Cuando katherine se soltó de mi agarre, pare en seco.
-¡¿qué crees que haces?!. -le grite. Es que quiere que la asesinen. Sus poderes no están en condición de utilizarse en el campo de batalla.
-derrotare a ese monstruo. -dijo ella con seguridad. Se notaba lo enojada que estaba. Su mandíbula se veía apretada como si en algún momento fuera a salirse.
-¡no lo hagas!. -grité, pero ella me ignoro y siguió su camino, directo al corazón de la sombra.
Estaba a punto de correr para detenerla pero alguien me agarro por el hombro.
-déjala. -voltee y allí estaba valentina.
-¡acaso te volviste loca, valentina!... ¡tu mas que nadie sabes como es luchar contra esos monstruos y ¿vas a dejarla sola?!. -dije... ella estaba rara, probablemente recordó esa vez, en la que perdimos a una compañera en el campo de batalla. Aisha, la mejor amiga de valentina.
-solo déjala... ella sabrá defenderse. -dijo. Ella tenia una sonrisa macabra en el rostro.
-¡no!. -dije. Me solté de su agarre y fui tras de kathe.
Cada paso que daba me acercaba más a la muerte, pero, no podía dejarla sola, se supone que nuestra misión es protegerla, no llevarla directo a su tumba.
-¡katherine!. -grite lo más fuerte que pude. Ella parecía no escucharme. Corrí tras de ella como si yo fuese un perro siguiendo a su amo. -¡katherine!. -volví a gritar.
De pronto una nube oscura me rodeó, ya estaba en las garras del monstruo.
No lograba ver nada entre tanta oscuridad, pero, debía encontrarla, no podía dejarla sola... Todo esto, me daba un mal presentimiento.
-¡kath!... -grite, pero nadie respondió. -¡katherine!.
Una oleada de energía atravesó mi cuerpo, un escalofrío me recorrió de pies a cabeza. No podía moverme.
-¡katherine, escúchame por favor, tu no serás capaz de detenerlo!. Eres, ¡eres débil! .-grite lo más fuerte que pude. Ella apareció de la nada, su cabello blanco se movía con el ritmo del viento.
-yo, ya no seré débil nunca más. -sus ojos negros parecian no tener vida. -Quédate aquí, yo me hare cargo del resto.
-¡No!. ¡Katherine, no lo hagas!. ¡No quiero volver a perder a las personas que más quiero!. -todo fue en vano, ella simplemente fue directo a la boca del monstruo. De repente una persona apareció a mi lado, alce la mirada y allí se encontraba Valentina junto a Isabel.
-No te preocupes, la ayudaremos. -dijo Isabel.
Me sentía inútil, no poder hacer algo para ayudar, ver como los demás se sacrificaban y simplemente quedarte en el suelo. Me levante, me limpie el polvo e invoque mi arma, una espada de doble filo capaz de cortar y atravesar cualquier material. Comence a caminar hasta aquel guardián de lucifer y sin pensarlo sólo empuñe la espada y lo corte, un corte en seco, de la boca de la sombra comenzó a brotar una asquerosa sustancia pegajosa. Valentina utilizando sus cadenas logró neutralizarlo, luego Katherine e Isabel, utilizando sus poderes lograron destruirlo. Mi espada volvió al lugar de donde había provenido y las tres chicas caminaron hasta el lugar donde me encontraba. Katherine era la única que estaba temblando, lágrimas comenzaron a salir de sus ojos. Corrí hasta el lugar donde se encontraba y la abracé.
-Otra vez perdí el control. ¡¿Por qué esto me esta pasando a mí?!. -Dijo Ella entre lágrimas. -y, y si pierdo el control y los lastimó a ustedes. -negó con la cabeza. -¡no podría perdonarme por eso!.
La besé para silenciar sus palabras. Luego tomando su rostro en mis manos, dije. -No va a ocurrir nada de eso, te lo aseguro. Vamos a estar bien, estaremos bien.
Como pudo logro calmarse y luego, al caer en cuenta por el beso se sonrojo un poco. Al verla tener esa reacción tan tímida también hizo que me sonrojara. Isabel y Valentina, llegaron hasta el lugar donde nos encontrábamos y al ver nuestros rostros de un tono carmesí nos observaron de forma pícara.
-¿Qué está ocurriendo aquí? -pregunto Valentina golpeando mi brazo con su codo.
-N-Nada. -logró pronunciar Katherine.
-Sí, claro. Es muy obvio que algo paso entre ustedes dos mientras no estuvimos. -dijo Isabel.
Katherine me observaba tímidamente queriendo decir que se sentian un poco incomoda con ese tema. Vamos Sebastian, inventa algo. -¿Quieren comer algo? Yo invitó.
-Intentando evadir el interrogatorio. -dijo Valentina. -primero nos dices y luego si a comer. -añadió, un silencio incomodo comenzo para ser terminado con el rugir del estómago de Isabel.
-Emmm, ¿podemos ir a comer? Tengo hambre. -dijo Isabel. Todos nos observamos por un momento y sabiamos que no podiamos aguantar el hambre. Por mi parte le agradecí silenciosamente al estómago de Isabel por aquel sonido.
Caminamos en silencio hasta un puesto de comida rápida. Cada quien ordenó lo que queria y comenzamos a comer.
-Chicos, ¿ya saben cuál será nuestra siguiente parada?, ¿Hay alguna forma de que esos monstruos no nos persigan?, ¿Creen que seré de ayuda estando con ustedes?. -Isabel comenzó a preguntar como loca mientras comia.
-Tranquila, mientras éstes con nosotros, no hay algo de lo que debas preocuparte. Juntos nos protegeremos. -dije, tranquilizandola.
Al terminar la comida, pagamos y salimos de lugar. Nos dirigimos hacia el hotel para cancelarlo e ir nuestra siguiente parada. Japón nos estaba esperando.
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Esperanza
RandomKatherine no tenia un lugar al cual llamar hogar. Pero todo cambia cuando ella se suicida y se convierte en una de las elegidas o angeles con una sola mision. Traer la esperanza al mundo. Algo que muchas personas no tienen...