Different.

Capítulo 11.

Ella:

-Ángelus... ¡Ángelus!.- Escuché la voz de Tamy.

Abrí un poco los ojos y bostecé incorporándome.

-¿Tienes alguna pastilla para la resaca?- dijo susurrando.

Levanté una ceja.

Jamás en mi vida había tenido una resaca.

-No. Pero tengo unas para el dolor de cabeza en el baño.

Ella asintió y se fue al baño caminando como un zombie.

-Iré por un poco de agua.- dijo dirigiéndose a la puerta de mi cuarto.

Yo asentí y volví a cerrar mis ojos recostando mi cabeza sobre mi almohada, pero tuve que abrirlos de golpe al escuchar un par de gritos que parecían de niñas en una película de terror.

Me quejé, y desganada salí de mi habitación.

Al llegar a las gradas vi a Dan y a Tamy abajo de las mismas.

No entendía lo que decían.

-¿Por qué gritan?- mascullé.

-Por que estaba de lo más tranquilo desayunando y ella me asustó. No sabía que estaba aquí, no me avisaste.- se quejó Dan, molesto.

-No estabas aquí para decírtelo. -respondí ironizando.

-Existe el celular.- dijo cruzándose de brazos.

-No habrías contestado de cualquier forma.

Dan se quedó callado, era cierto.

-De cualquier forma fue él quien me asustó, grita como niña.-bufó Tamy fingiendo revisar la pintura de sus uñas.

Dan la miró ofendido.

-¿Disculpa?.

-Disculpado.

Dan me vio esperando a que lo defendiera.

-Ya supérenlo.- dije bostezando y me giré hacia mi cuarto para arreglarme para ir al colegio.

Dan nos había llevado en su auto, y en el trayecto ambos se decían comentarios sarcásticos y se burlaban entre sí.

Yo reía entre cada broma que se hacian.

Eran como niñitos pre-escolares peleando.

Cuando entramos al colegio, Tamy me agradeció por lo de anoche, me abrazó y se fue hacía su casillero desapareciendo entre los pasillos.

Yo me detuve en mi casillero, y antes de sacar el libro de Francés, vi a Jesús caminando con unos chicos, riendo.

Sonreí automáticamente al verlo reír, aunque él no me vio.

Sacudi la cabeza, y volví mi atención hacía mi libro.

Ayer Tamy me había dejado pensando...