Capítulo 13: Encierro

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Kise Ryota

Si antes la situación estaba mal... ahora estaba peor. Ni siquiera entendía cómo mi padre se podía haber enterado del partido, era posible que al no encontrarme por ningún lado ni poder localizarme hubiera ido al instituto con la esperanza que estuviera allí estudiando en la biblioteca y se hubiera cruzado de casualidad por el pabellón de deportes sorprendido por el escándalo que habría allí, todos los alumnos estaban allí concentrados viendo el partido. Era lo único que se me ocurría y él no había querido contarme nada, de hecho me hablaba lo imprescindible y necesario, nada más.

Desde aquel partido, no me había dejado salir y me habría gustado decir que no me dejaba salir de casa... no me dejaba salir ni del cuarto. Hasta me subía la comida a la habitación y gracias a Dios... me dejaba salir al baño. Era una tortura estar aquí encerrado sin hacer nada. Creí que se le pasaría, el partido fue el sábado y el domingo estuve recluido, hasta se había llevado mi móvil para mantenerme incomunicado. Creo que no le gustó que le dijera que tenía novio, lo que para mí era una buena noticia para él no lo fue en absoluto, lo veía como un impedimento y una distracción absoluta a mi carrera de modelo, pese a que yo no quería seguir trabajando en ese mundo.

Al despertarme aquella mañana de lunes sonreí, por lo menos saldría de casa para ir al instituto. Puede que me quitase el móvil y que no pudiera contactar con Aomine pero no podía impedir que lo viera en el instituto. Me levanté con rapidez y me dirigí al armario buscando el uniforme. Nunca antes me había vestido tan rápido ni estaba tan entusiasmado con ir a clases como lo estaba hoy pero cuando fui a salir del cuarto, mi padre me lo impidió con su ronca voz. Fue abrir la puerta y encontrarle de frente a mí mirando con sorpresa mi uniforme.

- ¿Dónde crees que vas? – me preguntó.

- Pues... a clase – le dije.

- De eso nada, ya no irás a clase. De hecho voy a salir ahora mismo hacia tu instituto y voy a desapuntarte. Luego iré a buscar un nuevo contrato para ti, no quiero que estés en casa sin hacer nada.

- Pero... no puedes quitarme del instituto – le dije sorprendido y enfadado.

- Kise... el instituto y los estudios es para gente que busca un trabajo en el futuro, pero tú ya tienes uno.

- No quiero hacer eso el resto de mi vida, además... tú mejor que nadie sabes que la carrera para un modelo es muy corta, en cuanto empiece a ser más adulto contratarán a gente más joven que yo.

- A ti aún te quedan muchos años para pasar a la reserva así que no me sirven tus excusas. Entra de nuevo en tu habitación y haz lo que quieras pero de esta casa no saldrás excepto de mi lado y para ir a algún trabajo ¿Queda claro?

- Clarísimo – le dije enfadado cerrando la puerta en sus narices y recostándome en la cama.

Escuchaba los ruidos que hacía mi padre por la planta baja, seguramente estaría desayunando o preparando algo, también le escuchaba hablar por teléfono con numerables representantes intentando concertarme alguna cita o algún nuevo trabajo. Yo no podía dejar de mirar hacia la pared pesando en qué haría Aomine ahora mismo. Me giré para ver el reloj en la mesilla, tendría que estar de camino a clase y al oír la puerta de la calle, me levanté para acercarme a la ventana y observar como mi padre subía en el coche y se marchaba.

Toda la casa para mí. Pensé cuánta gente desearía poder tener la casa para él solo, poder saltarse las clases, no tener que ir al instituto, se habrían vuelto todos a la cama a seguir durmiendo y... ¿Qué hacía yo? Salir corriendo hacia la puerta principal bajando las escaleras de dos en dos y tratar de abrir la puerta para irme. Claro que mi padre se había ocupado de cerrarle.

Modelo solitario (Kuroko no basuke, Aokise)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora