Uchiha enamorada (Gaara)

de vuelta.

~Irani~

Desperté pero no abrí los ojos, sin saber que habría, sin saber siquiera donde estaba o con quien estaba, sentía miedo pero no podía quedar así todo el rato, en algún momento tendría que abrir los ojos y afrontar lo que me espera.

—Itachi—susurre al verlo sentado en un sofá junto a la camilla en la que yo estaba.

Abrió los ojos de golpe y me miró con una sonrisa.

—Irani—dijo enderezándose.

—T-tu no...—me senté de golpe—no puedes estar aquí...te van a...

—no le pasará nada—dijo la Hokage desde la puerta.—tu hermano te salvó, su nombre está tachado del libro bingo y ya no es un criminal, ahora es un shinobi, un héroe... recuéstate...

Miré a mi hermano sorprendida y tratando de encajar todas las cosas que me había dicho. Me recosté hacia atrás y miré a la Abuela Tsunade con curiosidad, parecía estar aliviada de algo pero no sabía de que.

—¿te sientes bien?—preguntó ella tomando la temperatura; poniendo su mano en mi frente.

—claro—dije—aunque no siento mis dedos.

Me examino mientras yo trataba de obedecer a todo lo que ella me ordenaba.

—abuela, ¿de que se trata esto?—pregunté.

—¿no recuerdas?—preguntó Itachi viéndome con pena.

—¿recordar que?—pregunté.

—¿como llegaste acá?—preguntó Itachi.

Me quede paralizada, ¿como olvidar eso? Lo último que recuerdo es a Hinata inconsciente y a Pain, de Akatsuki, no podría olvidar como mi mejor amiga es masacrada por mi culpa, como es que Konohamaru recibió una paliza por mí y como es que esa mujer tuvo la valentía de no huir.

—Hinata—susurré y miré a la abuela que ahora solo me observaba.

—Hinata está bien—dijo Itachi.

—¿hace cuanto que sucedió eso?—pregunté al sentir aquel recuerdo demasiado alejado de la realidad.

—aproximadamente... dos meses...—mi hermano respondió.

Mis ojos se abrieron de golpe, hace dos meses que yo estaba dormida, cuando realidad podría haber estado ayudando a mis amigos con misiones o al menos no estar causando pena a Itachi.

—por dios—dije—esto es imposible...

—no, la verdad no es imposible, intentaron extraer al cinco colas, si no fuera por Itachi ya estarías muerta—dijo la Hokage mirándome.

—¿que sucedió con Hinata y Konohamaru?—pregunté.

—ellos ya están bien—dijo la anciana cruzándose de brazos—quiero que nos cuentes que sucedió.

—¿eh?—pregunté—no recuerdo mucho.

—no interesa—dijo Itachi—la mas minúscula cosa que recuerdes... dila.

—muy bien—resople—le pedí una misión a Gaara, el me la dio, debía escoltar a una mujer y a su hija...—miré la nada intentando recordar—esa mujer estaba casada con un jinchuriki, ella nos lo contó... dijo que su marido había sido capturado por un portador del sharingan...luego de eso no recuerdo mucho...

—¿quien era esa mujer?—preguntó la anciana.

—su nombre era Saya—respondí—no recuerdo su apellido. Pertenecía a la aldea que hay entre el país del viento y del fuego...