6 días antes: parte 1

401 41 6
                                    

Eran las 1:15 a. m. y Shailene seguía buscando por algún rastro de Theo. ¿A caso había llegado tan lejos? Se preguntaba si algún policía lo había sorprendido causando alboroto, porque si hablábamos de Theo, seguramente estuviera provocado problemas. Por suerte no se había topado con ningún policía.

—¡Theo! ¡¿Dónde estás?! ¡Sal de donde estés! —grita sin cesar Shailene.

Los nervios la abrumaban. ¿Y si ya estaba en la comisaría? De esa no saldría vivo. Caminó alrededor del lago. La llovizna se había intensificado. Se podría decir que ahora estaba lloviendo. Pero eso no le importó a Shailene, siguió con su búsqueda.

—¡Theo! ¡Todos estamos preocupados por ti! —pausa un momento —. Yo estoy preocupada por ti —susurra.

Camina hacia una banca y se sienta exhausta. Subes sus piernas a la banca y las abraza, haciéndose ovillo. Tenía frío, eso era seguro. Estaba harta de todo. Que por el simple error de aceptarlos en casa, ella llegaría hasta aquí. En una banca del central park, echa ovillo, mientras la lluvia mojaba su atuendo, buscando a Theo quien no se dignaba en aparecer. Y todo por su culpa. Vaya que el karma regresa con todo.

Ella cierra los ojos y trata de calmarse. Tal vez no es tan malo después de todo. Simplemente Theo se había enojado de quién sabe que provocando que arrojara su anillo de compromiso por los aires. A quien engañaba, eso sonaba espantos. Pronto sintió culpa. ¿A caso ella causó eso? Pobre Ruth. Tal vez la odiaba, pero ¿cómo puedes odiar a alguien que está sufriendo? Definitivamente no podía soportarlo. Entonces una diminuta lágrima se resbala por su mejilla. Una lagrima que no era por odio a Ruth, sino por lastima y arrepentimiento. Y dejó que las demás fluyeran, se sentía fatal. Se dio cuenta que ella era el monstruo del cuento. Lloro por unos varios segundos, desahogando sus penas.

—¿Qué haces aquí?

La figura de Theo se mostró a las narices de Shailene. En verdad lucía espantoso.

—¡Theo! Maldita sea, estás vivo —pronto se para y le da un abrazo. Se separa de él de un empujón. Aprieta sus puños y los golpea contra Theo —. Agh, cuánto te odio... Te odio, te odio, te od-

Antes de que termine su oración, Theo atrapa sus labios entre los suyos. Inmediatamente Shailene se separa. Theo no se aparta de ella y coloca su mano en su mejilla, trazando círculos invisibles con su pulgar.

—Te elijo —se acerca y deposita un beso en su frente.

—¿Qué? ¿A qué te refieres?

Se separa de ella con una sonrisa de satisfacción por no saber la respuesta a su pregunta. El entorno se pone negro y lo único que ve es la sonrisa de Theo. Suelta una carcajada, logrando que Shailene retroceda unos pasos.

—¿A caso no querías que dejara a Ruth? Lo he hecho, ahora eres mía.

—¿Q- qué?

Theo desaparece y se queda sola en las penumbras. No podía estar pasando, era una locura. En vez de causarle satisfacción a aquella noticia, le provocó todo lo contrario. Podría jurar que se ha puesto pálida; no demuestra ninguna expresión aparente.

«Theo, Ruth, Shiloh, bebé, boda, 6 días, infierno»

Esas palabras danzaban en la mente de Shailene mientras se le agregaban más.

Little intruderDonde viven las historias. Descúbrelo ahora