Encuentro de almas predestinadas

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Nos habían llamado a la sala de conferencias, junto con la Alianza, así que algo pasaba, y algo importante.

 Desde hacia 2 años me he estado superando en todos los sentidos, gracias a Morgiana y su entrenamiento, todos los días cuando me veo al espejo, me encuentro con una cara casi idéntica a la que veo en mis sueños.. a Solomon, mi padre. Soy uno de los mejores magos del mundo, superando a mi ex- maestra Yam, a la que una vez considere como a alguien imposible de alcanzar.

Al parecer, ya estamos todos. Jafar esta entrando a la sala en compañía de una joven de mas o menos mi misma edad. Va vestida con una especie de vestido blanco con morado corto sin mangas. Está observando a todos rápidamente, pero cuando me mira, no deja de observarme. Yo tampoco puedo dejar de mirarla. No solo por la extraña reacción del rukh, sino también por su increíble belleza, me recuerda a mi madre el Alma Toran. Excepto que tiene el cabello de color más oscuro y sus ojos son grises con tonalidades arco iris, y en la frente...no es posible. Tiene la misma marca que ella y los djins. ¿Quién rayos es ella? ¿Y porqué no puedo dejar de verla?

                                                                                                    *****

Sinbad caminó hacia el centro y les dijo a todos- Chicos, esto es algo muy importante. Hemos descubierto algo relacionado a Solomon y Sheba. Por favor explícales tu misma, estoy algo... impresionado aún por la noticia-

Todos lo veían fijamente y extrañados, pensando que pasaba en esa ocasión. Además Sinbad no era de la clase de persona que se impresiona tan fácilmente y sólo veía a una persona... Aladin.

-Mucho gusto,- dijo la extraña sonrojada y con una tímida sonrisa- mi nombre es Paydar, y nací para ser la pareja de la reencarnación de Solomon.

-Antes de la caída de Alma Toran, después del embarazo de mi antecesora Sheba,- continuo Paydar- el rey Solomon decidió que durante el sueño de 250 años de su reencarnación, debía tener una protectora que lo acompañara, y además, alguien debía cumplir el deber de Sheba en la Tierra. Podría decirse que su esposa. Entonces decidió con una parte del alma de Sheba y los djins, crear una niña capaz de convertirse en djin temporalmente por voluntad... es decir, a mi.

-¿ Y esperas que te creamos?- dijo Drakon.

Paydar dijo- La marca que tengo en la frente a de ser prueba suficiente de ser quien soy. Y si no me creen...-

De repente, Paydar empezó a crecer mientras su cuerpo brillaba. Cuando termino de crecer, apareció una djin azul con el pelo largo y blanco, con una especie de vestido con pantalones cortos de color blanco y trazos parecidos a raíces moradas.

- Permítanme volver a presentarme, soy Paydar, djin del equilibrio y la ira.La más fuerte de todos.

                                                                        *******      

¿Que rayos estoy haciendo? Pensó Paydar al ver a todos tan asustado y con ganas de matarme sus armas.

-Disculpen,- dije con voz temerosa mientras vuelvo a mi forma original- no era mi intención asustarles ni darles una razón para tener instintos asesinos hacia mi.-

¿Qué me pasa? Al fin conozco a la reencarnación de Solomon y lo primero que hago es transformarme en djin y decir estupideces. Pero en realidad, no estoy segura que este aquí. Pero para que me vea así ese chico peliazul y me cause esa sensación de reencuentro de viejos amigos ha de ser una señal, o por lo menos eso creo.

- No era nuestra intención ponerte a la defensiva- dijo su líder, creo que se llama Sinbad,- ¿verdad chicos?- dijo mientras volteaba a ver al resto de los que se encontraban en la sala.

Los demás voltearon a verme y después a el mientras asentían.

- Por favor, continua- dijo el hombre de pelo blanco que me recibió.

-Después de eso, me dejaron en desarrollo en un salón anexo a donde se resguardo a la reencarnación de Solomon, al cuidado de la 22° djin, Ipos, la cual, ahora se encuentra con Uraltugo en el palacio Sagrado. Estuve 2 años viajando por el mundo y conociéndolo, hasta que escuche que había un cuarto magi en Sindria, conseguí que me trajeran y aquí estoy.

Toda la sala estaba en silencio. Todos tenían caras de sorpresa y confusión. Pero al ver sus ojos, pude ver sus verdaderos sentimientos.Duda, miedo e incomprensión.

Sólo en los ojos de Sinbad, del albino y del peliazul no encontré esas intenciones. Lo cual hizo darme cuenta que aun ahí, no podría hacer amigos de buenas a primeras.











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