Aliados

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- Como visir de Sindria, tengo el derecho de entrar.

-Pero están los dos...

-No importa, tengo el poder para hacerlo. Vamos, ¡apóyame Morgiana!

Aunque se oía esta conversación desde adentro del cuarto, yo y Paydar no hacíamos caso. Seguíamos fundiéndonos, labios contra labios, sin temor, con amor.

Durante mis viajes, he enfrentado cientos de peligros, y la mitad de ellos ocasionados por las temeridades de otros. Pero ahora, el culpable era yo. Estaba tan preocupada por ella... pero eso no era razón para llegar a besarle quitado de la pena. Pero ella no lo rechazó... punto para Aladin.

Por alguna extraña razón, no tengo las ganas de... limpiarla, como lo hago con las otras mujeres. Pero, sólo quiero estar a su lado todo el tiempo, para protegerla, aunque en realidad, ella debería cuidarme a mi.

Quería quedarme ahí con ella, como si ya no importara nada, si el tiempo se detuviera en ese momento para disfrutar cada nanosegundo de ese beso. Que descubrí, era el primero que he dado.

Ojalá hubiera durado por siempre.

-¿A...A... Aladin?- Oh no, esa es la voz de Jafar.

Rápidamente nos separamos, ella con un leve rubor en las mejillas, yo con cara de sorprendido.

-P-perdón Aladin, no era nuestra intención interrumpir...- dijo Morg.

-Pero debemos de hablar de algo importante y sólo podemos estar aquí gracias a que Yamuraiha esta distrayendo a Sinbad...- completó Jafar.

-No se preocupen...- dije en un susurro.

Mejor si se preocupen, tengan cuidado en la noche Morg, Jafar, que algo podría pasarles...

Me pare de la cama y acerque unas sillas para mi, Jafar y Morg. Si iban a decir algo, que también ella lo escuchará. ¿No fue por eso que hicimos el plan?

-Ya lo confirmamos.- dijo Jafar, una vez que nos sentamos todos.- Sinbad planeaba matarte la noche que escapaste. Ahora su plan se ha echado a perder, pero ya sabemos su próximo movimiento.-

-Paydar- dijo Morg-No podrás comer nada por un cierto tiempo...

Vivir para reencarnarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora