Gas pimienta.

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Comencé a sentir como si despertará pero extrañamente adolorida como si un auto me hubiera pasado encima.
Esperen... un auto, mierda.-
Abrí los ojos y recuperé el sentido estaba en una camilla, me levanté.
- Mierda como duele.-me crujieron los dientes cuando dije esto.
Una enfermera me Vio.
-¡Acuéstese! .-Gritó mientas traía su intimidante figura hacia mí.
Me preguntó si tenía familiares que me pudieran retirar.
Negué con la cabeza
-Entonces no puedes salir- dijo
Mierda - dije por lo bajo
Espere a que se fuera para auto examinarme solo tenia unos rapones y morados.
Trate de recordar... Un frenazo, un golpe.
Nada grave , creo solo son rapones.
- Salí cuando tuve oportunidad, en cuanto pase la puerta alguien empezó a decir:
-Oye, tú.
Apresuré mi paso, cuando iba a empezar a correr vi una sombra detrás de mi que se abalanzo a tomarme del brazo.
Demasiado tarde para correr - pensé
Me tomó del brazo y me dijo:
- NO grites.
Lo único que pude pensar fue en lo útil que me hubiera sido un gas pimienta en estos momentos. Mi corazón se detuvo.
Dios mío - un violador.
No te voy a matar - rió- Cambia esa cara.
-¿Quién eres? -Pregunte con voz temblorosa.-
tu peor pesadilla - Contestó.
Puse cara de miedo extremo y comenzó a reír de nuevo.
Me mire confusa.
-Quería pedirte disculpas, yo te atropellé con mi auto.
Estaba muy preocupado espere a que llegaran familiares tuyos pero nadie llegó.
-Ni llegarán- dije con cierto dejo de molestia. Me voy, Camine.
-Espera, es muy tarde.
-No.
-¿Te llevo?
-Oh, si claro con gusto solo asegúrate de no arrollarme de nuevo-bufé
-Tu sarcasmo me lástima.
-Tu auto también.
-Touche. Me guiño el ojo.
Dejé que me llevara a casa- Después de todo estaba cansada.
Casi muero dos veces hoy- dije
-¿Dos?
-Si, la primera fue porque me arrolló un auto.
-Casi te arrollo un auto. Solo te empujo sutilmente por la calle- dijo el.
Lancé una mirada de fastidio extremo.
-¿Y la segunda?
-Es que casi me matas de un susto ¡podrías haber sido un violador!
No exageres.
No sabia sí era científicamente posible morir de un susto pero aquellos fueron momentos mas aterradores de mi corta vida.

Le indiqué la dirección de mi casa.
No hablamos en el camino.
Me dedique a mirar por la ventana y recordé al joven muerto que vi en la mañana , traté de buscar todas las razones del porque el había muerto y seguí viva, tanto la vida como la muerte son caprichosas.
Esa fue mi conclusión. La que formulé si querer.
Cuando llegamos el preguntó mi nombre.
No se lo dije, no quería ni necesitaba alguien mas en mi vida.
Peor al que casi me atropelló, no quiero que mi vida se convierta en una novela de amor de wattpad. O algo parecido.
-No lo quieres saber.- Respondí.
Quedo con los ojos en blanco.
Recuérdame como a la chica que casi matas dos veces.
El Rió.
-Me llamo carlos.
-No te lo pregunté.
No quería que fuera mi amigo o mi conocido solo quería salir de esa burbuja incómoda.

Me despedí. Me desperté. Mi madre estaba a mi lado y su cara de susto paso a ser de alivio.
Aún me arde la mejilla.
La miro con cierto fastidio.
-hija ¿Qué Pasó ? Te desmayaste.
-Estoy cansada - digo seria me meto en mi cuarto y aseguro la puerta.
Me ruge el estómago, salgo a comer.
Miro la hora 03:38
Tomo la caja de cereal y la llevo a mi cuarto.
Tengo tanto sueño que dormiría una semana entera pero mañana tengo clases.
Al dia siguiente mi madre se portó melosa conmigo cosa que no soporto es un enorme acto de hipocresía.
Preparo mi desayuno favorito pero lo vi con asco.
No voy a desayunar- dije acto seguido me fui.
Cuando llegue al colegio llena de fastidio extremo estaba con sueño.
Usualmente no duermo en clases pero ese día, me quede dormida todas las clases.
Al salir del colegio con cara de pocos amigos le conté a lyle lo que me pasó su respuesta fue:
-¿Por qué no le pediste el número?
Rodee los ojos
-Vamos rápido, tengo cosas que hacer.



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