Alex & Nate [Editando]

Capítulo 14

Desperté en mi habitación, con la misma ropa del día anterior puesta.

Después de que mi hermano y mi madre pelearan, seguí a Logan. Dijo que iríamos a un paseo, y sólo manejamos durante dos horas.
Recuerdo haberme sentido mal. No tenía fuerza en las manos y me sentía débil. Después no recordaba nada.

Me levanté de la cama. El cuerpo me dolía demasiado, y seguía sin tener fuerza en las manos.
Me dirigí al baño y me dispuse a lavarme la cara.

—Alex. —Logan tocó la puerta.

—Pasa. —dije mientras me secaba la cara con una de las toallas.

—¿Cómo te sientes?

—Bien. Algo débil, pero bien. —Aunque era más que eso.

Él se sentó en mi cama y comenzó a observar mi habitación.

—¿Hay algo que debería saber? —pregunté.

Él volteó hacia mí mientras yo salía del baño.

—¿No recuerdas?

Negué con la cabeza.

—Te desmayaste. Tuve que llevarte al hospital. —pausó. —me diste el susto de mi vida.

Recargó sus manos en las rodillas y agachó la cabeza.

—¿Mamá...?

—No, no lo sabe. Ella estaba dormida para cuando llegamos, y tú estabas bajo el efecto de un medicamento tranquilizante.

—Ahh.

Me recargué en el marco de la puerta del baño, y Logan se puso de pié y empezó a estirar las sábanas de la cama.

—¿Qué haces? —pregunté.

—Tú ve a bañarte, te ayudaré a hacer la cama. —dijo.

Nunca había pasado eso antes. Supongo que Logan quiere recompensar el hecho de que estoy enferma.

—No le diré a mamá.

—¿Qué cosa? —preguntó.

—Lo que pasó anoche.

Él detuvo lo que estaba haciendo.

—¿Pero que tal si es algo importante?

—Logan, es sólo un desmayo, no pasó nada.

Guardó silencio unos segundos.

—De acuerdo. —dijo por fin.

Fui a mi closet y tomé la ropa que me pondría para ir a la escuela, y me dirigí al baño a darme una ducha.
Cuando salí, mi cama estaba hecha y las mesitas de al lado de la cama estaban más ordenadas.
Sonreí al pensar que Logan se preocupaba por mí.

Bajé las escaleras y encontré a mi mamá en la cocina, y a Logan en la barra tomando el desayuno.

—Toma. —dijo Logan. Y estiró un plato con dos tostadas y una taza de café.

—Gracias. —dije.

Me senté a su lado y empezamos a hablar sobre cosas de la escuela y su entrenamiento. Logan me hacía reír con cada cosa que decía.
Ambos sentimos la mirada de mi madre sobre nosotros y volteamos.
Tenía los ojos llorosos y una sonrisa a medias.

—Lo siento —dijo ella. Tomó su termo y las llaves de su auto y salió por la puerta.

—Mamá, espera...

—No —dijo Logan, agarrándome de la muñeca —déjala, necesita espacio.

Me estaba causando mucha confusión el comportamiento de mi mamá esos días.