Vivir para reencarnar

Yunnan

-Los voy a extrañar. Aladin...-

De repente, estoy parada frente una casa envuelta en tinieblas. Parado junto a la puerta, esta un hombre de vestimentas verdes y el pelo trenzado.

-Tu has de ser mi invitada, por favor pasa.- me dijo aquel hombre apuntando a la puerta.- Siéntete como en casa.

Pase a la casa y el hombre me ofreció una taza de té.

-Toma...-

Lo probé y me pregunto- ¿Esta bien? Es que como la ultima visitante que tuve fue Morgiana, así que temo que se me ha olvidado como preparar el té.-

-No, esta bien.- le contesté.

-Ah, que bueno.

-¿Tú, eres Yunnan verdad? Muchas gracias por dejarme esconderme aquí.-

-No es ningún problema, le debía unos favores a tus amigos y además, quería preguntarte unas cosas.-

-¿Cómo qué?- le pregunte.

-Te gusta Aladin, ¿no es cierto?-

Casi me atraganto con el te, Morgiana ya me había advertido que era extraño, pero nunca me espere algo así.

-S..si, eso creo, tal vez... no se.. si el si....- 

Voltee a ver a Yunnan y estaba sonriendo. ¿Le daba gracia?

- Lo siento, no era mi intención ser tan directo, pero me interesa mucho como sus personalidades y almas se aman incluso en otro cuerpo y miles de años después.- me dijo como si me hubiera leído la mente.

- No se preocupe...- dije.

-Por favor, sólo dime Yunnan- me dijo mientras sonreía.

Sin lugar a dudas, esta iba a ser una temporada muy interesante...