Obra de arte.

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Títere, titiretero,
títere con gran pasión,
móntame un teatrillo,
con alma y corazón.
Juega con emociones y cuelga de anzuelos, recibe aplausos y cae el telón.
Saluda.
Entregas tu vida al arte,
día tras día con gran devoción,
como si del cine no se tratase,
sino de tu vida en cuestión.
Actor, ese es tu nombre.
Un sueño galopante que palpita en tu interior.
Tocas espíritus y despiertas intrigas, cuestionamientos,
admiración.
Creatividad a montones como si de una cascada se tratase, fluye a través de tus venas en compases.
Tu interior pintado y repintado de millones de colores movedizos que se trasladan de aquí a allá y te incitan a desplazarte como si una danza se diera lugar.
Una danza para el alma.
Un baile en pijama.
Te fusionas con tus personajes, algo de ellos llevas y algo de ti llevarán.
No hay pequeños papeles sino pequeños actores.
Se notará bajo los reflectores.
¡Oh, actor vivaz!
¡Oh, actor entregado!
Porque la vida es obra y la obra es arte...
y en ésta obra de arte como tu no hay.
Como yo.
Como nosotros.
Como todos.
Como nadie.

Rayuelas.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora