Luego de dejar como un completo idiota a sebastian. Fui de vuelta a la mesa donde se encontraba andrea.
-eso fue. ¡asombroso!. -andrea estaba entuciasmada.
-gracias. Gracias. -decia yo dando reverencia a la nada. Luego me sente.
-nadie desafia a sebastian y quien lo hacia al final se callaba y no decia nada. -con que es eso.
-bueno. Entonces soy la primera en desafiarlo y ganar.
-exacto. Eres mi heroina. -andre salto sobre la mesa y me abrazo.
-no es para tanto. -decia yo entre risas.
-¡¿no es para tanto?!. -andrea me miraba fijamente. -probablemente seas la heroina de la mayoria de chicas en la universidad... y dices que no es para tanto.
-ya calmate andre. -decia yo.
-bueno. Pero cuando las chicas vayan por ti, no me vayas a decir nada. -estaba tomando mi bebida y la escupi.
-no digas eso como si fuera un chico. -mire a andrea y estaba empapada. -lo siento. Toma. -le di unas servilletas.
-no te preocupes. Bueno ahora que terminemos de comer. Vamos a mi departamento en la universidad. -decia andrea mientras tomaba su jugo. -alli tengo algo de ropa para prestarte.
-en serio. Muchas gracias.
Rato despues terminamos de comer. Salimos de la cafeteria y nos fuimos a unos edificios, donde seguramente estaban los dormitorios. Subimos las escaleras hasta el cuarto piso.
-bien, ya llegamos. -dijo andre mientras abria la puerta. Ambas entramos. -esta un poco desordenado. Pero ya lo arreglo.
-no te preocupes. Asi como esta, esta bien. -el cuarto estaba pintado de un color crema. Habia una cama y un escritorio. A pesar del desorden se veia acogedor.
-la ropa esta en este armario. -andrea estaba abriendo la gran puerta del armario. -se libre de escoger lo que quieras.
-gracias. -dije y entre al pequeño cuarto, donde se encontraba todo tipo de ropa.
Me quite el abrigo que andrea me habia prestado y empece a buscar ropa abrigada.
-esto esta bien. -agarre una camisa de mangas suelta, Un pantalon jean, un abrigo azul y encontre unos botines. "Creo que antes de ponerme esta ropa. Deberia bañarme." Pense. Sali del armario.
-andrea, no crees que antes deberia darme una ducha.
-si, si. Te mostrare el baño. -caminamos hasta una puerta al otro lado de la habitacion. Entre. -la toalla esta justo encima de ti.
Me di una ducha larga. El agua estaba caliente. Cuando termine. Mire arriba y ahi estaba la toalla. Rei. A quien se le ocurria colocar la toalla en el techo, al parecer solo a andrea. Sali y me dirigi al armario, me coloque una ropa interior que me habia traido andrea y tambien la ropa elegida anteriormente. Sali.
-ya estoy lista.
Andrea estaba asombrada. -woow. Eso te queda realmente genial.
-gracias. -dije timidamente. Vamos kathe, no es hora de sentirse timida.
-ahora esperame aqui, yo voy a darme una ducha.
-ok. -Dije y me sente en la cama. Realmente estaba haciendo frio, sentia como si hasta mis huesos se fueran a congelar.
"Katherine maccordin. 17 años. Estatura promedio. sexta hija de siete hermanos. Sus padres la echaron de la casa por no cumplir sus expectativas de hija perfecta. Murio y ahora resucito siendo una de las elegidas. Una de los ángeles enviados a la tierra para cumplir una sola mision. Traer la esperanza al mundo."
Mi cabeza dolia y mucho. La agarre con fuerza.
-¡AH!. ¡DUELE!. -gritaba sin cesar.
-kathe, ¿estas bien?. -andrea se asomo desde el armario.
-¡AH!. ¡NO!. ¡MI CABEZA!. -gritaba y gritaba. Mi cabeza no paraba de doler.
Andrea salio inmediatamente a acudirme. Pero algo en mi interior me decia que no se acercara tanto a mi.
-N-NO T-TE ACER-ACERQUES. -le repetia pero ella no me hacia caso.
-no. Yo te ayudare kathe. -ella se estaba acercando cada vez mas. De repente mis manos empezaron a brillar. No solo mis manos, todo mi cuerpo comenzo a brillar.
-¿que. Qué me pasa?. -decia yo. El brillo se extendio. Mire detras de mi y... -¡¿alas?!. -podia ver una perfectas alas blancas en mi costado. Extendi mis manos y...-¡¿nieve?!. -definitivamente esto esta muy mal. -¡AH!. -mi cabeza me estaba matando.
-kathe. ¿qué es lo que esta ocurriendo?.
-si supiera ya te lo habria dicho. -dije entre jadeos. Mi cabeza me iba a matar.
-ire a pedir ayuda. -dijo andrea dirigiendose a la puerta de la habitacion.
-¡BUSCA A SEBASTIAN!. -dije inconscientemente.
Andrea salio corriendo de la habitacion por los pasillos. Mientras que yo intentaba resistir por mis fuertes dolores de cabeza.

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Esperanza
RandomKatherine no tenia un lugar al cual llamar hogar. Pero todo cambia cuando ella se suicida y se convierte en una de las elegidas o angeles con una sola mision. Traer la esperanza al mundo. Algo que muchas personas no tienen...