El día después a la pelea, no hablé con Nate hasta en la tarde.
—¿Estás bromeando verdad? —Lauren dijo.
Estaba sentada en una de las sillas de la barra mientras yo le cocinaba unos panqueques.
—No, ¿no estuviste ahí anoche? Todos se dieron cuenta de lo que pasó. Fue muy vergonzoso e intimidante.
—Mmm, entonces te perdono por dejarme sola con Adam.
—Como si te importara. —le dije rodando los ojos.
Ella rió y retomó el tema.
—Nunca pensé que Kevin fuera capaz de eso.
—Estaba muy ebrio.
—Eso no justifica nada. —dijo, y bebió un sorbo de jugo de naranja de su vaso.
Y ella tenía razón. Estaba ebrio, pero eso no justificaba su acción.
Terminé con los panqueques de Lauren, y me senté a su lado.—¿Y tú no comerás nada? ¿Ya desayunaste? —preguntó.
Preferí mentir para no recibir un regaño de su parte. Es sólo que ese día no sentía apetito alguno.
—Sí.
—Hmm... ¿Qué desayunaste? —preguntó.
—Cereal. —contesté.
—Eres una mentirosa. Eres intolerante a la lactosa. —dijo.
—No soy intolerante a la lactosa, sólo no me gusta la leche.
—Mentirosa.
Y a pesar de haber descubierto mi mentira, no me sermoneó.
Todo ese día Lauren y yo estuvimos juntas. Le pedí que se quedara a dormir en mi casa, y ella accedió. Así que fuimos por su maleta a su casa.
—Me siento cansada. —dije.
Me tiré sobre su cama recién hecha.
—Debes estar bromeando. Acabo de tender la maldita cama —dijo y yo me eché a reír.
—¿Qué pasó com Adam?
—Es muy lindo ¿sabes? Me agrada. —respondió mientras ponía una pequeña maleta sobre la cama y comenzaba a meter ropa sin siquiera doblarla.
—A mi también me agrada.
Mientras ella empacaba más sueño tenía.
—Lauren, no te quedarás una semana.
—Sólo por si acaso. —dijo, y continuó llenando su pequeña maleta.
Bajé a la cocina para tomar un vaso de agua, y por la ventana pude ver una figura familiar. Kevin.
Tenía un ojo morado, la nariz hinchada y se le notaba una abertura en los labios tapada con cinta curativa.
Comparado con Kevin, Nate había salido casi ileso de la pelea.
Lo observé mientras caminaba a su auto con las llaves dando vuelta a su dedo índice. De pronto, el volteó en mi dirección y me vio; se quedó quieto y yo sólo me di la vuelta.Segundos después tocaron la puerta de la casa de mi amiga.
—¡Lauren!
Ella bajó enseguida.
—¿Quién es? —me preguntó.
Antes de que respondiera ella abrió la puerta.
—¿Qué haces aquí? —le preguntó Lauren algo grosera.
—Sólo quiero hablar con Alex. —dijo Kevin.
—Ella no está aquí.
—Laur, por favor. Acabo de verla por la ventana de la cocina.
—Vete. Ella no quiere verte. —respondió.
—Lauren, sólo...
—Dije que te fueras. Y no vuelvas a acercarte a Alex ¿me escuchaste? Maldito cretino. —Y le cerró la puerta en la cara.
Yo no tenía expresión en la cara. Me preocupaba pensar que algún día Kevin volvería a acercarse a mí. Pero por otra parte, amé que Lauren me hiciera sentir protegida.
—Gracias—le dije.
—No hay de qué. Sigamos empacando.
Volvió a su habitación, y yo me quedé sentada en la sala un rato.
¿Qué haría si me volviera a encontrar con Kevin?
Dejé de pensar en eso y fui a la habitación de Lauren.Más tarde volvimos a mi casa. No esperaba que Logan estuviera ahí hasta más tarde, pues tenía varias cosas que hacer.
Mi hermano había estado secretamente enamorado de Lauren, así que era extraño y gracioso verlos teniendo una conversación.Después de comer la pizza que Logan nos había ordenado, mi amiga se quedó dormida en el sillón de la sala mientras veíamos su serie favorita.
Apagué el televisor y me dediqué a apreciar el maldito silencio que me llenaba los oídos.
La puerta sonó una vez, y luego dos.
Lauren se movió un poco y dijo algo que yo no alcancé a entender.
Mi cuerpo me pedía que no me levantara, pero igualmente lo hice.—Hola—dijo Nate.
—Hola. —le dije.
—¿Tienes tiempo para un paseo?
Miré sobre mi hombro y vi a Lauren. No creía que tardaría tanto así que acepté.
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Alex & Nate [Editando]
Teen FictionCuando conoces a alguien, todo se trata sobre la primera impresión. Pero, fue diferente para Alex al conocer a Nate. Dos jóvenes que se enamoran y viven la mejor etapa de sus vidas. Hasta que una noticia inesperada podría cambiar sus vidas y cambia...