busco unos periodicos y me acuesto en una banca, me arropo con los periodicos y quedo dormida.
*-*-*-*-*-*
Al dia siguiente desperte con un dolor de espalda.-¡Ay, mi espalda!. -exclamé tocandome, eso duele. Me levanté de la banca. -extraño mi camita.
Camine por el parque. Hacia frío y mucho. Solo traía la bata blanca de la morgue. Necesito ropa y un abrigo, el invierno se aproxima. Sali del parque, las personas que pasaban se quedaban mirandome de pies a cabeza para luego murmurar cosas. Es que acaso estan viendo un fantasma. Oh, bueno. Segui caminando y por estar en mis pensamientos choco con alguien.
-lo siento. -dije alzando la mirada encontrandome con la de una chica que aparentaba tener mi edad.
-no te preocupes, yo debi tener mas cuidado. -dice la chica.
-disculpa, ¿como te llamas?.
-soy andrea. ¿y tu?.
-me llamo katherine.
-un gusto kathe. -dijo ella extendiendo su mano.
-el gusto es mio andrea. -dije extendiendo la mia dandonos un apreton.
-bueno kathe, si me disculpas estoy un poco apurada, tengo que llegar a la universidad.
-oh, ya veo, bueno entonces. Adios andrea.
-adios kathe.
Dicho eso andrea se fue corriendo hacia la universidad. Yo desearia poder ir a una. Segui caminando, un gruñido me saco de mis pensamientos.
-genial, tengo hambre. -dije con sarcasmo. "Quizás andrea tenga un poco de lástima por mi y me preste algunas de sus ropas o me de un poco de comida." Pensé.
Sali corriendo en la misma direccion de andrea, y la vi, estaba por entrar a un gran edificio.
-ANDREA. -grite, todos se quedaron viendome. Ella se volteo y espero donde estaba. Rato despues llegue donde ella.
-¿que haces aqui kathe?. -pregunto.
-me preguntaba si... notendriascomidayalgunaropaparami. -dije rapidamente apenas respirando
-tranquila. Respira hondo. -comence a hacer lo que decia, respire hondo. -ahora dilo mas calmada.
Solte el aire de mis pulmones y comence a hablar. -me preguntaba si no tenias algo para comer y un poco de ropa para que me regalaras.
-¿eh?. -andrea me miraba confundida.
-veras, me echaron de mi casa y no tengo dinero ni tampoco ropa. -dije evitando la parte de que salte de un quinceavo piso y resucite.
-bueeeeno. Si ese es el caso. Bien, tengo ropa en mi departamento, pero primero vamos a comer en la cafeteria.
-es-esta bi-bien. -dije tartamudeando por el frio que sentia.
-¿tienes frio?. -dijo andrea. "Noo, estoy demasiado abrigada con la bata que tengo", pense. Solo asenti. -toma. -andrea se quito su abrigo y me lo entrego. Yo lo acepte y me lo coloque.
-gracias.
Ambas fuimos rumbo a la cafeteria, llegamos y nos sentamos en una de las mesas.
-quedate aqui, yo ire a comprar la comida y no hables con nadie.
-entendido. -dije y andrea se fue. Me arrecoste sobre la mesa. No habian muchas personas que digamos, alce la cabeza y vi a un chico de cabello castaño y ojos cafe; venia junto a un chico de cabello negro y ojos verdes. Como extraño mi color de ojos. Baje la mirada.
-llegue. -dijo andrea a mi lado.
-¿quien es él?. -pregunte señalando con la mirada al castaño.
-es sebastian. -dijo andrea con un tono de voz extraño. Yo la mire confundida. -esta en la misma clase de historia que yo.
-y que es ese extraño tono de voz que utilizaste al hablar de él.
-esto, que tono de voz. No estoy utilizando ningun tono de voz. -dijo ella nerviosa.
-¿andrea?. -dije colocando mi mano en su hombro.
-¿si?.
-te gusta, ¿no es asi?.
-¡¿que?!. De que hablas. A mi no me gusta. -dijo ella nerviosa y sus mejillas empezaron a tornarse color carmesi.
-tus mejillas estas rojas y no es por el frio.
-bien, si, me gusta sebastian.
-y ya se lo dijiste.
-si.
-¿y?
-y me rechazo.
-asi como si nada.
-bueno especificamente dijo que no queria que nadie lo viera con un tipo de chica como yo. -dijo andrea bajando la mirada, seguramente recordo ese momento.
-¡QUE!. Ese pendejo me las va a pagar. Como se le ocurre decirte esas cosas. -dije parandome y dirigiendome a donde se hayaba sebastian.
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Esperanza
AcakKatherine no tenia un lugar al cual llamar hogar. Pero todo cambia cuando ella se suicida y se convierte en una de las elegidas o angeles con una sola mision. Traer la esperanza al mundo. Algo que muchas personas no tienen...