Capítulo dos

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“21 de agosto de 2015.

 

   Querido diario:

 

   Carla y yo jugamos hoy. La verdad, no me interesa mucho jugar con ella, si no ver a su hermano. Hoy fuimos a la cancha a correr patines. Su hermano también fue. Carla me dijo que él se llama Hernie. Tuvimos un día espectacular. Descubrí hoy que ellos practican karate. Van los martes y los jueves después de la escuela. Por eso no los pude ver ayer. También sé que ellos se mudaron porque su abuelita se murió.

   Hernie es famoso en Instagram. Lo descubrí también hoy. Tiene más de ocho mil seguidores. Además, tiene como un fandom. Como el de One Direction. Muchas chicas le comentan sus fotos. Dicen cosas como que es bello y que lo aman. Pienso que es estúpido, la verdad. Es un nene lindo, pero no tanto como Harry o Louis. Es normalito.

   ¡Todos en su familia tienen los ojos claros! ¿Puedes creerlo? Él tiene los ojos azules, Clara los tiene verdes y su hermano los tiene ámbar. Lo impresionante no es eso; lo impresionante es que ellos dicen que nadie en su familia tiene los ojos como ellos. Todos los ojos (incluidos los de sus padres), son negros.

   Mi madre se lleva muy bien con su madre. Hoy se pusieron a hablar mientras nosotros bailábamos Just Dance en  casa. Según mami, la mamá de Hernie era novia de un narco. Dice que ella le dijo que es uno de los más buscados en Puerto Rico. Y eso me parece muy extraño, porque ella no parece una mujer de hablar mucho. De hecho, lleva más de dos meses viviendo en la urbanización y solo la he visto cuatro veces. Sólo imagínate…

   ¿Te acuerdas de lo que dijo Carla sobre enamorarme al ver los ojos de su hermano? No creo que esté muy lejos de la realidad.

   Me río un poco mientras me seco las lágrimas. Es increíble como los sentimientos pueden aflorarse en cualquier momento. Recordar es fácil. Lo difícil es creer que una herida está cerrada y luego darte cuenta que es tu propio corazón puede jugar contigo. Darte cuenta de que la herida sigue abierta y con cada segundo le hechas más sal a ella.

   ― ¿Quieres seguir leyendo?―Me pregunta mi esposo.

   ―Yo era muy ingenua para este tiempo, ¿sabes?

   Él asiente.

   ― ¿Estás de acuerdo con que tu mujer era ingenua?

   Él vuelve a asentir.

   ―En cierto modo sigues siéndolo.

   Me río un poco.

   ―Eres un estúpido.

   ―Y tú una chihuahua.

   Me río, fuerte. Cuando aún éramos novios, hace diez años, teníamos una serie de código. Cada vez que alguien decía una estupidez, nos decíamos chihuahua. Al principio no tenía sentido (y, la verdad, nunca lo tuvo), pero él se lo tomaba muy en serio. De hecho, después del tiempo a mí se me pegó lo del insulto chihuahua  y lo empecé a decir.

   ―Ha pasado mucho tiempo desde la última vez que dijiste eso.

   Él está de acuerdo conmigo.

   ―Hace mucho no me siento joven.

   ―Es que siempre has sido viejo.

   Él me fulmina con la mirada, aunque estoy segura de que solo sabe que soy yo porque no hay nadie más a su lado. Sé que es muy difícil ver algo sin sus espejuelos.

   ―Mejor no hablemos de viejos…

   La próxima nota es un poema que escribí una semana después. Se me hace un nudo en la boca de mi estómago cuando la recuerdo. Trago fuerte antes de comenzar a leérsela a mi esposo.

“31 de agosto de 2015.

 

   Poema: Me pregunto cómo será, hecho por mí.

 

Me pregunto cómo será.

¿Cómo será tocarte?

¿Cómo será besarte?

Me siento a tu lado y te miro.

Envuelves mi mundo; lo emborronas.

Haces que mi alma vuele.

Mi cuerpo reacciona a ti.

Me sonrojo, sonrío.

Me pregunto cómo será.

Quiero decir que somos algo.

Quiero que tú te sientas así.

Me pregunto cómo será.

Quisiera que tus mares fueran míos.

Que me miraran solo a mí.

Que en tu mente solo vuelve mi nombre.

Me pregunto cómo será.

¿Cómo será sentir tu seda entre mis dedos?

¿Cómo será poder acercarme y sentir tu respiración chocar  contra la mía?

Me pregunto cómo será.

¿Algún día podré estar tan cerca de ti que te sientas nervioso?

¿Algún día podré derribar tu orgullo?

¿Algún día podré poner tu mundo de cabeza?

¿Algún día podré volverme tu mundo?

Me pregunto cómo será.

¿Cómo será cuando te deje de mirar a escondidas?

¿Cómo será cuando mires mis labios?

¿Cómo me sentiré cuando me tomes por la cintura para atraerme?

¿Cómo será cuando, por primera vez, tus labios me toquen?

Me pregunto cómo será.

¿Cómo será cuando ambos queramos cumplir nuestros sueños?

Me pregunto cómo será.

¿Me besarás, amor mío?

¿Cómo será cuando abramos los ojos y nos miremos de cerca?

Tus ojos azules tan cerca de los míos...

¿Cómo será cuando nuestras mentes quieran volver a unirse?

¿Cómo será cuando nos volvamos a fundir en nosotros mismos?

¿Nos perderemos ambos, o simplemente yo?”

Antes de nosotrosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora