Andrógino

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—¿Dónde podemos vernos? —escribió Deidmond en su celular.

En el cementerio Ort del qual— respondió Alexa desde su habitación.

—¿A qué hora? —Deidmond esperó la respuesta sentado en la cama de su habitación.

A las dos de la tarde, mi madre se irá diez minutos antes por tres horas — Alexa estaba ansiosa por llegar al siguiente paso.

Está bien, pero...¿estás segura que quieres hacer esto? —Deidmond sabía que ambos tenían prohibido la creación de ese tipo de seres, sus leyes dictaban la estricta norma sobre el uso de magia para crear seres vivientes.

Sí, quiero hacerlo, ya tengo 12 años, puedo atenerme a cualquier consecuencia, ¿y tú? —Alexa lo instó a responder esa pregunta.

También lo haré, pero si algo sale mal, nuestros bandos comenzarán la guerra antes de tiempo —Deidmond salió de su extensa habitación.

Eso no sucederá, te lo prometo, nos vemos en el punto acordado a la hora acordada, chao =) —Alexa bajó de la cama para buscar su vestimenta adecuada.

Está bien =) —Deidmond salió al patio trasero de la mansión valentears, esta se encontraba ubicada en la avenida Fullerton, dentro del mismo Allentown.

Alexa no iba a usar minifalda ese día, no solo porque sus genes de humano le indicaban que debía vestir de otras formas, sino porque su cuerpo ya había desarrollado un poco más, y las faldas y toda su ropa ya no le quedaban, debía decirle a su madre que le comprara prendas de su nueva talla, solo esperaba que no volviera a usar su cuerpo primario por un largo tiempo, para no desgarrar su ropa otra vez, pero eso era algo totalmente impredecible para cualquier demonio, ese mediodía Alexa se puso un short negro ajustado, incluso le costaba caminar un poco al no ser de la talla adecuada, pero iba a soportar la molestia hasta conseguir lo que quería.

Al bajar a la sala, se sentó en el sofá y fingió estar meditando, Aléndri salió de la cocina con un bolso MK colgado sobre su hombro izquierdo, Alexa tenía las piernas cruzadas y los ojos cerrados, Aléndri se detuvo frente a ella mientras la veía con una semi sonrisa, puso en su mente una imagen que para ella era muy horrorosa, Alexa reaccionó con un pequeño grito viendo hacia Aléndri, quien rió por el susto que le había dado.

—Mamá no hagas eso —le dijo bajando la mirada con una sonrisa penosa, Aléndri se sentó a su lado y puso su brazo alrededor de su cuello.

—Lo siento mi vida, ¿oye por qué te vestiste?, ¿vas a salir? —preguntó Aléndri con duda, puesto que Alexa casi nunca salía por su propia cuenta.

—Sí, voy a verme...a ver a unos demonios que habitan en el bosque —alexa quedó en silencio por un momento.

—Entiendo, ¿y cuales son los nombres de esos demonios? —preguntó entrando en el estado serio de la conversación.

—Ectus, Ambbry, y Máras —Alexa le sonrió con nerviosismo, esperaba que Aléndri no leyera su mente en ese momento.

—Está bien, yo saldré por tres horas, pero volveré hasta en la noche, cuidate —Aléndri le dió un profundo beso en la boca, alexa lo sintió muy dentro de su corazón.

—Sí mamá —respondió la niña con obediencia.

Aléndri salió mientras cerraba la puerta con fuerza, Alexa usó su super audición para escuchar el vuelo de Aléndri, se quedó un instante escuchando sus aleteos que se alejaban cada vez más, cuando Aléndri salió por completo de Greenwood, Alexa se puso de pie y corrió hacia la puerta de atrás, al abrir la puerta se llevó una inesperada sorpresa que la dejó atónita de la impresión, Lilith braun se encontraba de pie al frente suyo, sus ojos de serpiente la observaban sigilosamente, su imponente presencia casi la dejó sin aliento.

Alexa DartkenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora