Marca imborrable.

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Me dices que te sientes como un niño a mi lado.
Que gracias a mi has vuelto a soñar.
De la misma forma que me miras, quieres tu ser admirado.
Y así juntos estar.
Eres muy dulce.
Eres muy tierno.
Pero yo soy lo contrario,
todo un infierno.
Valoro cada detalle y me sorprendo realmente, a pesar de que sé que no lo merezco.
¿Crees que soy un ángel?
Pues ni si quiera me parezco.
Y aún así te agradezco.
Éste "tu" que desconoces,
siempre a estado en tu interior.
¿Perdido? Al revés.
Tu mismo lo has resuelto,
bajo tu cobertor.
Lo siento.
No siento eso.
No es "solo un peso".
No me refiero a eso.
No es la vida reflejada en un beso.
Ni un tropiezo.
Todo lo pienso.
Tu vida no debes entregar,
niño, te lo vuelvo a explicar.
Nadie merece tus lágrimas.
No es cuestión de regalar.
No las entregues a suerte y verdad.
No las esparzas sin necesidad.
No quiero que sufras, a pesar de que el sufrimiento sea inevitable y te acorrale en callejones sin salida hasta encontrar un fin.
No quiero ser la responsable.
La culpa de una marca imborrable.

Rayuelas.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora