Abrahell y Seddim

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—Mamá quiero ir con Anneliese, quiero ir con Anneliese —decía Alexa jalando la falda de Aléndri, ya la tenía harta, no sabía qué hacer, tenía que ir al college y no sabía con quien dejarla, todos los demonios estaban ocupados, hasta su siempre ausente padre no se encontraba ni en este mundo, entonces decidió dejar ir a Alexa con Anneliese, ella la cuidaría bien, después de todo ambas eran lo mismo, se habían vuelto muy buenas amigas.

—Está bien, irás a pasear con Anneliese, pero te pones short o no das ni un paso fuera de esta casa —Aléndri tenía el bolso sobre el hombro derecho.

—¡Siiiii! —dijo Seddim con tono felíz.

Anneliese tocó el timbre de la puerta, Alexa corrió a abrir con entusiasmo, al verla rió y la abrazó por las piernas.

—Hola..ouch eres muy fuerte pequeña Seddim —Anneliese le acarició el cabello.

—¿Que tal Aléndri? —dijo la bella demonio, estaba vestida con ropa deportiva.

—Gracias al fuego que llegaste Anneliese, ya estaba apunto de explotar —Aléndri habló con ella sobre el cuidado de Alexa, quien corrió a cambiarse la falda corta.

—Sí, estaba buscando unos lentes para el sol, pero luego me dí cuenta que es una moda ridícula, así que vine directo hacia acá —Anneliese era demasiado hermosa y sexy.

—¿Podrás cuidarla?, no quiero ponerte una tarea que no estás obligada a hacer —Aléndri sabía que Anneliese sí estaba libre ese dia, era la mejor opción que tenía.

—Por supuesto que podré cuidarla su majestad, lo mío nunca ha sido cuidar niños pero...nos divertiremos mucho, somos excelentes amigas —Anneliese sonrió a Aléndri, eso le hizo entender que todo iba a estar bién, Alexa bajó volando de las gradas, se había vestido igual que anneliese, el mismo color de short y de blusa, solo las tenis eran diferentes, Aléndri la vió y no le dijo nada sobre ello.

—Alexa portate bién con Anneliese, hazle caso y no quiero nada de berrinches, me avisas si lo hace anneliese —Aléndri volteó hacia la bella demonio, salió primero que las dos, Alexa la acompañó a la puerta, cuando Aléndri bajó las gradas desplegó sus inmensas alas negras, y alzó vuelo hacia el este, su aleteo le movió el cabello a ambas.

—Bueno, es hora de irnos pequeña —dijo Anneliese viéndola con una sonrisa, Alexa entró por las llaves y salió junto a anneliese.

Abrahell le pidió a Alexa que volaran juntas hacia el parque más cercano, que así llegarían más rápido, pero la pequeña Seddim le dijo que no, que ella quería caminar de su mano hasta el parque, entonces Anneliese comprendió que le caía muy bien a Alexa, siempre le sonreía cada vez que la veía a los ojos.

—Eres muy bonita Anneliese —dijo Alexa con inocencia, comenzó a mover la mano para delante y atrás.

—Tú también eres muy bonita pequeña Seddim, de hecho todas las que son como nosotras son hermosas, tu madre, tu abuela, Lucy, Aradia —Anneliese se movió el cabello hacia atrás.

—¿Te puedo preguntar algo? —dijo Alexa.

—Claro princesa, dime —Anneliese acomodó su cabello sin tocarlo.

—Si mi mamá muriera algún día, ¿tú serías mi nueva mamá? —Anneliese se sorprendió con esa pregunta, no creía posible que Alexa estuviera hablando de la muerte de su madre, creía que algo tuvo que haber visto o escuchado para hacer ese tipo de pregunta, la vió con duda.

—¿Por qué dices eso bonita?, tu mamá es el ser más poderoso de todos los tiempos y del mundo, es inmortal igual que todos los de nuestra especie, nada puede vencerla jamás —Anneliese apretó la mano de alexa un poco.

Alexa DartkenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora