Narra April.
Al día siguiente de nuestro paseo en la playa. Salimos a comer algo y cuando regresamos al final del camino una persona pero muy despistada.
Y nosotros como buenos samaritanos decidimos darle indicaciones en caso de que estuviera perdido.
Nos acercamos.
Y cuando esta persona nos vio acercándonos, corrió hacia nosotros.
- no se vayan por favor.
En cuanto estuvimos lo suficientemente cerca nos dimos cuenta que era un chico con síndrome de Down.
Al parecer se había perdido y nadie le quiso ayudar.
Decidimos ayudarlo.
-Hola pequeño, ¿Me dices tu nombre?
- mi nombre, mi nombre es Daniel.
- ah, Daniel ¿ y tus padres?
- ¿Padres? Nose sólo vine a jugar y los perdí.
Lyle Carlos y yo decidimos ayudarlo y llevarlo a la caseta de salvavidas mas cercano y que allí lo encuentren sus padres.
Mientras nos dirigíamos a las caseta de los salvavidas pudimos hablar con el.
Daniel es muy agradable. Pero aún así demasiado inocente para este mundo tan podrido- pensé
Llegamos a la caseta de salvavidas y allí esperamos a que nos atendieran. Eso tardaría horas.
Salimos a la playa con él.
Comimos helado contamos chistes y después quisimos meternos al mar pero el dijo:
- me da miedo.
- porque miedo
- nose nadar. Mi madre no me deja.
- bueno - dijo Carlos entonces yo te enseñaré a nadar asi serás fuerte y no le temerás a nada igual que yo.
- tu ego - le dije mientras señalaba al cielo, creo que ha sobrepasado la estratósfera.
-* risa nada divertida* dijo Carlos.
Bueno vamos muchacho le dijo Carlos a Daniel.
Lyle y yo solo observamos la verdad es que nuestro castaño amigo le enseño a nadar muy bien a Daniel y su miedo al agua al parecer se lo llevaron las olas.
Al cabo de una hora todos estábamos nadando en la playa hasta que la marea subió, supimos que era medio día.
Salimos del mar. Y caminamos por la playa hasta que gritaron por detrás:
- ¡¡¡Daniel, hijo.!!!
Daniel miró hacia atrás y salio corriendo.
Eran sus padres.
- estábamos muy preocupados, salimos con el en la mañana a desayunar. Salió corriendo detrás de un avión de papel y cuando nos dimos cuenta perdimos el rastro.
Gracias por cuidarlo.
- fue un gusto señora. Recitamos al unísono.
Sonreímos.
Daniel se fue después de despedirse de nosotros y contarnos un último chiste.
Esperamos que sea feliz.
Quien menos espere que le afectará la partida de Daniel fue Carlos.
- ¿Estas llorando?- le pregunté.
- no, se me metió una basurita al ojo.
- no seas tan cliché- le dijo lyle.
- vamos, chico sentimental, estoy hambrienta.
Después de eso entendí que la ayuda va más allá de los que deberíamos hacer.
Después de todo podríamos haber dejado a Daniel en la caseta de salvavidas y habernos " librado de él".
Pero decidimos hacer algo más allá.
Entendimos y ayudamos a Daniel.
Y el nos ayudó a comprender, cosas que quizás otros pueden. Dejó una huella en nosotros.
ESTÁS LEYENDO
The travel.
Teen FictionApril una chica normal con una vida normal y aburrida decide hacer un cambio durante una serie de sucesos que darán un vuelco a la historia. Junto a su mejor amiga lyle y Carlos un chico que conoce por accidente irán a una travesía. En el camino se...