♱Capítulo 16♱

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La celebración fue breve. Los invitados y los recién casados fueron al jardín de la pequeña casa, donde merendaron disfrutando de la compañía.
El rato resultó agradable, más de lo que hubiesen esperado. Piko preparó una serie de deleites que engulleron con gusto, y luego, Meiko que era hábil con el piano, decidió tocar una pieza en el pequeño y desgastado instrumento que tenían en la casa y las parejas bailaron con gracia.

La sensación de ya haber vivido ese momento lo volvió a invadir. La forma de bailar de Miku, se le hizo bastante familiar a Len. Aún así decidió sacarse aquellos pensamientos de la cabeza y disfrutar el momento. Al finalizar, simplemente se quedaron hablando durante horas y horas hasta que llegó el momento de que los invitados partieran.
Acompañaron a sus invitados a la puerta, donde los esperaba un fino carruaje. Meiko fue la primera en partir, deseándoles eterna felicidad y prometiendo regresar pronto. El siguiente en aparecer fue quien alguna vez sirvió a Len.

—Gracias por venir, Piko. No tengo palabras.

—No me lo hubiese perdido, amo. He de confesar que con el tiempo lo he llegado a considerar un leal amigo. Y si su felicidad aquí se encuentra, espero que viva dichoso.

Los hombres compartieron un pequeño abrazo y en seguida Piko comenzó a alejarse.

—Ya te dije todo lo que debía, nada me ha faltado. -Len escuchó una voz próxima a él. Se trataba de Gakupo. —Pese a todo lo ocurrido, los buenos recuerdos no se evaporan con facilidad. Anhelo entonces que tu matrimonio sea duradero.

—Gracias, Gakupo. Si han de necesitarme para cualquier cosa o solo para platicar, aquí estaré. Mi deuda con ustedes es enorme.

—Puede que platicar un día, el aburrimiento resulta insoportable a veces. Y Len, he tenido esta noche la oportunidad de conocer a tú esposa. No es nada de lo que he escuchado, su alma es pura y corazón noble. Cuídala como merece una dama.

—Por supuesto, amigo mío.

Dicho esto ambos amigos se dieron la mano brevemente, luego el peli morado se fue.

—Nos quedaremos en esta villa al menos una semana. Es un lugar pintoresco y tranquilo. -Len reconoció la voz de Gumi. -Empiezo a envidiarte del buen modo.

—Querida amiga, a ti es a quien más debo de agradecer.

—No tienes que hacerlo. Ambos hemos ganado, puesto que yo he encontrado el sincero perdón en mi corazón y tu recuperaste a tu querida amiga. Además me has brindado una nueva a mi.

Dijo Gumi enfocando su vista en Miku, la cual se estaba despidiendo de Gakupo, con una celestial y amable sonrisa.

—Pensé que al verla solo sería capaz de sentir rencor. No pude, me ha dado una gran lección que no olvidaré y además ha quedado guardada en mi corazón.

—Pueden venir cundo quieran, son totalmente bienvenidos en nuestra modesta casa. -Aseguró el rubio.

—He de tener muy en cuenta tus palabras. Vendré aquí frecuentemente, pero por el momento hemos de partir ya, puesto que la  nueva pareja ha de estar bastante ocupada esta noche.

Al escuchar eso último, Len pudo sentir como se formaba un pequeño sonrojo en sus mejillas. Pero, su distracción solo duró unos segundos ya que Gumi lo había abrazado, tomándolo por sorpresa.

—Nos vemos pronto, Len. Mis sinceros deseos de felicidad para tú esposa y para ti.

Len le correspondió el abrazo. —No olvidaré nunca lo que hicieron por nosotros, gracias. -Dicho esto se separaron y Gumi se fue a reunir con el resto de asistentes, los cuales ya estaban dentro del carruaje.

♱ Alluring Secret ~Black Vow ♱ (Rin x Len) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora